• Sofia

    April 27, 2024 in Bulgaria ⋅ ☁️ 7 °C

    Pasamos por las Termópilas, famoso lugar que incluso inspiró comics y películas. En la actualidad está ensanchado, hay una autopista, túneles y un peaje. Ya no es el angosto pasaje de los 300.

    Unos kilómetros más adelante el bus se detuvo en una estación de servicio para cargar o descargar el cuerpo, según cada pasajero. Lo más novedoso para nosotros fue una máquina expendedora de cannabis, ya sea en hierba a 2 euros, 5 euros el pitito, aceites CBD, o cigarros electrónicos.

    El bus se detuvo nuevamente en Tesalónica, pero solamente un instante, quizas a dejar cartas de un tal Pablo.

    Al llegar al cruce fronterizo tuvimos que bajar del bus, regresamos a las zonas heladas de Europa. La fila era para la autorización de salida de Grecia, y luego la autorización de entrada a Bulgaria.

    La salida fue rápida, en la entrada el oficial miraba la foto del pasaporte y mi cara unas 10 veces, no se convencía de que éramos la misma persona. Con Amabile fue lo mismo.

    La entrada a Sofía eran bloques departamentales gigantes y grises, lo típico de lo que imaginamos de la arquitectura soviética. Pero en el centro las cosas son más coloridas.

    Cambiamos algunos euros a levas y emprendimos rumbo desde el terminal de buses.

    Las plazas tienen muchas estatuas, en general héroes de guerra, libertadores, las Sveta Sofia (soberana sabiduría) y un monumento a la liberación del comunismo. Todas las antiguas esculturas soviéticas fueron retiradas, cosa que no le hizo mucha gracia a Moscú.

    Hablando un poco de lo mismo, la iglesia Holy Nedelya, católica ortodoxa, tiene afuera una placa conmemorativa de un ataque terrorista de un grupo comunista que intentó matar al rey, no lo logró pero de paso mataron a un montón de gente.

    Sobre iglesiais, Sofía, tiene mucho. La más célebre es la enorme catedral Alexander Nevsky, también ortodoxa, construida en memoria de todos los que lucharon contra los otomanos. De techo dorado, interior lleno de murales y unos curas como magos barbudos haciendo quinteto de voces durante la liturgia.

    Justo al pasar por el edificio de la presidencia, vimos un cambio de guardia.

    Un dato anecdótico, es que en Bulgaria el gesto para decir no ("ne") es moviendo la cabeza de arriba a abajo, y para decir si ("da"), el gesto con la cabeza es de lado a lado. O sea, todo lo contrario a lo que conocemos.

    Parece algo insignificante, pero da para varios malentendidos. Por ejemplo, una señora llevaba una bolsa pesada, Amabile le ofreció ayuda. Hizo el gesto de "no", seguimos caminando sin ayudarla, y a unos cuantos metros recordamos que ese gesto era para "si".

    Otro ejemplo: más tarde, cansados. Estábamos sentados en una banca, Amabile se recostó con la cabeza en mi regazo, y quizás dormir en una banca tenga algún significado profundo para la tercera edad de Bulgaria, que una señora llegó a ofrecerme una moneda de dos levas. Le dije que no, pero insistía, hasta que desistió cuando no quise aceptar la moneda.

    Saliendo de los lugares turísticos, conocimos una plaza donde salen aguas termales con propiedades medicinales. La gente llena botellones y se los lleva, incluso llenando el maletero del auto. Además, tuvimos la posibilidad de conocer una feria, ver algunos productos distintos, y la parte más humana de Bulgaria. Bastante vieja además, quizás los jovenes prefieren irse a otros lugares.

    Aunque los tranvías de Sofía, en su mayoría se merecen un buen retiro, otros más modernos aparecen esporádicamente.

    Hay un jardín botánico que se inauguró en 1982 para las prácticas de los estudiantes de la universidad, el zar Ferdinand I donó un roble para iniciarlo, ahora luego de 132 años, sigue en pie en el centro del jardín. El 2002 se abrió al público general e incluso pudimos presenciar unos niños realizando bailes típicos en su interior.

    El jardín tiene áreas de plantas comestibles, de ambientes rocosos, acuáticos, clima mediterráneo, seco, húmedo, etc. Con tres invernaderos para plantas que no soportan el clima de la zona, y uno de ellos para estudiar los efectos del polen en la gente o en las abejas.

    En cuanto a comida, las masas rellenas son la estrella de la ciudad, además hay muchos locales de café, y para el almuerzo probamos un restaurante con carnes y ensaladas de la zona.
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