Satellite
Show on map
  • Day 510

    Indígenas bloquean la carretera

    August 12, 2021 in Panama ⋅ 🌧 29 °C

    Aunque ya nos habían advertido de los bloqueos de carretera desde México, no fue hasta llegar a Panamá que lo vinimos a experimentar. En este caso se trata de indígenas de diferentes comarcas (así le llaman por acá a los distintos asentamientos) de esta región que reclaman la construcción de carreteras que conecten ésta, la famosa Panamericana, con sus comunidades en las montañas.

    Los indígenas habían colocado piedras y troncos sobre la vía, tenían pancartas y pacíficamente gritaban consignas de unión y lucha por sus derechos. Nos acercamos a ellos para conocer los detalles y por un rato intercambiamos sin grandes preocupaciones de nuestra parte. Era la primera vez que veíamos algo así y nos resultaba tan interesante que hasta nos olvidamos del tiempo que transcurría sin que pudiéramos continuar nuestro camino. Pero como era de esperar, al cabo de un rato los ánimos empezaron a calentarse y se conglomeraron cada vez más demandantes, gente como nosotros que transitábamos por esta carretera, y policías.

    En un momento uno de los conductores comenzó a exigir también su derecho de circular libremente, pero enseguida una señora vistiendo el uniforme de la policía le exigió calma y respeto por aquellos que estaban ejerciendo el "derecho a expresarse libremente" (esas fueron sus palabras); y la respuesta del hombre fue "¿y nuestros derechos? ".

    Queda claro que la situación no era cómoda para nadie, hacía bastante calor y no pasó mucho para que otros tomaran partido en el asunto. Algunos choferes comenzaron a tocar el claxon y varios camioneros arrancaron sus motores a manera de advertencia. Hubo un camionero que mostró palos y machetes, y al ver que frente a él se congregaron aún más indígenas (especialmente hombres con troncos y piedras), hizo algo que nos preocupó mucho: él y su colega empezaron a colocar una hamaca delante del parabrisas. Su intención era clara, se taparía a sí mismo la visibilidad para acelerar hasta romper el cerco de personas.

    Simultáneamente notamos que había policías ya posicionados a todo alrededor de los manifestantes, quitando disimuladamente las piedras del camino. Quien parecía ser el oficial al mando – que llevaba ya más de una hora dialogando con los que parecían ser los líderes de esta protesta – permaneció en el centro de la multitud pendiente de lo que ocurría, y cada pocos minutos hablaba por teléfono. Al ver la iniciativa de los camioneros, y en especial de ese de los palos, los machetes y la hamaca, enseguida quiso acelerar la negociación.

    En ese momento nosotros también arrancamos, habíamos llegado al punto crítico en que, o se disolvía el bloqueo por voluntad propia de los indígenas, o iba a haber un conflicto a otra escala. El desenlace fue el mejor para nosotros. Los indígenas decidieron dejarnos pasar y se marcharon caminando todos al borde de la carretera mientras cientos de carros, rastras, pipas de combustible, motocicletas y de todo tipo de vehículos descongestionaban el lugar. Fue realmente impresionante esta escena donde todos menos los indígenas estábamos motorizados. Claro, que si reclaman carreteras es porque disponen de vehículos o necesitan que los ómnibus públicos lleguen allá arriba; solo en Nicaragua vimos que el transporte era un grave problema para la inmensa mayoría. De todas formas, el sentimiento de apoyo a su causa nos dio por pitar repetidas veces mientras les pasábamos por al lado y por el retrovisor se les veía saludando, sonriendo y adentrándose en el monte.

    Esta vez solo fueron 2 horas, pero aquí mismo conocimos un viajero suizo que casualmente venía detrás de nosotros, y que nos contó que ya ha vivido bloqueos de hasta 9 horas. No sabemos si la acción que vimos resolverá el problema de estas personas, pero sí presenciamos un conflicto que de principio a fin fue civilizado y donde se respetó, con la excepción de unos pocos camioneros, los puntos de cada cual, aunque era evidente el dominio de la situación por parte de la policía.

    Nosotros decidimos al final dar media vuelta y cambiar nuestros planes, durante el tiempo que duró el bloqueo, nos enteramos que éste no era el único punto ni la primera vez que en el día de hoy impedían el paso por la carretera. Existía la posibilidad de que más adelante hubiera otros grupos que hicieran lo mismo, y hasta nos dijeron que en el siguiente había mínimo 300 indígenas; así que nos dirigimos nuevamente a Gualaca, ese río precioso que ya habíamos disfrutado antes, pero que también nos tenía una sorpresa.

    Al poco tiempo de llegar comenzaron lluvias torrenciales, el río creció tanto que tuvimos que salir del cañón apurados para no quedarnos atrapados por las aguas. Ha sido un día donde hemos tenido experiencias bien interesantes, donde hemos aprendido un montón, pero de verdad preferimos que no nos vuelvan a pasar. 😁
    Read more