Bali Sea

Nos recogieron a las 8:45 (con retraso, para variar) para llevarnos al puerto. Stephan y yo reservamos una plaza en el mismo barco y Steven pagó por un barco más «lujoso». Además, Stephan y yo pagamos por dormir en el suelo del barco (era más barato), mientras que Steven pagó por un camarote. Steven buscaba más un barco de fiesta con gente joven, y Stephan y yo buscábamos algo más relajado. Steven había comprado dos botellas de alcohol y aquí es donde empezaron a ir «mal» las cosas para él. En cuanto apoyó las botellas en el suelo justo antes de que nos recogieran, una se le rompió. Ahí empezó el cachondeo. Llegamos al puerto tras una hora y media para ver cómo le decían a Steven que su barco estaba lleno y que iba a tener que venir en el nuestro. Después de tres días fardando de que iba a ir en el barco bueno, Stephan y yo no podíamos parar de reír cuando le veíamos la cara de disgusto. Pensábamos que íbamos a salir de ese puerto, pero no: nuestro barco salía del puerto en la otra punta de la isla lol. Cuatro horas más de bus y por fin llegamos al barco. En el bus Stephan y yo nos pusimos juntos y a Steven le tocó al lado de una señora mayor que se quedó dormida en su hombro. Por fin llegamos al barco y Steven descubrió que tenía que compartir el camarote de una sola cama con un señor brasileño: Alex. Más risas para Stephan y para mí. La gente del barco era muy variada: un padre con sus dos hijos de 12 años, mucha gente joven, algunos mayores... En total 39 personas en un barco que probablemente estaba pensado para 25 xd. Empezamos a navegar y nos dieron arroz para comer. Para la puesta de Sol amarramos cerca de la costa y fuimos nadando hasta la playa de una isla pequeña. En la isla había una montaña. Subimos la montaña descalzos para ver cómo se ponía el Sol desde arriba. Más tarde volvimos nadando al barco y me picó una medusa... Oops. Estuvimos nadando alrededor del barco, saltando, etc. Llegó la hora de la cena y con ella los juegos del hambre. No había suficiente comida para todos y la gente sacó su instinto animal y atacó. Literal que para los últimos solo quedó arroz blanco. Además, el arroz estaba sobrecocinado y parecía papilla. Este día conocimos a Emma, una chica australiana que sería parte de nuestro grupito del barco. Stephan, Emma y yo nos reíamos por todo lo que pasaba en el barco y de los «problemas del primer mundo» de Steven. Pero Steven se lo tomaba muy bien e incluso hacía bromas de su situación él también. Muchas cosas no eran ideales en el barco pero siempre sacábamos el lado positivo y nos terminaba haciendo gracia. Llegó la hora de dormir y Stephan y yo montamos nuestras «camas» en el suelo de la cubierta (Emma y Steven tenían camarotes): una colchoneta, una almohada y una manta fina. La cubierta era abierta, por lo que empezó a hacer frío al poco tiempo. Nos despertamos muchas veces a lo largo de la noche por el frío. A las 3 coincidimos despiertos y le dije: «Are you cold?», a lo que contestó: «I'm fucking cold». Y nos empezamos a reír demasiado otra vez de la situación. Hicimos una expedición por el barco para ver si encontrábamos más mantas y encontramos toallas pequeñas. Cogimos varias y nos tapamos con ellas también. Cada vez que me desperté el resto de la noche, le miraba y me reía, básicamente veía a una persona hecha una bolita con un montón de toallas encima, tirado en el suelo del barco.Read more