• Zion National Park

    24.–26. okt. 2024, Forenede Stater ⋅ ☁️ 22 °C

    Dejamos Canyonlands y la zona de Moab un poco antes de las 10 de la mañana y emprendimos el extenso viaje hace Zion.

    Zion es el parque más popular de todo Utah, tal es así, que conseguir lugar en el alojamiento dentro del parque es casi una misión imposible. Tan difícil que nuestro viaje se estructuró en torno a la fecha que conseguimos para el mismo, dejando para más tarde otro de los parques un poco más cercano en nuestro trayecto.

    Fueron un poco más de 5 horas de viaje, almorzamos sándwiches dentro del auto y observamos la transformación del paisaje con atención. Cerca de las 16.30hs alcanzamos La Verkin, la localidad donde dormiremos la segunda noche (porque conseguir dos noches adentro del parque de Zion fue imposible). Desde allí, tuvimos que bajar la velocidad por pasar a través de pequeñas localidades que albergan la demanda de los visitantes de Zion. Rockville, luego Virgin River y por último la soñada Springdale.

    Springdale es la localidad más cercana, existe un ómnibus propio dentro de la ciudad para moverse desde donde sea que estaciones tu vehículo, hasta hacer el transbordo con el ómnibus que te llevará dentro del parque. Tiene un aire al centro de San Martín de los Andes, llena de hoteles y locales de gastronomía muy pintorescos, e invita a caminar y andar en bicicleta. Es, además, el estacionamiento principal del parque. Detalle a tener en cuenta: Zion es el parque más turístico de todo Utah (es un montón, eso), tanto que en los noventa recibía 2.5 millones de visitantes al año (como referencia, Argentina en 2023 recibió 5 millones) con unos 5 mil autos por día (y 400 lugares para estacionar). Tan colapsado, que en esa época instalaron un sistema de bondis gratuitos que te llevan y te traen por la ruta principal. Tan organizado, que no permiten vehículos privados en el 90% del parque... a excepción de que te alojes en el (difícil de conseguir) lodge dentro del parque.

    Ahora, por alojarnos en el Zion National Park Lodge nos dieron la clave para elevar la barrera a ingresar al parque. Desde que cruzamos esa barrera ingresamos a un cuento. Paredones rojos altísimos, vegetación verde de clima semi-árido, personas en bicicleta y mucho silencio. Nos anunciamos e ingresamos a nuestra habitación que se encontraba en un pequeño edificio muy cerca del lobby y del árbol gigantesco rodeado de pasto que se encuentra allí. Con vehículo privado pudimos llegar al estacionamiento del lodge, ubicado en la mitad del parque. De ahí en adelante, solo pata, bici o free shuttle.

    La vista es alucinante, la habitación incluía un balcón por lo que nos preparamos unos mates y pasamos el resto de la tarde contemplando la belleza de la naturaleza. Un poco antes del atardecer una familia de venados se acercó a recorrer el pasto verde que teníamos a unos metros. Es un cuento de hadas.

    Las ganas de explorar nos impulsaron a recorrer un poco a pie cerca del horario de fin de recorrido de los ómnibus del parque. Caminamos hasta el río, recorrimos los distintos niveles de terrazas y la planicie de inundación.

    Este parque tiene una caminata (Angel's Landing, no apta vértiginosos) que requiere un permiso especial que uno debe tramitar varios meses antes o anotarse a un sorteo. Lamentablemente no salimos sorteados, por lo que decidimos que al día siguiente tendríamos un día tranquilo (en cantidad de kilómetros caminados). Sin embargo, ese día arrancó temprano: un mirador alto y famoso al valle fue nuestro amanecer. Pero al ser popular y con estacionamiento limitado, decidimos arrancar 5 y media para estar una hora antes del amanecer. Sucede que la parte abierta a vehículos privados del parque tiene su entrada principal al sur y una segunda al este, alta y con caracoles y túnel incluido, que termina en un puñado de lugares para estacionar . Fuimos afortunados (o precavidos) en conseguir uno de los... 8? lugares para hacer la caminata corta (siguiendo por la ruta hay más espacios pero la caminata se alarga significativamente). De ahí, kilómetro y medio en subida leve hasta el mirador y a armar el mate para pasar el frío.

    ¡Pero qué vista tan magnífica! Mucho fotógrafo muy equipado nos acompañó en ese momento mágico, luego reemplazados progresivamente por público más variado. Al bajar y ver el circo de autos buscando estacionar fue que agradecimos haber arrancado temprano, y luego derecho a desayunar. Destacable la vista al salir del túnel camino al valle principal (desde la entrada este del valle hacia el lodge), ideal para tener la cámara lista en mano apenas salido del túnel).

    Otro paseo tradicional en el parque se llama The Narrows, una caminata POR UN RÍO ENCAJONADO (la gente que venía de hacerlo nos decía que habían llegado a tener agua hasta la cintura), para la que te alquilan un mameluco y calzado apropiado... yo (Gonza) no convencí a mi marida así que tocó hacer la parte ATP. Vale la pena para hacer en un día caluroso: el río se encajona con paredones de cientos de metros de alto pero no apta día de lluvia dada la posibilidad de flash flooding.

    Almorzamos en la plaza fuera del lodge, sentados en el pasto y al sol previo a arrancar una caminata corta a las emerald pools, unos charcos de agua a media altura en el valle, cada uno con una vista propia de los paredones inmensos.

    Luego bajamos y nos despedimos (momentáneamente), manejando al oeste hasta La Verkin donde pasamos la noche. Mención honorífica para la comida india en el restaurante Red Fort, buenísima.

    Hicimos cura de sueño y arrancamos tarde nuestro día de viaje hacia Bryce Canyon, con un breve desvío al sudeste por una recomendación que vimos en Internet. La ruta sigerida era más corta, paralela y por fuera de Zion, pero optamos en volver a Springdale, Zion, los caracoles y el túnel lleno de gente para ver la salida por el este del parque. Gran elección: la ruta al este del túnel es una seguidilla de curvas y contracurvas con infinidad de paredones de areniscas con entrecruzadas alucinantes, super definidas y hasta con artesas fantásticas. Casi a la salida del parque hay un hito más famoso que interesante: Checkerboard Mesa... meh, la ruta vale más que el lugar al que se llega.

    Zion, un parque para volver mil veces pero buscando alojarse adentro al menos la primera noche. Esto nos permitió ignorar el lío de la entrada y dejar el auto adentro todo el segundo día previo a irnos. Como referencia, camino a Bryce quisimos parar en el visitor center en la entrada sur del parque y no encontramos estacionamiento... y hablamos de algo tamaño estacionamiento de Disney.
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