Reserva Natural Macizo Peñas Blancas
April 25, 2021 in Nicaragua ⋅ ⛅ 25 °C
Luego de caminar kilómetros por el accidentado terreno montañoso, entre cultivos de café, plátano y malanga, luego de cruzar varios arroyos de aguas perfectamente transparentes, tras saludar a una docena de campesinos que hacían sus labores o simplemente conversaban en los portales de sus casas de madera de construcciones muy particulares, y observando muchísimas especies de aves de increibles colores, insectos rarísimos y unos pocos reptiles que jamás habíamos visto, a la vez que disfrutábamos de un paisaje y un clima ideal, llegamos al río que nos habíamos puesto como meta. La temperatura del agua era inversamente proporcional a la que traían nuestros pies y el sudor quería formar parte del cauce. Con la misma velocidad con la que tocamos el agua, así mismo salimos; el estómago pedía combustible y el agua estaba tan fría que unos pocos minutos fueron suficientes para refrescar.
No llevábamos mucho allí cuando tuvimos una visita inesperada. De entre la espesa vegetación apareció de repente un curioso coatí que se nos quedó mirando por unos instantes desprendido de todo temor y apenas a unos 6 o 7 metros de nosotros. Sin dudas no nos miraba tanto a nosotros como a lo que estábamos comiendo, y no dudó en cruzar por las piedras que sobresalían del agua para brincar a nuestra orilla; solo que lo perdimos de vista mientras buscábamos un teléfono para aunque sea hacerle una foto. De todas maneras no se atrevió a acercarse más y parece que se mantuvo merodeando por un rato, o quizás oculto, esperando que nos fuéramos para ver qué quedaba para él. No nos íbamos a ir de allí tan rápido después de haber caminado tanto y menos si puede que volvamos a ver a ese o a otros coatíes más, pues muchas veces suelen andar en grupos numerosos como la gran familia que vimos en Veracruz, México el año pasado. Al rato lo volvimos a ver cruzando el río otra vez y perderse en la selva; esperamos un buen rato más, pero no volvió a aparecer... recogimos nuestras cosas y emprendimos el camino de regreso.
Esos pequeños momentos observando paisajes espectaculares, contemplando una naturaleza realmente asombrosa, disfrutando de la tranquilidad de una selva casi virgen y aprendiendo de cómo se vive en estos campos tan remotos, además de sorpresas como ésta que tuvimos hoy, hacen que haya valido todo el esfuerzo para llegar aquí.Read more












Travelerese lugar me recuerda a vinales!!
Juan Carlos OcañaTambién una región cárstica, aunque se ven intercalados paquetes de roca volcánica, además de que casi todo es montañoso; no vimos esos grandes valles.