A Colmar y a su “Petite Venice” la conocí en mi año Erasmus. En verano. Nada que ver con el frío invierno. Colmar es el top de la Navidad, aunque para ser franca, yo me quedo con sus pueblos. Los distintos mercados que componen la ciudad hacen que te sumerjas de lleno en esta época de fiestas y reuniones familiares. Con Izei, alucinado con tantas luces 💡 y Unai, parándose en cada escaparate para observar renos, pasamos una tarde fría, pero a la vez cálida, en familia.Läs mer