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- Day 9
- Saturday, October 26, 2024 at 5:42 PM
- ☁️ 20 °C
- Altitude: 1,448 m
United StatesCoyote Wash37°1’10” N 112°0’17” W
Buckskin Gulch

Salimos de nuestro hotel y emprendimos camino hacia Bryce Canyon. En lugar de tomar la autopista elegimos trasladarnos por rutas internas y hacer un desvío que nos permitió acceder a un cañadón angosto (slot canyon) bastante menos famoso que Antelope.
Manejamos por las rutas internas y decidimos almorzar en Kanab. Esta zona es conocida por la cercanía a la caminata “The Wave”. Para poder acceder a ella hay que anotarse más de 6 meses antes o acceder a una lotería que tiene un rango reducido de kilómetros desde el cual podés anotarte. Si, registran tu ubicación para permitirte, o no, ingresar en la lotería. Así que fuimos hasta allá para anotarnos en el sorteo (no ganamos 😢); algún día nos anotaremos con meses de anticipación.
Almorzamos en un restaurante en Kanab donde comimos muy rico y hasta tomamos café decente! Nos tomamos el tiempo esta vez y no corrimos así que nos impactó un poco en el cronograma cuando vimos que el desvío hacia Buckskin Gulch era por tierra. Ese camino tiene un cartel que dice “imposible pasar cuando está mojado” y la razón es que todo el suelo está lleno de arcillas que generan un barro muy denso que se traba en los neumáticos, generando como un tapón y no permite la tracción del vehículo, un peligro. Afortunadamente, esta zona es hiper árida y la estadística estuvo de nuestro lado.
En el medio de ese camino de tierra nos apiadamos de Chris, un demente que iba caminando con su mochila bajo el sol intenso para hacer el “Arizona Trail” a pie. Son por lo visto unas 800 millas desde el sur de Utah hasta México. Él planeaba recorrerlas a pie, durmiendo al aire libre y tapándose de la lluvia con su poncho. Muy simpático, nos dio un poco de info sobre la caminata que estábamos por hacer y siguió su camino cuando estacionamos.
El sitio de inicio de nuestra caminata tenía un estacionamiento amplio y un auto registro donde pagabas el permiso con tarjeta de crédito sin contacto. No había nadie a quien hacerle preguntas y tampoco había puestos para recargar agua; lo que sí, había baños. Estoy anonadada de la amplia disponibilidad y ubicación de baños químicos pero construidos en material que manejan en este país. Es una maravilla.
La caminata es a través del lecho de un río sin ninguna demarcación. Pero en el ingreso hay varios carteles que insisten con el riesgo de flash floods. Al ser tan acañonado, la probabilidad de muerte por una inundación rápida son elevadas y han ocurrido en varias oportunidades. Nos llevamos abrigo porque pensamos que las paredes del cañadón nos iban a dejar a la sombra y no fue todo el camino así, por lo que con bastante calor nos adentramos a lo desconocido. Teníamos entendido que el camino era de 6 millas así que usamos nuestros relojes para medir nuestros pasos y la distancia que íbamos recorriendo. En lugar de hacer el cañadón entero (la verdadera caminata de Buckskin Gulch, de unos 20km total), nosotros optamos por un paseo más corto que entra por un afluente al medio del cañadón (llamada The Wirepass Trail).
Los primeros dos kilómetros avanzamos por el arroyo seco, cruzando barro con grietas de desecación y grandes bloques de piedra. Hasta que de repente, empieza el cañón, así de la nada aparecen dos paredes rojas de 3 metros de alto y el curso de agua pasa a tener menos de 1 metro de ancho. ¡Lo encontramos! Desde allí, todo fue una sorpresa atrás de otra. Las rocas son de un color rojo intenso, mucho más que en Antelope, y la estratificación de las unidades de arena es muy marcada. Hay varios descensos bruscos dentro del recorrido, tal es que en uno instalaron una escalera de más de 2 metros de alto. Sucede que son grutas generadas por facturas y luego lavadas por "flash floods" (flujos turbulento que se encajonan en un cauce pequeño y liman los bordes con todo el material que transportan). Al ser cañadones tan angostos, incluso una ligera lluvia puede terminar generando un flujo super riesgoso.
El techo del cañadón es por momentos bastante cerrado y por otros es abierto, permitiendo en mayor o menos medida el ingreso de luz.
Terminamos nuestro camino de ida en una bifurcación del cañadón. Allí se abren paredes de más de 20 metros de alto, con depósitos de arcillas y estratificaciones gigantes. En ese punto se encuentran petroglifos pero desconocemos su edad.
Los otros dos caminos posibles (el Buckskin Gulch original) por los que podíamos continuar tenían charcos de agua oscura y barro. Tomamos la decisión de terminar allí nuestra aventura. Lo que nosotros recorrimos fue el “Wire Pass”, para seguir recorriendo hay que estar más equipado, en especial por el barro (equipado o resignado a embarrarse).
Emprendimos el regreso intentando no detenernos demasiado con el paisaje (¡qué complicado!) porque la caminata de ida nos había llevado más de una hora y media y aún debíamos regresar a pie, tomar el camino de tierra y manejar unas horas más.
Nos subimos al auto casi al atardecer por lo que conseguimos recorrer el camino de tierra y arcilla de día pero las próximas dos horas y pico de viaje fueron hechas en completa oscuridad. La ausencia de poblados que contaminen con luz lumínica la ruta nos dio la oportunidad de ver otro cielo repleto de estrellas, y de manejar con mucha atención por si se cruzaba algún venado.
Paramos en un supermercado porque sabíamos que íbamos a llegar a nuestro alojamiento después de las 21hs y por ende, no íbamos a tener donde cenar. Nos compramos una ensalada y algo extra de proteína y seguimos nuestro camino.
Llegamos a Bryce Canyon City alrededor de las 21.20hs, cansados, contentos, con frío y con ansias de ver el paisaje que no habíamos podido observar en la oscuridad.Read more
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