Boondocking in Mexico

Como un oasis después de un camino árido es Los Peroles, donde nace un manantial, alejado de la civilización. Para llegar hay que recorrer varios kilómetros de terracería con baches y desniveles y, en el último tramo, dejarse "acariciar" por arbustos espinosos y hasta llevarse alguna cicatriz de regalo. Sin embargo, apenas se ve el manantial, el recuerdo de la incómoda travesía se convierte en ganas de meterse al agua. La entrada no es muy fácil, no hay escaleras ni nada parecido, pero tampoco requiere habilidades especiales. La primera impresión es muy agradable, pues el agua se mantiene a una temperatura de 28 grados Celsius. Se puede nadar y hasta bucear (el fondo es precioso y la profundidad sobrepasa los 20 metros), flotar en un inflable o simplemente relajarse en la parte más baja.

Lo mejor que tiene Los Peroles, es que no han construido estructuras artificiales para el visitante. Eso sí, para acampar aquí hay que traerlo todo: agua potable, alimentos, leña para la fogata (o cocina portátil) y luces para la noche. Tampoco hay servicios sanitarios ni depósitos de basura. Lo que sí hay, es unos árboles milenarios y un cielo estrellado que no tiene precio.Läs mer