Dia 21
5月4日, タイ ⋅ ☁️ 33 °C
Hoy tocaba visitar Ayutthaya. Nos levantamos bastante pronto porque la idea era ir por nuestra cuenta y no pagar una excursión. Fuimos a la estación de tren y pillamos los billetes, que nos costaron como 20 céntimos por persona. Una risa. El trayecto duró unas dos horas y fue durillo: mucho calor, solo ventiladores, y aunque íbamos sentados, se hizo largo.
Al llegar, lo primero que intentamos fue alquilar una moto, pero nadie nos la quería dejar sin pasaporte, y encima tampoco nos hacía mucha gracia el tema. Al final, menos mal que no la alquilamos. Luego vino un conductor de tuk-tuk a ofrecernos un tour: tres horas por 20 euros, pero nos pareció caro y pasamos. Empezamos a mirar en Bolt, vimos que no salía tan caro y dijimos: “pues mira, lo hacemos así”. Y la verdad que fue buena idea.
En total visitamos cinco templos. Hicimos dos antes de comer y luego otros tres. El primero fue el Pran Nang Kong. Estaba bien, pero me esperaba algo más. En general, Ayutthaya me decepcionó un poco. No sé si fue el calor o que me lo habían pintado mejor, pero no me flipó.
A mediodía intentamos ir a comer a un sitio que pusimos en el Bolt, pero al llegar era una chabola vacía, literalmente. El conductor flipó un poco y le preguntamos si conocía otro sitio. Nos llevó a otro restaurante, donde comimos aunque era bastante caro para lo que ofrecían. Pagamos unos 17 euros, pero al menos nos quitamos el hambre.
Después fuimos al templo más conocido, el de los tres chedis grandes. Ese sí me gustó, muy chulo. También fuimos al del Buda entre las raíces de un árbol, que fue de lo más curioso del día. Muy guay ese sitio.
Ya cansados, nos fuimos a la estación para volver a Bangkok. Queríamos coger el tren de las 18:30, pero cuando llegamos nos dijeron que ya no quedaban billetes. Tuvimos que esperar al siguiente, que salía a las 19:45. Lo mejor de todo fue que el tren de las 18:30 se retrasó tanto que el nuestro salió antes. Tuvimos suerte.
Eso sí, nos tocó el mismo tren malo de la ida: ventiladores, incómodo y con bastante calor. Dos horas y pico más, y llegamos a una estación. De ahí cogimos un bus y nos fuimos directos a ducharnos y cambiarnos.
Queríamos aprovechar la última cena y nos fuimos a Chinatown, que Eva tenía muchas ganas de verlo. Paseamos un rato, pero como ya era tarde, no quedaba mucho abierto. Al final encontramos un sitio de comida rápida china y nos pedimos unas hamburguesas chinas pequeñas, pero bastante buenas. Allí aproveché también para hacer el check-in del vuelo del día siguiente.
Después de cenar teníamos en mente ir a un rooftop, pero justo al mirar vimos que cerraba a las 11 y ya eran las 11. Por suerte encontramos otro que estaba a 10 minutos en coche. Pedimos un Bolt y fuimos. Y qué acierto. El sitio estaba vacío, con vistas espectaculares, buena música y encima no era caro. Estuvimos allí hasta la 1 o así, disfrutando la última noche, y luego ya nos fuimos al hotel a descansar.もっと詳しく








