Mirador San Nicolas

Días intensos en Granada. Y qué bonito. Y qué duro. Las cuestas del Albaicín no son iguales en pareja que en familia. Con carrito ha sido duro pero ayer en La Alhambra sin él también. Días de calor y esfuerzo. ¿Valen la pena? ¿Ver la Alhambra con los niños a cuestas o no verla?
Nos quedamos con lo primero.

Nos quedamos con el disfrute de Unai de las albóndigas más grandes de su vida, de su emoción por los leones del patio, por las ranas de las fuentes, por las decenas de guaguas cogidas en esta estancia, y hoy por el nerviosismo de ver a los animales en el parque de las ciencias. Dejamos un poco de lado los berrinches, el quedarse sentado en mitad de las calles para no andar, el arañazo del gato al que se acercó demasiado, las rodillas peladas de tanto correr o de hacerlo muy rápido y las repeticiones continuas de sus propias batallas.

Izei sigue siendo esa tranquilidad que complementa a Unai. A veces el peor día de Izei se parece al mejor de Unai, pero nos alegramos de que lo vivan juntos y que, ahora que nos encontramos con niños que vienen a saludar a Izei, Unai deje claro que ese es su hermano llenándolo de besos y abrazos. 🧡Læs mere