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  • Day 13

    Day 13: Wrocław

    July 21, 2019 in Poland ⋅ ⛅ 16 °C

    Nos despertamos llenos de energía tras dormir 2 horas para iniciar la serie de conexiones que presumiblemente nos llevarán hasta Wrocław (Breslavia) y Cracovia en última instancia. Aunque la tarea es dificil: nos encontramos que el tren que nos lleva a Frankfurt (el fake Frankfurt, no el de las salchichas sino el Oder 😆) no hace todo su recorrido por unas obras en la vía. Esto hace que lo que debería haber sido una hora de tren directo desde Berlín se convierta en 2 horas y media de tortuosas conexiones entre buses, trenes de cercanías y trenes regionales, sin que nada esté realmente anunciado en los carteles (pequeña decepción con las hasta ahora impolutas indicaciones alemanas). Menos mal que un grupo de mochileros italianos y otro de alemanes tienen previsto ir hacia Polonia como nosotros y gracias a su ayuda llegamos a la frontera polaca.

    Sin embargo, este retraso nos hace perder el tren que estaba tan ajustado en la estación fronteriza. El siguiente tren que podemos coger sin reservar es en unas 3 horas y media, y encima las taquillas están cerradas. La gente es muy simpática pero todos nos hablan en alemán que no entendemos, y finalmente nos montamos en un tren que en teoría deberíamos haber reservado (pero que no). Y efectivamente podíamos cogerlo (gracias perseverancia de Amé), por lo que pronto nos hallamos en Wrocław.

    La estación en esta ciudad polaca es oficialmente la más bonita que hemos visto en nuestro viaje. El movimiento de trenes es constante (y de gente). Nos encanta su cubierta de madera no tan alta pero recientemente rehabilitada y que cubre toda la estación, la amplitud del edificio de viajeros y su fachada. Precisamente aquí hago mi primer amigo polaco del viaje: un señor de la calle que se parece a Kase.O y con el que hablo de las recientes erupciones volcánicas en Italia (en su perfecto italiano).

    Amé negocia brillantemente el cambio de euros a zlotys en una oficina. Después nos dirigimos al impresionante centro, la plaza y las islas y nos vamos a comer a uno de los llamados "bar de leche" modernizados, donde coges lo que quieres de un buffet y te cobran al peso de tu plato.

    Después de rebuscar enanos escondidos por la ciudad (hay casi 300) y de comernos nuestro ÚLTIMO helado nos volvemos hacia la estación que tanto nos gusta para ir hacia Cracovia.
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