Satellite
Show on map
  • Day 1,247

    Agua en el desierto

    August 19, 2023 in Peru ⋅ ☀️ 19 °C

    Recorrer la costa sur peruana es de esas experiencias que nos han marcado increíblemente. Al tratarse del desierto, uno esperaría un panorama mustio, con un calor extremo y sin vida; sin embargo, este paisaje presenta una variedad topográfica que para nada deja espacio al aburrimiento. Una buena parte está cubierta de extensas dunas de arena (blancas, grises y ocres) en las que el viento crea ondulaciones y texturas únicas; pero también hay montañas de rocas desnudas (de colores rojizos, anaranjados, verdosos y hasta de tonos oscuros casi negros) en muchos casos con paredes verticales enormes que crean sombras y contrastes, en momentos con un sol radiante y en otros con una neblina muy densa.

    Aunque los desiertos se asocian con clima seco y aridez constante, la humedad ambiental en la costa sur de Perú es relativamente alta debido a la presencia de la imponente corriente de Humboldt. Es una masa de agua oceánica muy fría que viene desde la Antártida y se mueve a lo largo de gran parte de la costa occidental de Sudamérica. La capa de aire más cercana a la superficie se enfría, mientras que el aire cálido del desierto es desplazado hacia arriba (es lo que se conoce como inversión térmica), esto facilita la condensación o formación de la "garúa", que no es más que esa llovizna fina que a veces no nos dejaba ni ver al manejar por la carretera que serpentea paralela al litoral.

    En ciertas áreas, especialmente cerca de la transición entre el desierto y la sierra, se pueden encontrar colinas salpicadas de vegetación que rompen con la idea que uno trae de lo que es un desierto. Más llamativa aún, es la presencia de valles fluviales que descienden de Los Andes y desembocan en el mar agitado y profundo. A lo largo de estos crece una vegetación muy particular que genera verdaderas galerías que cubren los ríos casi por completo. Aquí el hombre ha encontrado el espacio perfecto para explotar los olivos, haciendo de esta zona la más importante para la producción y venta local de aceitunas.

    Del otro lado está el océano, inmenso y azulísimo, con playas solitarias de arenas doradas y espuma blanca que alternan con tramos de acantilados moldeados por furiosas olas. Los farallones y pequeños islotes frente a la costa albergan colonias inmensas de aves marinas adaptadas a los ambientes rocosos: los cormoranes y los albatros son los que más abundan. Estos sitios, a la vez de ofrecer protección contra depredadores terrestres, son también muy estratégicos para la pesca, actividad en la que se han especializado la mayoría de las aves de esta región. Los flamencos y otras aves migratorias encuentran refugio en extensos humedales que se forman en los deltas de los ríos, mientras que la vegetación ribereña aporta ese verde que jamás creímos que nos íbamos a encontrar en este paisaje desértico.  

    Fueron más de 1500km los que transitamos por este extenso desierto, en parte tensos por el vacío a los pies de carreteras que remontan gigantescos acantilados, otras veces cruzando los dedos pensando en posibles roturas, asuntos de salud, la influencia de un entorno súper agreste, el clima tremendamente agresivo y las distancias inimaginablemente largas. La piel quemada, los labios cuarteados y la vista fatigada fueron el día a día, pero ha sido una suerte el tener la oportunidad de conocer sobre estos ecosistemas tan diferentes, presenciar cómo viven las personas que habitan zonas tan apartadas y entender una geografía que poco se repite. Mucho hay para pensar y reflexionar. Mucho hemos experimentado y aprendido, pero de todas las vivencias acumuladas hay una idea que ha quedado grabada en nuestras mentes para siempre: hasta en las condiciones más hostiles, hasta en las situaciones más desafiantes, el agua lo cambia todo: la vida siempre se abre camino y encuentra la forma de florecer.
    Read more