Satellite
Show on map
  • Day 172

    Reventón y más...

    September 8, 2020 in Mexico ⋅ ☁️ 27 °C

    Lo que sucedió aquí no se puede explicar con palabras ni con imágenes, simplemente hay que vivirlo para entenderlo:

    Que se haya reventado una goma en la carretera es bien posible que le haya pasado a unos cuantos viajeros. Que al reventarse ocurran otros daños también puede pasar. Que esos otros daños nos inhabiliten el sistema de gas propano del carro ya es un extra que sabíamos que podía pasar (por eso siempre cerramos la válvula principal, tanto cuando vamos a manejar por carreteras, como cuando nos vamos a dormir), pero eso ya es menos probable. Que este reventón nos haya pasado en la misma semana que ocurrieron los dos atascos anteriores y un choque con un árbol sin que nada parecido nos haya pasado en meses de viaje sí ya viene rozando lo inadmisible, pero lo que sí voló nuestras mentes y nos dejó boquiabiertos fue lo que sucedió a continuación:

    Ya caía la tarde y la prioridad era dónde íbamos a pernoctar, todo lo demás quedaba en un segundo plano en ese momento a pesar de lo importante que era resolver esos otros problemas. Entonces, al oír el reventón y los continuos golpes que le siguieron, paramos e inmediatamente dimos marcha atrás unos metros para alejarnos de la curva que nos quedaba delante. Nos arrimamos donde pudimos y nos percatamos que estábamos justo al lado de un campo de cultivo que tenía un espacio donde cabíamos. Entonces fuimos a preguntar en una casa que colindaba con estos cultivos (asumiendo que que allí vivían los dueños) si era posible que pudiéramos pasar la noche en ese espacio, que no era más que una guardaraya que bordeaba los cultivos. No teníamos más ninguna alternativa, no podíamos manejar mucho más para encontrar un lugar mejor y de hecho no sabíamos si estábamos en una zona de confiar, pues no habíamos estudiado el lugar y sobre todo era muy probable que nos quedáramos atascados por tercera vez si esa noche llovía. Pues en ese preciso momento en que cruzamos las primeras palabras con Lender, el primer integrante de la familia con el que tenemos oportunidad de hablar, comenzó la cadena de sucesos que más nos impresionaron de toda esta historia y que nos ha dejado marcados posiblemente para toda la vida.

    Lo primero que nos dice Lender es que entremos al patio de su casa, que allí nos podíamos quedar. En unos segundos pasamos de sentirnos en medio de la nada a tener un lugar seguro donde pudiéramos dormir sin preocupaciones. No habíamos terminado de parquear dentro de su propiedad y ya empezábamos a percibir que algo más estaba por llegar. Él, su padre Adolfo y el primo Rodolfo de pronto casi sin darnos cuenta se estaban haciendo cargo de desmontar la rueda dañada y poner la de repuesto mientras Oty (la esposa de Adolfo y madre de Lender) nos invitaba a una champola fría y riquísima. La química con todos fue instantánea y no paraban de ofrecer y ofrecer todo lo que les parecía que pudiera ser importante para nosotros. A los hombres no les fue suficiente con las ruedas y ya estaban intentando arreglar también la rotura en las tuberías de gas, por otro lado ya estaban las mujeres haciendo unos deliciosos tostones cubanos que comimos arrastrados bajo el Bum Bum Chácata mientras la interminable jornada de reparaciones se acercaba a la medianoche. Era infinita la lista de favores que desinteresadamente venían de esta familia que acabábamos de conocer. Nada les parecía suficiente, sin siquiera pensar nosotros en nuestras necesidades ya nos estaban ofreciendo llenar nuestro tanque de agua, que nos conectáramos a su electricidad, que si más comida estaba en camino, que si su baño estaba disponible para que nos diéramos una ducha... en fin, como mencionamos unos párrafos antes, no se puede explicar, hay que vivirlo para entenderlo.

    A la mañana siguiente llegó la parte triste, el momento de despedirnos, claro, no sin que antes Oty nos volviera a sorprender con el desayuno listo, con queso del que elaboran para vender y que a nosotros no nos lo quisieron cobrar, con más y más favores que ya eran imparables; a la vez que Adolfo y Lender nos guiaban a un taller donde pudimos terminar de arreglar una tubería a la que se le había quedado dentro atorada en la rosca otra que ellos no pudieron extraer por no tener la herramienta específica que hacía falta para eso.

    En resumen ésta ha sido sin dudas una de las mejores vivencias que hemos tenido hasta ahora y precisamente se desprendió de lo que en un principio parecía un desastre. Interminable fue también la lista de temas que conversamos y todo lo que compartimos como si hubiéramos sido amigos de toda la vida; si no lo éramos pues a partir de ahora queda claro. Indescriptible fue la manera en que nos adentramos en la cultura de su país y en específico de su región gracias a ellos. Ni en meses de viaje habíamos entendido tantas cosas de este país hasta que ellos nos lo explicaron; sin dudas haberlos conocido ha sido una de las mejores experiencias, no solo de este viaje, sino de cualquiera de los que hemos hecho antes. Les estamos eternamente agradecidos y saben que donde quiera que estemos tienen a estos locos aventureros con los que pueden contar para lo que sea. Gracias, mil gracias por todo.
    Read more