Llegada a Salta

El día amaneció bien pronto. A las inhumanas 5:20 a.m.😯 pasaron a recogernos en el hotel para tomar el avión de las Aerolíneas Argentinas que nos llevó a Salta en un vuelo sin contratiempos. Dejamos nuestras cosas en nuestro noble hotel, Solar de la Plaza, y aprovechamos el tiempo espléndido para visitar los principales monumentos del centro, probar las empanadas salteñas y hacer una excursión en teleférico al cerro de San Bernardo. Supuestamente están acá en invierno, pero hoy hemos superado seguro los 32 y sudado como asados sobre la parrilla. Allá arriba pudimos divisar todo el Valle de Lerma y la ciudad, mucho más extendida de lo que nos imaginábamos y tomar un jarrito de café en la confitería donde Walter se comió la factura, pero no la de papel, claro. Aquí reciben este nombre los bollitos 😊.
En la vuelta fue difícil circular por las calles peatonales del centro repletas de gente que se disponían ya a disfrutar la noche de un largo fin de semana feriado pues celebran el lunes en toda la nación el cumpleaños del Prócer de la República, el General Sanmartín.Meer informatie