• DIA 11

    April 25 in Thailand ⋅ ☁️ 29 °C

    Hoy nos despertamos a las 6 de la mañana para coger el vuelo a Hat Yai, que salía a las 9. A las 7 ya estábamos en el aeropuerto, tranquilos, sin prisa, y con toda la calma. El vuelo duró unas dos horas, y aunque llegamos a las 11:10, teníamos que apresurarnos porque teníamos reservado un transporte en furgoneta a las 11:30. Afortunadamente, cuando llegamos, ya nos esperaba un autobús antiguo de estilo retro, bastante vintage, que nos llevó hasta nuestro siguiente destino. Aunque el trayecto duró un poco más de lo esperado (unas dos horas), lo hicimos con tranquilidad y sin mucho calor, ya que teníamos aire acondicionado en el bus.

    Al llegar al puerto, cogimos el speedboat que nos llevó hasta Koh Lipe. El viaje en barco fue algo incómodo porque el barco iba bastante rápido, pero por fin, después de unas dos horas, llegamos a la isla. Eran alrededor de las 4 de la tarde y teníamos muchísima hambre. Fuimos a la Walking Street de Koh Lipe y encontramos un sitio muy bueno para comer. La comida estaba deliciosa, aunque nos sorprendió que Koh Lipe fuera un poco más caro que Chiang Mai o Bangkok.

    En cuanto a nuestra habitación, nos llevamos una pequeña decepción. No tenía aire acondicionado, y las sábanas estaban algo sucias, aunque no era un desastre total. Las ventanas estaban rotas, lo que permitía que entraran mosquitos, y con el calor, la habitación era un poco sofocante. Eva fue la que más sufrió con los mosquitos y, en cuanto empezó a picarle, decidimos que teníamos que cambiar. Fuimos a hablar con el encargado del hotel y, por suerte, nos ofreció una habitación con aire acondicionado por 800 bahts adicionales por noche.

    Decidí intentar regatear, y después de un rato de negociación, conseguí que nos cambiara de habitación durante las tres noches por 2000 bahts en total.
    La nueva habitación era mucho mejor, con aire acondicionado y sin mosquitos. Se notaba muchísimo la diferencia, y el cambio fue lo mejor que pudimos hacer.

    Después de dejar nuestras cosas y descansar un poco, decidimos explorar la isla. Fuimos a Sunrise Beach, al otro lado de Koh Lipe, y fue un auténtico paraíso. Pasamos un buen rato allí, explorando y disfrutando del paisaje. Luego, volvimos a nuestra zona, Patonagua, para ver el atardecer desde la playa, que fue espectacular.

    Ya por la noche, aunque estábamos bastante llenos de la comida, salimos a dar un paseo. Nos tumbamos en unas tumbonas de un hotel cercano, charlamos tranquilamente y disfrutamos del ambiente. Por último nos fuimos a dormir.
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