• ¡Por tutatis, el cielo se nos cayó!

    July 11 in Spain ⋅ 🌧 23 °C

    Salimos de Madrid tras una mañana de dejar a Carlos de camino a su campa, pasar un rato con Hugo, hacer y bajar equipaje, comprar comida y resto de habituales antes de un viaje largo.
    En principio el destino es Pirineos, pero con parada a dormir en la Rioja (o similar).
    Comimos en Burgos, gasolina y camino hasta las 5, ya que a las 5,30 habíamos quedado con Carlos y la jefa de estudios de su nuevo cole para ver instrucciones de uso. A eso de las 6 seguimos camino. Cielo algo nublado, y más nublado, y muy nublado, y nubladísimo y de pronto empezó una lluvia de meteoritos cual película catastrófica de los 90, que golpeaban con saña y sin miramientos la autocaravana. Fiona de pie, pensando que habíamos llegado a Palestina y unas enormes bolas de hielo queriendo abrirse paso a través de la luna delantera. Atravesamos Vitoria y llegamos a un cruce de camino donde indicaba que no podían los camiones de más de 5000 toneladas. No nos dimos por aludidos y seguimos por él. Nos olvidamos que son vascos.
    La carretera medía no más de 1,5 metros de ancho (sin exagerar) y tenía una raya pintada en el centro, lo cual dejaba un carril de justo el ancho de un manillar de bici. Y era de doble sentido.
    A 500 metros del inicio del camino un camión se había apartado más de la cuenta y estaba casi volcado del todo en la cuneta. ¡Aviso a navegantes! A partir de ese momento decidimos no apartarnos ni un centímetro y misteriosamente logramos llegar al final.
    El resto del camino se normalizó y por fin llegamos a Campezo, cerca de Vitoria.
    El área está muy bien e inusualmente tranquila, quizás por el aviso de Dana.
    Salimos a dar un pasein de 15 minutos y nada más volver, ¡Por tutatis! El cielo cayó sobre nuestras cabezas.
    Llovía de frente, de lado, hacia arriba y abajo, en remolinos y dando brincos. Así que no nos quedó más remedio que prepararnos una cena rica rica y tomarnos unas cervezas. Ya la lluvia no importa, total, el naranja es un color bonito (los de la Aemet son unos exagerados, seguro que su patrón, Noe el de un par de tintos y lo dejo, no tuvo avisos de ningún color). Mañana veremos si sale el Sol.
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