• Primer dia de montaña. Una pasada

    22 Julai 2024, Sepanyol ⋅ ☀️ 26 °C

    Comenzamos el día temprano. A las 8 de la mañana Ana ya estaba sacando a Fiona a pasear mientras yo remoloneaba en la cama. Tras las actividades habituales de la mañana (desayuno, limpieza, aseo preparar mochilas... ) llegó el momento de una ruta que se nos quedó colgada el año anterior porque Fiona era muy pequeña. Bajar andando a Caín y volver subiendo por la misma ruta. 10 kilómetros de ida y otros 10 de vuelta por bosques y praderas que son una auténtica delicia.
    Salimos con mucha energía. Tanta que apenas habíamos empezado a disfrutar cuando ya estábamos en Caín. Un refresco para decidir que hacer. ¿Otra ruta por la tarde? Eso supone ducharse muy tarde y pasar frío, así que optamos por sumar 5 kilómetros de ida y 5 de vuelta en la ruta del Cares.
    Tras eso, volvimos a la auto, los 10 km cuesta arriba, con algún momento que otro de cansancio (yo, indudablemente, por qué la hadita ni comenzó a sudar).
    La historia del mamut 🦣 y la hadita 🧚 viene de ya hace un par de años. Algo le pasó a Ana (le picó una araña radioactiva, la adujeron y le dieron superpoderes, se trago una mosca mágica, el lupus le afectó gravemente al cerebro) y desde entonces cuando, después de una pateada interesante, ve una cuesta arriba, no una cuestecita, algo así como subir a la Torre Eiffel por fuera colgada como Chita, se le iluminan los ojos y comienza a subir como si saltara entre las lindas margaritas. Yo, detrás, pesado, dando un paso detrás de otro, sudando, apoyado en el bastón de andar como si se me fuera la vida, resoplando como un mamut, sudando más aun, y viendola subir como saltando y sonriendo. Cada vez que se vuelve, como novia camino del altar, con la cara perfecta, la sonrisa perfecta y sin gota de sudor, la escena me lleva a imaginar a un mamut peludo guiado por una alocada hadita del bosque.
    En breves lo plasmaré en mi autocaravana para recordarlo siempre.
    Tras haber salido a las 10 de la mañana, a las 5,30 regresamos.
    Nos dimos una ducha, de agua fría, porque se nos acabó el gas y el punto de cambio más cercano está a 30 km tras pasar un puerto de montaña, y preparamos comida. Aún nos dió la tarde para un paseo, una cervecita 🍻 en la plaza y preparar la ruta del día siguiente, que iba a ser la mayor locura con seguridad.
    Baca lagi