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  • Day 6

    Oía

    August 2, 2019 in Greece ⋅ ☀️ 29 °C

    El desayuno del hotel de Santorini es también buffet aunque más pequeño. Pablo dice que por fin el café es aceptable aunque no bueno, pero a cambio el zumo es tang, se notan hasta los polvillos, y lo rellenan se garrafas de 8 litros.

    Tras desayunar y estar listos, hemos ido de nuevo a coger el bus a Fira para ir a Oía, el pueblo que todo el mundo conoce, el de las postales, donde rodaron Mamma Mia, etc.

    Los buses aquí son peculiares, lo de ayer fue la excepción. Aunque el horario funciona bien, la forma de usarlos es la leche. Aparte de que te subes y una vez arrancado es cuando te cobran, los llenan tanto que es agobiante, tipo películas americanas cuando se van México y van hasta la bandera, con las mochilas, etc. Aun así hemos llegado vivos a Fira, y hemos cogido actos seguido el de Oía, hasta llegar allí.

    Una vez en la ciudad, hemos paseado, haciendo fotos y disfrutando de las vistas, porque es preciosa, aunque las postales engañan, ya que apenas hay edificios con el tejado azul, solo que poniéndote en cierto sitio, se puede hacer la típica foto.

    Desde algunas partes se tiene una vista de la caldera del volcán (inundada, es el mar lo que se ve) que es preciosa, y de hecho, hemos comido en un restaurante con vistas a la caldera.

    También hemos bajado a la parte baja de la ciudad (solo Ana y Pablo), que son unos 280 escalones en cada trayecto. Las vistas son geniales, tanto desde arriba como desde abajo, pero hay que estar en forma, Ana casi muere subiéndolas de nuevo.

    El resto del día nos hemos dedicado a seguir paseando, comprar cosillas de regalo, hacer de turistas, vaya, pero al volver...

    Cuando hemos ido a coger el bus a Fira para volver a Kamari (la zona donde está el hotel, que veremos mañana por la mañana), había una cola de gente esperando al bus, hasta ahí bien. Bueno pues cuando ha llegado el bus, la gente ha empezado a intentar colarse a muerte, y hemos tenido que ser más merdellones que los demás para que no se nos colaran, en especial una familia francesa y otra sudamericana, a la que Pablo al parecer, después de que lo empujaran, se colara uno, y él volver a meterse a codazos, la que iba detrás le ha increpado porque su familia ya se había subido y le ha dicho "mi mujer también y aquí estoy yo", la mujer le ha dicho "pero eso a mi me da igual" y él le ha contestado volviendo a hacer presión hasta subirse "y a mi su vida, señora".

    Luego el bus ha ido tan petado que el propio cobrador casi no podía moverse, pero lo hemos conseguido, hemos llegado a Fira, cogido el bus de Kamari, odiado los buses locales un poquito más, y nos hemos bajado un poco más lejos que el hotel para ir a un super a por agua, algo para tomarnos esta noche cuando volvamos de cenar y algo para comer en el barco mañana por la noche, ya que no tendremos cena.

    Tras volver al hotel, hemos descansado un poco, duchado y puestos guapos y hemos ido a cenar.

    Íbamos a ir a un sitio que hemos visto en TripAdvisor, pero estaba lleno, y hemos terminado en el de enfrente, y que suerte hemos tenido. El dueño super atento, el servicio maravilloso, la comida estupenda, unos chupitos y el postre de invitación... Vamos que repetiríamos si nos quedaramos más días aquí. Un acierto absoluto. Se llama Balsámico, y está en Kamari. Al final, el dueño se despidió en persona de nosotros y al ver que le estabamos dando 5/5 en TripAdvisor, le dio un beso y todo a Pablo, muy surrealista pero gracioso.

    Luego, volvimos andando y vimos un poco de la vida nocturna en Kamari, pubs en general, y volvimos al hotel a rehacer las maletas para mañana, que es el último día y ya volvemos a España.
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