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- Día 1–2
- 16 de julio de 2024, 12:06 - 17 de julio de 2024
- 1 noche
- ☀️ 26 °C
- Altitud: 572 m
EspañaRivas-Vaciamadrid40°20’14” N 3°31’17” W
Preparando la salida

Iniciamos la preparación del camino. Ayer, in extremis, recogimos la auto del taller, donde nos arreglaron los estropicios de amigos de lo ajeno. Ahora queda mudar la casa (nos vamos solo 10 días,pero por el por si acaso, llevamos hasta un refugio nuclear) 300 viajes por la tarde y alguno más por la mañana, y en nada nos pondremos en marcha.Leer más
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- Día 1
- martes, 16 de julio de 2024, 21:13
- ☁️ 19 °C
- Altitud: 18 m
EspañaGanzo43°21’29” N 4°3’59” W
Visitando a Claudia &famili

El viaje no fue nada mal. Salimos a las 2 de la tarde, comimos en el camino y continuamos hasta las 8,30 más o menos.
No fue necesario usar la radio del coche para poner música. De eso ya se encargó Fiona, que decidió llorar desde que se montó hasta la hora de dormir.
La sorpresa la tuvimos 1 hora antes de la llegada.
Al entrar en tierras cántabras y girar una curva de la autovía nos dimos de golpe con un nubarrón que cubría el cielo hasta oscurecerlo. De haber sido una película habríamos aparecido en otro planeta, en otro mundo o habríamos sido abducidos por extraterrestres que habrían experimentado sus juguetes sexuales con nosotros. A los pocos minutos la lluvia hizo su aparición y tuvimos que cambiar el aire acondicionado para no perecer congelados. Cuando nos acercamos a Torrelavega la cosa mejoró. No subió la temperatura pero al menos el cielo se aclaró.
El reencuentro con Claudia fue tal como cabe esperar después de más de 7 meses sin vernos.
Abrazos, besos, cariños y el enano diciendo que besaba a Ana pero no a mí porque tengo barba.
Tras un ratito con los tres, Claudia, Evan y Ari, nos fuimos a Puente de San Miguel a dormir.Leer más
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- Día 2
- miércoles, 17 de julio de 2024, 9:00
- ☁️ 17 °C
- Altitud: 19 m
EspañaGanzo43°21’33” N 4°3’59” W
Primer dia en Cantabria

Empezamos el primer día en Cantabria.
Tras dormir a trozos a partir de las 6 de la mañana, que es cuando empiezan a pasar los trenes de FEVE a escasos 10 metros de la auto, salimos a pasear con Fiona por la orilla del río.
Desayuno y aparcamos junto a la casa de Claudia. De allí andando a su tienda, que conocimos a eso de las 11,30.
Un lugar muy femenino ( junto a una iglesia con una virgen del tamaño de un autobús rodeada de rayos dorados) junto a un bar que puede acabar con la salud de cualquiera a base de tortitas y gofres.
Tras breves minutos de cotilleo en la tienda pasamos al desayuno estilo cántabro. Eva se pidió un plato de tortitas con chocolate que alimentaria a un grupo de peregrinos a la Meca. Ari pidió un gofre con chocolate blanco, nata para acompañar y una bolita tamaño balón de futbol de helado de chocolate.
Las Mayores fueron más discretas. Un croissant con mantequilla y Claudia siguió la teoría refutada del papel maternal estilo cubo de basura: se comió lo que Evan dejó, ya que este se comió la mitad de sus tortitas y la bola de helado de Ari.
Cuando Claudia cerró fuimos a comer, y a las 6 de la tarde salimos de paseo a Somiedo. Ari quería llegar a la playa. Nos conformamos con llegar al inicio de Somiedo, hacernos una foto y volver a casa.
En el camino vimos vacas, ciclistas, bichos, ciclistas, más vacas y algún que otro ciclista, que nos adelantaban a escasos centímetros de nosotros.
Despues de paseo tocó cenita ya en la auto y tras ver una serie un poco heavy a dormir.Leer más
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- Día 2
- miércoles, 17 de julio de 2024, 21:36
- ☀️ 21 °C
- Altitud: 25 m
EspañaPuente San Miguel43°21’34” N 4°5’22” W
Primer día: Torrelavega

Al final, ayer logramos llegar a las 8,30 de la tarde.
El viaje no fue nada mal, hasta que nos adentramos en tierras cántabras. Al girar una curva de la autovía nos encontramos con una niebla de las que, en el cine de terror, nos lleva directos a un paisaje apocalíptico en otra época u otra dimensión. En breves minutos se acompañó de lluvia y un frío que el aire acondicionado que nos había permitido viajar los últimos 300 kilómetros se convirtió en una tortura gélida estilo invierno en noruega.
Ana se quejó amargamente. No pienso llevar pantalón largo aunque me congele. Según llegamos a Torrelavega la lluvia desapareció, pero el frío se hizo compañero de viaje.
L
El reencuentro con Claudia todo lo intenso que debe ser después de más de 7 meses sin vernos. El enano besó a Ana y a mí me dijo que tengo barba ( sin beso, no hay más).Leer más
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- Día 3
- jueves, 18 de julio de 2024
- ☀️ 25 °C
- Altitud: 14 m
EspañaRío Besaya43°21’27” N 4°3’57” W
Playita en Cantabria

Comenzamos el segundo día en Cantabria. Claudia ha cogido vacaciones para pasar el día con nosotros.
Después de pasear a Fiona por la orilla del río, nos fuimos a ver a las chicas. Aprovechando el día soleado nos fuimos a Suances, a la playa, pero no contamos con que estamos en Cantabria. En la playa estaba absolutamente nublado y la temperatura no subía de los -270°.
Comenzamos Claudia y yo con el agua a la cintura por querer saber más que nadie. No me había pasado nunca.
Buscamos un sitio en la arena, junto a las rocas de una montañita.
Ana con chaqueta y Ari en el agua toda la mañana.
Evan se bañó, hizo agujeros en la playa, se bañó más, pidió brazos, volvió a pedir brazos y logro sobrellevar los amores de Fiona.
Mientras, la anteriormente nombrada decidió que el agua molaba. Se bañó 30 veces. Cogió palos, bebió del mar, lo que cada vez aumentaba su sed y le hacia beber más, y dedico parte de su tiempo a besar (mentira, a chupar) a Ari y Evan principalmente.
Tras un paseíto para ver un mirador, recogimos y a casa a comer.
Por la tarde Tania trabajaba, así que cogimos autocaravana y nos fuimos a Puente de San Miguel a buscar una zona de baño en el río.
Un rato largo de chapuzón (sobre todo Ari), alguna rana cazada y soltada, y volvimos a la búsqueda de un lugar donde tomar un helado.
Cruzando el puente de San Miguel encontramos un sitio peculiar. Claudia dice que es una plaza, yo que una calle ancha. Lo importante es que allí descubrimos una heladería pastelería artesanal que engorda hasta entrar a pagar.
Solo mirando las tartas y pasteles puedes pasar una tarde de lluvia, de las que allí abundan.
Unos heladitos para los enanos y Claudia y un refresco para nosotros y tarde completada.
La relación de pason de Evan con el chocolate, y más si es en helado, es digna de mencionar. Al oír "helado de chocolate" una luz le ilumina los ojos como si fueran luciérnagas en época de apareamiento, se le crea un halo alrededor de la cabeza, y si te fijas bien sus pies parecen levantarse del suelo.
Lo mejor es que es capaz de absorber helado por la boca, la cara, las manos y hasta por la camiseta.
Terminada está parte las llevamos a casa y volvimos al área a cenar y dormir ( lo último difícil tras atracón de frutos secos jugando al rumi)Leer más
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- Día 4
- viernes, 19 de julio de 2024
- ☀️ 28 °C
- Altitud: 1.153 m
EspañaAcebedo43°2’28” N 5°7’1” W
Dia intensito

Hoy ha sido un día muy intenso. Por un lado la despedida de Claudia, Tania, Evan y Ari. Vernos cada 6 meses como mucho es difícil, por lo que las despedidas cuestan.
Por otro le hemos dicho a las familias del grupo que tendrán que andar 5 kilómetros y no podrán comer juntos a su coche. Drama monumental.
Por la mañana hemos ido a casa de Claudia a despedirnos. Tras contarle yo 2 cuentos a Evan y Ana 30 o 40, nos hemos despedido de las chicas .
Después hemos cogido camino a Riaño a través de Covadonga. Hasta la comida el camino ha sido muy bonito. Después le ha tocado conducir a Ana. Desfiladero del Veyo. Les ha faltado de punta, de lo estrecho que es. En algunos momentos era mas estrecho que el carril bici de Rivas (sin exagerar, nos hemos cruzado con un conejo y hemos tenido que esperar para no chocarnos).
Una vez subido el puerto del Pontón ya por fin hemos podido pasar de los 30 kilómetros hora.
Hemos buscado un área de autocaravanas en un pueblo cercano a Riaño, momento que he aprovechado para avisar a las familias de como está el acceso al campamento: andando, con helicóptero o con tractor, y no les ha gustado.
Así que hemos salido de ruta por un hayedo impresionante contestando a miles de correos.
El camino ha sido muy nuestro. Nos perdíamos, nos encntrabamos, nos volvíamos a perder... Muy divertido. Hasta hemos atravesado otro campamento scout.
Al final vuelta a la auto, cenita y cama. Mañana será un día largo.Leer más
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- Día 5
- sábado, 20 de julio de 2024
- ⛅ 24 °C
- Altitud: 1.125 m
EspañaLa Red de Valdetuéjar42°52’58” N 5°0’37” W
Por fin en el campamento

Tras dormir en un pueblín en medio del campo, con el sonido de los pajaritos, del cencerro de una titanovaca que debió lamer las moscas pegadas al radiador de la furgo, y una fiesta al fondo celebrando una boda (es verdad que a eso de las 2 solo quedaban pajaritos y grillos), salimos a hacer una ruta mañanera antes de ir a comer con las familias del grupo,
Nos metimos en un bosque de hayas sin rumbo fijo, con la única idea de no perdernos mucho.
Un paisano con el que nos cruzamos nos aconsejó un camino y , haciéndole caso, nos pusimos a subir monte.
En dos horitas volvimos al pueblo. Ducha y a comer.
Anoto para no olvidarlo. Es la ultima comida de familias a la que vamos.
Después cogimos una carretera super divertida para llegar a Prioro. Según avanzamos cada vez se hacía más estrecha, más inclinada y con peor firme. En algunas curvas giraba tanto que dabas con el morro de la furgoneta en la parte trasera.
Pero la diversión se terminó y llegamos al lugar de Prioro donde podíamos dejar la autocaravana.
Cogimos los bártulos, y pedimos a unos amigos que nos llevarán mesa y sillas. Una hora después habíamos recorrido andando los 5 kilómetros que nos separaban del campa y llegamos a ver a Carlos.
Como se encuentra se resume en una sola frase: "que corto se me está haciendo el campamento".
Fiona saltó, corrió, busco a Carlos he hizo todos los agujeros que pudo.
Volvimos por el otro camino, que es mucho más corto hasta la carretera, bajo un chispeo de agua inquietante, y allí nos recogió una familia que no acercó al pueblo.
Buscando donde dormir nos encontramos a unos amigos que nos invitaron a cenar en una casa rural. Estaba toda la gente más antigua, por lo que disfrutamos hasta las 2 de la mañana, sobre todo viéndoles hacerse trampa entre ellos. Nos quedamos en el pueblo donde habíamos aterrizado. Mañana será otro día.Leer más
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- Día 6
- domingo, 21 de julio de 2024, 10:59
- ☀️ 14 °C
- Altitud: 1.125 m
EspañaLa Red de Valdetuéjar42°52’58” N 5°0’37” W
Dia de padres en el campamento

Llegó el día del campa. A las 8,30, apenas 6 horitas después de acostarnos ( recuerdo cuando dormir 6 horas era una burrada y empalmábamos días y noches entre trabajar y juergas varias) Ana saltó de la cama como con resorte y se vistió estilo Superman en cabina de teléfono con señora dentro llamando a su suegra. A las 8,30,,05 ya estaba montada al volante y metiéndome prisa para salir. Llegamos al camino donde ya hay que ir andando, aparcamos y antes de desayunar ya estaba Ana cocinando. Tras un rato de preparar hamburguesas y pollo cargamos los bártulos y nos fuimos al campa.
Saludo a los 3000 padres que allí estaban, montamos mesas y carpas saludamos a Carlos y nos fuimos a las promesas
Después volvimos a la comida en común con el Carlos dispuesto a comer cual lobo hambriento, con un montón de amigos y acabaron los chavales con guitarreo (guitarreo: acción de sentarse todos muy cerca, ahora que llevan solo un día duchados por la visita de los padres y no desprenden olores incompatibles con la vida, colocarse unos encima de otros como pescaos en bandeja de corcho blanco en la pescadería, y cantar, o gritar, o berrear al ruido de guitarras, cajas y otros instrumentos extraños para superar el sueño producto de una noche sin pegar ojo por sus ceremonias e historias varias). Carlos se quedó cantando con su grupo mas cercano de amigos y amigas y nosotros marchamos a nuevas aventuras...
Nos acercamos a Guardo a lavar ropa y de allí camino de Posada de Valdeón. El camino sigue siendo tan bueno como cuando lo abrieron los celtas allá por el siglo V ac.
Mil curvas y a la subida del puerto una niebla con agüilla que presagiaba una noche fría. Tras 386427, mil arriba o mil abajo, por fin llegamos al área de Posada de Valdeón. Tuvimos que cenar dentro porque hacia un frío del carajo, y esa noche no sobró manta ni colcha.Leer más
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- Día 7
- lunes, 22 de julio de 2024, 19:07
- ☀️ 26 °C
- Altitud: 902 m
EspañaPosada de Valdeón43°9’11” N 4°55’13” W
Primer dia de montaña. Una pasada

Comenzamos el día temprano. A las 8 de la mañana Ana ya estaba sacando a Fiona a pasear mientras yo remoloneaba en la cama. Tras las actividades habituales de la mañana (desayuno, limpieza, aseo preparar mochilas... ) llegó el momento de una ruta que se nos quedó colgada el año anterior porque Fiona era muy pequeña. Bajar andando a Caín y volver subiendo por la misma ruta. 10 kilómetros de ida y otros 10 de vuelta por bosques y praderas que son una auténtica delicia.
Salimos con mucha energía. Tanta que apenas habíamos empezado a disfrutar cuando ya estábamos en Caín. Un refresco para decidir que hacer. ¿Otra ruta por la tarde? Eso supone ducharse muy tarde y pasar frío, así que optamos por sumar 5 kilómetros de ida y 5 de vuelta en la ruta del Cares.
Tras eso, volvimos a la auto, los 10 km cuesta arriba, con algún momento que otro de cansancio (yo, indudablemente, por qué la hadita ni comenzó a sudar).
La historia del mamut 🦣 y la hadita 🧚 viene de ya hace un par de años. Algo le pasó a Ana (le picó una araña radioactiva, la adujeron y le dieron superpoderes, se trago una mosca mágica, el lupus le afectó gravemente al cerebro) y desde entonces cuando, después de una pateada interesante, ve una cuesta arriba, no una cuestecita, algo así como subir a la Torre Eiffel por fuera colgada como Chita, se le iluminan los ojos y comienza a subir como si saltara entre las lindas margaritas. Yo, detrás, pesado, dando un paso detrás de otro, sudando, apoyado en el bastón de andar como si se me fuera la vida, resoplando como un mamut, sudando más aun, y viendola subir como saltando y sonriendo. Cada vez que se vuelve, como novia camino del altar, con la cara perfecta, la sonrisa perfecta y sin gota de sudor, la escena me lleva a imaginar a un mamut peludo guiado por una alocada hadita del bosque.
En breves lo plasmaré en mi autocaravana para recordarlo siempre.
Tras haber salido a las 10 de la mañana, a las 5,30 regresamos.
Nos dimos una ducha, de agua fría, porque se nos acabó el gas y el punto de cambio más cercano está a 30 km tras pasar un puerto de montaña, y preparamos comida. Aún nos dió la tarde para un paseo, una cervecita 🍻 en la plaza y preparar la ruta del día siguiente, que iba a ser la mayor locura con seguridad.Leer más
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- Día 8
- martes, 23 de julio de 2024, 17:47
- ☀️ 29 °C
- Altitud: 427 m
EspañaCaín43°14’13” N 4°53’28” W
Dia brutal, susto incluido

En efecto, el título del día no engaña. Nos encontrábamos tan bien tras la ruta de ayer que decidimos probar algo más fuerte. Despues de valorar varias opciones nos decantamos por subir desde el pueblo hasta el collado de Valdeón y si nos encontramos con fuerza seguir a la vega de Liornes.
Traducción para los que no están aquí: El collado de Valdeón está en lo alto del monte, así como a 4 horas de subida sin descanso. La Vega de Liornes está en el fin del mundo. Subiendo hasta Marte, te desvías un poco a la izquierda en el campo de asteroides y a mil kilómetros de Júpiter subes a la derecha. Pues más o menos así.
Empezamos con un calor desconocido para la zona: 27 grados a la sombra. La realidad es que en algunos momentos el calor fue importante. Si tenemos en cuenta que estuvimos más de 6 horas al Sol, pués hacer cuentas.
Empezamos a subir. Primer collado. Seguimos subiendo. Segundo collado con 1 refugio. Más subida. Siguiente collado está vez con abrevadero. Continuamos. Abrevadero y refugio. Más collados y refugio a lo lejos.
Y al final llegamos al collado de Valdeón. Más de 2,5 horas de subida constante ( de las 4 que marcaban abajo. Será que teníamos prisa por llegar)
Cogimos camino a Fuente De, pero a los 30 minutos nos habíamos aburrido. Llanear y bajar. A quien se le ocurre.
Volvimos al collado y decidimos seguir el camino del refugio de Collado Jermoso. Y ahí comenzó la verdadera aventura.
El refugio está jelos, pero lejos lejos. Según las indicaciones, a 8 horas de ida y otro tanto de vuelta desde Posada. Por eso lo descartamos como ruta inicial. Pero acercarnos un poco a través de la Vega de Liornes era una opción muy tentadora ( tontadora, que dirían aquellos que piensan que qué se nos ha perdido allí)
Tras un paseo bordeando las montañas, llegamos a la escupidera. Sin exagerar, 1 kilometro de distancia con 500 metros de altura. Más empinado que las escaleras de una casa.
El camino empezaba con un canchal (puñao de piedras sueltas en la ladera de una montaña, que cuando son pequeñas pueden hacerte caer o resbalar muchos metros ) por el que resbalabas cada dos por tres. Cuando parecía que lo pasabas llegaba terreno de arena, que resbalabas mucho más. Más canchal y más piedras, y tu corazón que se salía del pecho... Bueno, miento, solo el mío.
Fiona buscando cualquier sombra. Ana tipo hada, subiendo la madre de todas las cuestas como el que va a comprar el pan.
Y así metro tras metro. En pocos casos aprecias cada paso que das y cada metro que subes. Tras casi una hora de esfuerzo sostenido llegamos a un repechito que daba pie a la cuesta final. Y allí vino el susto del título del día. Ana se empezó a preocupar por mí cara. Yo 140 pulsaciones y el cuerpo no responde. Me siento y Ana se sube el monte corriendo por buscar un sitio a donde poder pedir un helicóptero si hace falta. 5 minutos de descanso y recojo mi mochila y la de Ana y sigo monte arriba, hasta que Ana vuelve, me dice que no queda nada y me acompaña hasta arriba. El susto ha sido brutal. Se ha quedado en nada, pero me he perdido el viaje en helicóptero 🚁.
La llegada arriba es brutal. El mundo cambia totalmente. Lo primero que se nota es un aire fresco. Solo entrar en el macizo y el calor asfixiante se convierte en un fresco ideal. El paisaje hay que verlo. Todo es tan grande que te sientes muy pequeño. Y el color, gris como la luna. Alguna pradera de hierba pero ni asomo de un árbol.
A lo lejos ya se veía el refugio de Collado Jermoso. Otro año cae con seguridad.
Tras tomar algo de comer (a Ana no le pareció suficiente lo que yo comí y tuve que completarlo) Volvimos bajando lo subido. La escupidera nos costó un rato. Cada dos minutos Ana me preguntaba " vas bien? Y tus pulsaciones?"
La vuelta a ella le costó más que a mí. No sabes bien cuánto has subido hasta que lo tienes que bajar. 11 kilómetros de bajada en los que repetimos varios abrevaderos, un par de cabañas, y Fiona buscando la sombra de cualquier árbol para respirar.
Al final, a las 6 de la tarde llegamos a la autocaravana y pudimos ducharnos (con agua fría, seguimos sin gas) y comer.
Ya un rato después nos acercamos al pueblo y nos tomamos unas jarras de cerveza que sentaron genial. Cenita y a descansar, que mañana seguro que se nos ocurre algo más.Leer más
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- Día 9
- miércoles, 24 de julio de 2024, 17:13
- ☀️ 23 °C
- Altitud: 1.463 m
EspañaCaldevilla43°7’30” N 4°58’53” W
Ultimo día de monte: no decepcionó

Comenzamos el ultimo día completo en Posada de Valdeón y el último día de monte.
Anoche buscamos en el mapa algo sencillito y sobre todo que tuviera sombra. Tras deliberar sobre dos opciones nos decantamos por una de 4 horas de ida y otras 4 de vuelta. El puerto de Panderruedas.
Preguntamos en el centro de interpretación y nos dijeron que la ida era cuesta abajo, que todo al Sol y que no había agua. No dió ni una. A la vuelta entramos a decírselo y no le sentó muy bien. Ignorante no es el que no sabe, es el que cree que no tiene nada más que aprender.
La subida inicial, 3 kilometros, es cañera cañera. No tiene nada que envidiar a las subidas de ayer. Excepto por qué va entre hayedos y robles.
Después sigue subiendo otros 10 kilómetros, lo que suele sumar unas 4 horas. Pero claro, ¡Como íbamos a pasear nosotros! En 3 horas estábamos arriba; El puerto tiene una gran explanada y un montecito con un mirador muy conocido en la zona, el mirador de Piedrafita. Así que subimos a verlo. Torpes nosotros nos metimos al camino que subía a la torre de comunicación, pero ya que estábamos allí subimos a ver si había algún otro paisaje.
Bajada a la fuente del puerto, arreglo de ampollas y similares de los pies (y no nos da coraje ir en sandalias) y empezamos la bajada. ¡Odiamos bajar! ¿Lo hemos dicho alguna vez? A veces los cuádriceps echaban humo. Fiona se volvió loca, si es que alguna vez no lo estuvo, y subía y bajaba monte detrás de hasta su sombra. Cuando ya casi estábamos... Otro mirador, y solo a 500 metros (subiendo, como no). Nuevo paseíto y ya por fin a la autocaravana. Fiona se tumbó a la sombra y ya no se movió hasta que la obligamos. Comimos, como siempre, a las 6 de la tarde. Pero esas comidas son las que mejor saben. La ducha siguió siendo con agua fría, una vez más y de nuevo, paseíto y cervecita en la plaza.Leer más
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- Día 9
- miércoles, 24 de julio de 2024
- ☀️ 28 °C
- Altitud: 918 m
EspañaPosada de Valdeón43°9’8” N 4°55’1” W
Fiona, menudo personaje

Fiona merece una huella ella sola.
Ya el año pasado nos acompañó a Posada de Valdeón, pero era una bebote a la que había que llevar muchas veces en brazos.
Estás vacaciones comenzó su andadura en Torrelavega. Convivir con los 2 perros de Claudia y Tania era difícil. Son un poco gruñones, sobre todo en su casa, cuando Fiona se acercaba a sus cosas.
Pero con Evan, Ari y las mayores pronto se sintió como una princesa.
El segundo día vió la playa por primera vez. El año pasado estuvo en una playa fluvial en Roma que no le gustó nada. Pero aquí descubrió lo divertido que es jugar en el agua. Aún no entiende que ese agua no quita la sed, pero lo pasó en grande.
Después campo salvaje junto a Riaño. Dimos un paseo por un bosque de hayas, sin camino claro y ella alucinó. Seguía un rastro, después otro, desaparecía, volvía a aparecer. A la vuelta, que en algunos momentos no lo teníamos claro, ella nos llevaba.
Lo siguiente fue el campamento. Carlos es su pasión, por lo que no le dejaba ni a Sol ni a sombra. El segundo día que le vió le tiro al suelo y se sentó encima, como diciendo este es mío.
Llegamos a Posada de Valdeón y ya fue el sumun de su semana de vacaciones.
El primer día tuvo mucho que aprender. Por donde subir y bajar los terraplenes, donde asomarse, a quien sí y a quien no acercarse, cuando pararse para atarse. Pero superó los 30 kilómetros, eso sí, cuando el calor apretaba buscando sombras en cualquier parte.
El segundo día fue una prueba difícil de superar también para ella. La subida muy bien, ya que había muchos puntos de agua y corría una suave brisa.
Pero la escupidera fue difícil. Ya hacía mucho calor y todo era roca que se desprendía.
La vuelta le costó. Buscaba la sombra más que el galgo y se bebía hasta las gotas de sudor.
Parecería que después de esto aborrecería el campo. Pero solo hay que mirar el vídeo del último día en Posada.
Tras 24 kilómetros de caminata, con más de 14 de subida, Fiona tenía aún cuerda para rato. Está claro, mientras el calor no sea su criptonita, no habrá aventura en el campo donde no nos siga.Leer más
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- Día 10–12
- 25 de julio de 2024 - 27 de julio de 2024
- 2 noches
- ☀️ 31 °C
- Altitud: 1.031 m
EspañaQuintanilla de las Viñas42°7’30” N 3°28’51” W
Final del viaje

El final de las vacaciones llegó. Nos levantamos temprano para poder dar un paseo con Fiona, una horita mientras amanecía por el macizo central, desde Collado Jermoso.
A la vuelta recogimos el campamento y marchamos camino del pueblo de Ana, Quintanilla de las Viñas.
Llegamos a las 5 de la tarde y tras comer decidimos dedicar un tiempo a preparar el viaje a Suiza. Tras ello iniciamos un paseo hasta el castillo de los Infantes de Lara. Cogimos un camino usado mil veces por nosotros, pero un agricultor lo había cultivado. Logramos retomar, y entren aliagas o ilagas, según de dónde seas, llegamos al camino y logramos subir hasta cerca del castillo, donde nos encontramos una valla eléctrica que rodeaba toda la parte de la montaña que pertenece a Lara de los Infantes.
Tras buscar una puerta llegamos al castillo y disfrutamos de un rato en un sitio especial.
La vuelta fue difícil, dejándose la pierna un poco averiada por los rosales silvestres .
A la mañana siguiente dimos un pequeño paseo. Volvimos al castillo a por las gafas de Sol de Ana que se quedaron el día anterior. De allí a la Peña de Lara, coronada por dos familias de buitres. Tras atravesarla de parte a parte llegamos a Cubillejo y desde allí, por el camino de Olaf, hasta Quintanilla de nuevo.
Tras el paseo comimos y nos preparamos para irnos. Solo tardé 10 minutos en encontrar las llaves de la casa, que al final estaban en mi bolsillo.
Volvimos a casa. 35 grados a las 10 de la noche.
Las vacaciones habían terminado.Leer más
ViajeroQue guay! Vuelve el diario!
👍👍👍👏👏👏 [Marisol]