Palleggio-Cocciglia

Aujourd’hui c’est Elena (la copine espagnole de Clem) qui a décrit notre journée.

Tras una noche de Poker y otros excesos continuamos nuestro viaje despidiéndonos de Florencia. La fugacidad del tiempo y los estrictos horarios impuestos por la Santísima Iglesia Católica no quisieron que estos pobres 7 turistas terminaran de visitar aquello que habrían previsto para el día anterior. ¿Quién iba a pensar que habría cola para ver el Duomo un 16 de agosto a las 10 de la mañana, no? Tras sudor y 15 paradas de tranvía el día solo podía ir a mejor. Y así fue. Gracias a las heroicas búsquedas de Naomi, a eso de las 12 nos encontramos en una estrecha carretera que dejaba a su izquierda un riachuelo de piedras y agua cristalina (aunque sobretodo fría). En Torrante Lima pudimos disfrutar de unas inauditas vistas acompañadas con un poco de foccacia. La vena exploratoria de Ben y Clem nos llevó a descubrir uno de los meandros del río en el que pudimos descansar de la estresada mañana. Tras siestas, intentos de baño y alguna que otra picadura salimos dirección a nuestro siguiente Airbnb. Muy acertadamente, y para desintoxicarnos de la polución de la gran ciudad, nuestra siguiente parada fue Filettole: un pequeño pueblo Toscano alejado de todo. Quizá fue la morriña, quizá fueron los hidratos hasta la saciedad pero esta noche dejamos de lado la gastronomía italiana y compartimos risas y copas de vino con una exquisita barbacoa. No pude verlo con mis propios ojos pero dicen las malas len guas que para otros la noche terminó entre vulgares observaciones sociológicas del comportamiento del grupo.Baca lagi