Isla mujeres

Para ir a Islas Mujeres tuve que tomar un ferry que tardó menos de una hora. Desde el primer momento que llegué, la Isla me dio una muy buena impresión. Me recordó un poco a Sayulita, con toda la gente, los carritos de golf y los tantos negocios de comida, bares y recuerdos.
Caminé hacia mi hostel para instalarme y dejar mis cosas. Salí a caminar hacia la playa, fui a Punta Norte, a recomendación del chef del Mayan.
Al inicio del día estaba bastante nublado, pero al llegar a la playa salió el sol y pude disfrutar del mar y la arena por un buen rato.
Regresé al hostal y ahí conocí a un chico de Canadá. Su nombre es Hudson. Pasamos la tarde juntos, fuimos a ver el atardecer a la playa y a conseguir algo de comer porque moríamos de hambre. Encontramos un puesto de tacos y al final también comimos un helado en un local de un italiano.
Regresamos a la playa un rato más y luego al hostal.
Al siguiente día me levanté temprano porque tenía que trabajar a las 12pm y quería recorrer un poco la Isla. Estuve caminando por un rato. Fue un buen tiempo para estar a solas, todo ese rato estuve pensando en lo emocionada y agradecida que estaba de estar viajando, poder conocer tantos lugares y personas. También pensé en mi mamá, en todo lo que me ha apoyado y que me gustaría ella también viaje así, sola, al menos una vez en su vida.
Regresé al hostal a las 10am para recoger mis cosas, hacer check out y regresar a Cancún.
Al volver me di cuenta que perdí el boleto de regreso, sólo lo menciono como recordatorio a mi misma de que debo guardar mejor las cosas...Read more