Días tranquilos en esta ciudad tan caliente. Pudimos dormir en una cabaña que nos prestaron la cual nos permite descansar un poco de nuestra casita con ruedas. En Mariquita sucedió algo muy bello y fue que fuimos contactados por la bibliotecaria del lugar que se enamoró de nuestro proyecto y por supuesto accedimos a dar algunos talleres. Volvimos a la plaza pública a encontrarnos con los niños, los padres, a llevar lecturas y juegos al lugar de todos, la calle. Y claro, también había que ir a las hermosas bibliotecas públicas.Read more