Marce y PaquiDespués de un buen madrugón para subir al Anayet nos sorprende un nubarrón negro de tormenta a pesar de que la previsión que miramos el día anterior era de buen tiempo. Así que abortamos el ascenso y decidimos , con un poco de pena, continuar nuestro viaje. Visitamos Ainsa, que ya conocíamos, por la mañana. El almuerzo y la tarde la pasamos en Colungo, relajándonos en la piscina y por la tarde-noche visitamos Alquezar, del que nos sorprendió tanto su ubicación como su arquitectura pero en el que echamos en falta más vida de pueblo (solo habíamos turistas por las calles). Pasamos la noche, con tormenta incluida en Alquezar para visitar las pasarelas del río Vera al día siguiente.
Marce y PaquiDespués de un buen madrugón para subir al Anayet nos sorprende un nubarrón negro de tormenta a pesar de que la previsión que miramos el día anterior era de buen tiempo. Así que abortamos el ascenso y decidimos , con un poco de pena, continuar nuestro viaje. Visitamos Ainsa, que ya conocíamos, por la mañana. El almuerzo y la tarde la pasamos en Colungo, relajándonos en la piscina y por la tarde-noche visitamos Alquezar, del que nos sorprendió tanto su ubicación como su arquitectura pero en el que echamos en falta más vida de pueblo (solo habíamos turistas por las calles). Pasamos la noche, con tormenta incluida en Alquezar para visitar las pasarelas del río Vera al día siguiente.