• Se terminó el viaje.

    20 Ogos 2024, Sepanyol ⋅ ☀️ 31 °C

    Nos despertamos el último día de viaje. Tras el paseo de una horita con la perra estilo destroller y Oliver luchando con una espada-palo contra 3000 villanos imaginarios, recogimos la auto y preparamos maletas para que la vuelta fuera mas sencilla. Nos quedaban al menos 5 horas de viaje hasta Madrid. Primero dejaríamos a Oliver en casa de su abuelo Isidro, y después nos tocaría a nosotros.
    El camino con auto, en su primera parte, tiene algunas zonas divertidas. La primera el desfiladero de Ventamillo Que separa Benasque del resto del mundo, y donde cuando te ven de frente, la mayoría de los conductores sudan a chorros, menos cuando son camiones, que entonces sudas tú.
    Está vez fuimos por Aínsa. Yo estoy empeñado en que algo bonito tiene que tener. Su castillo, sus zonas de baño... Pero desde que estuvimos de visita en un campamento de Carlos le tengo una rabia al pueblo que no puedo con él.
    De Aínsa otro desfiladero hasta la autovía. Está vez nos cruzamos con un mendrugo en autocaravana que nos golpeó el espejo retrovisor. Ya tiene dos velas negras para lo que le quedan de vacaciones.
    A partir de ahí el viaje soso como de costumbre. Horas y horas de conducción mientras los chicos juegan a todo tipo de aparatos electrónicos.
    Anoche reflexionamos sobre como había sido el viaje. Han sido 17 días tan intensos que cuesta imaginar que Rocamadour, Padirak o Ginebra sean partes del mismo.
    Lo que si tenemos claro es que ha sido el viaje más interesante y divertido hasta ahora.
    También hemos empezado la planificación del siguiente. Ya tenemos dos candidatos que terminaremos de perfilar.
    Estos viajes anuales se están convirtiendo en una fuente de vivencias únicas que nos recargan de energía para el resto del año.
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