- Vis reise
- Legg til bøttelisteFjern fra bøtteliste
- Del
- Dag 14
- torsdag 27. juni 2024
- ⛅ 30 °C
- Høyde: 55 m
SpaniaEl Castellar37°59’52” N 1°8’33” W
Dia 14

Hoy es mi último día de viaje. Como ya había terminado de ver Copenhague, decidí ir a una ciudad de Suecia llamada Ängelholm, donde se encuentra la fábrica de coches de lujo Koenigsegg. La ciudad está a una hora y media de Copenhague. Por eso, a las 9:34 cogí el tren y alrededor de las 11:00 llegué al pueblo.
Ängelholm es un pueblo costero bastante bonito. Allí esperé un autobús durante unos 15 minutos y, una vez subido, tardé 25 minutos en llegar a mi destino. Tuve que caminar otros 10 minutos hasta finalmente llegar a la fábrica de Koenigsegg. La fábrica era preciosa y me encantó, aunque no se podía entrar a ver nada. Con solo verla desde fuera, me conformé.
Se podía ver a todos los trabajadores almorzando fuera, riendo y divirtiéndose. Hablé un poco con algunos trabajadores que entraban y salían de la fábrica; todos eran súper amables. Sin embargo, todos me decían que era imposible entrar y que estaba prohibido.
Seguí dando una vuelta y encontré una pequeña tienda frente a la fábrica con merchandising de la marca. Al principio, no pensaba comprar nada, pero como no me había comprado ningún recuerdo del viaje, decidí darme el lujo y me compré una gorra chulísima.
Al rato de seguir viendo la fábrica, de repente escuché el sonido de un motor. Me giré y vi a lo lejos un Koenigsegg CCX. Aunque no es de los mejores modelos de la marca, seguía siendo espectacular. Me acerqué y empecé a hacerle fotos y vídeos. Tuve mucha suerte, porque normalmente un cliente no suele venir a la fábrica así de repente. Incluso los empleados estaban sorprendidos de que se presentara sin avisar.
Lo disfruté como un niño. Me encantó.
Después de toda la emoción, decidí ir al museo de aviación que estaba justo al lado, ya que los antiguos hangares de la Fuerza Aérea Sueca albergan la fábrica de Koenigsegg. El museo también me encantó. Contaba con bastantes aviones militares a escala y una exposición detallada de la vida en el hangar y su historia.
Pero, sin duda, lo que más me gustó fue que tenían un simulador de un F10. Me monté y me lo pasé en grande; tenías 10 minutos con un chico que te explicaba todo como un instructor.
Cuando terminé de ver el museo, y con mucha hambre, fui a buscar un sitio para comer. Justo a unos 10 minutos andando, cerca de la parada del autobús, había un restaurante muy acogedor. Me tomé un sándwich buenísimo.
Después de comer, volví a coger el mismo autobús, pero solo fui una parada y me bajé. Tuve que coger un tren que me dejaba en la estación del pueblo. Allí esperé 10 minutos y tomé otro tren hacia Malmö, tardando aproximadamente una hora y diez minutos.
Al llegar a Malmö, estaba todo lleno. Se notaba que es una ciudad costera con playa y hacía un día súper soleado y caluroso, así que todos aprovechaban para ir a la playa.
Visité los lugares más emblemáticos: el Turning Torso, el castillo de Malmö (que me pareció un poco cutre), el puerto y, por último, la playa. Caminé bastante bajo el sol, lo cual fue un poco agotador.
Cuando llegué al final de mi recorrido, tomé el autobús de regreso al centro y vi algunas cosas más. Por último, fui hacia la estación y cogí el tren de las 19:40 en dirección a Copenhague.
Tardé una hora y sobre las 20:00 ya estaba en Copenhague. Fui al hotel a dejar algunas cosas y a descansar un rato.
Sobre las 20:30 volví a salir para buscar algo de cenar. Cené en un restaurante donde te preparaban un bowl con los ingredientes que pedías. Yo tomé pollo, arroz, tomate, aguacate y más cosas.
Cuando terminé de cenar, quise hacer tiempo para no dormirme en la habitación, así que me fui de paseo hasta las 22:30. Volví al hotel y me quedé allí hasta las 00:00. Sobre las 00:10 salí en dirección al aeropuerto. Me costó poco llegar y llegué antes de la 01:00.
Estuve esperando hasta las 05:00, cuando embarqué en el avión. Me compré un bocadillo a las 04:00 para aguantar. Finalmente, a las 06:10 salió mi vuelo hacia Alicante. Se me hizo un poco pesado el viaje, pero tras cuatro horas llegué a Alicante.
Aunque tanto Eva como mamá trabajaban, las dos se han salido del trabajo para venir a recogerme al aeropuerto. Me ha hecho sentirme muy afortunado, más de lo que ya era.
Doy gracias a mi tío Héctor por hacer posible este viaje increíble. Estos 15 días han sido una experiencia inolvidable, llena de momentos especiales y descubrimientos. Tu generosidad y apoyo significan mucho para mí.Les mer
ReisendeUn viaje que hemos disfrutado juntos. Gracias
Hector se siente muy orgulloso. [Emilio Vilaseca]