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  • Day 1

    Abadía de Montserrat

    November 19, 2022 in Spain ⋅ ☀️ 12 °C

    Dejé el tren cremallera y en la estación superior, ya en La Abadía de Montserrat. El edificio era impresionante pero mis amigos me esperaban aún más arriba, en el mirador de Sant Joan, así que dejé para más tarde la visita al monumento. Pregunté en un punto de información dónde se cogía el último fonicular. Caminé 5 minutos y cuando llegué a la estación inferior, pagué otros 8 euros por un trayecto, muy vertical, pero de apenas 5 minutos. Salí de la estación superior y por fin llegué al mirador donde me esperaban Josep, Laia, María, Ana, Rodri, César y la exmujer de Josep, Marián. Después de los saludos y los abrazos, me comí un bocadillo que me habían preparado mientras me ponían al día de sus vidas. Por suerte, a todos les iba bastante bien.
    Acabé de comer e iniciamos la caminata, más bien paseo, hacia la cima de la montaña. El trayecto discurre por camino ancho muy cómodo, en suave pendiente. El último tramo es una zona de escaleras de hormigón que nos deja en el amplio mirador de la cima, a unos 1200 msnm. La vista de 360° es fascinante y aprovechamos para sacarnos bastante fotos.
    El viento frío soplaba con cierta fuerza y el sol bajaba como si un titán tirara de él, así que iniciamos el descenso, ahora a pie hasta la Abadía. Un bonito paseo de poco más de 1 hora, entre árboles y paredes de piedra, y por en sendero que nos permitía caminar tranquilamente mientras hacíamos más fotos y seguíamos charlando.
    Una vez abajo, entramos a la Basílica, hogar de la famosa Moreneta, la virgen negra. Disfrutamos del arte del edificio y aproveché para leer un poco de la historia del lugar.
    Cuando salimos ya era de noche y hacía mucho frío. Mis amigos habían subido en coche hasta ese punto así que pagaron los 6 euros del parking y descendimos por la buena carretera, camino de Manresa. Yo iba en los asientos traseros del coche de Marián, junto a Rodri, que iba dando cabezadas a pesar de las muchas curvas. Una hora de coche y llegamos a Manresa, con ganas de una buena ducha caliente.
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