Cansinos. Lo bueno y breve...
July 14 in France ⋅ ☁️ 19 °C
Siete de la mañana. Una campanada se escucha en la iglesia que hay a pocos metros del área. Y otra, y otra más. Ha estado lloviendo toda la noche, pero ni gota de frío.
Empiezo a contar las campanadas. Tres, tres más, ya solo falta 1, pero suenan otras tres. Y otras tres, acompañadas de un montón más. No da las siete campanadas que marquen las horas. Más bien nos grita ¡Vamos españolitos, que tanto dormirse tarde pero ya es de día!
Es catorce de julio. ¿Os suena? Hallá por el 1789, cuando unos muertos de hambre (literal) cambiaron la historia del mundo e hicieron rodar cabezas por todo París.
Intentamos dormir algo más pero fue difícil. A las 8,30 ya estábamos con Fiona viendo un mercadillo artesanal.
Aprovechamos para ir a comprar a las afueras y hacer tiempo hasta que abrieron el punto de información, donde preguntamos por alguna ruta curiosa. Nos dieron dos diferentes para que las intentáramos enlazar y eso hicimos. Con Wikiloc a mano creamos una ruta que llamamos " églice Saint Laurent Eliza, Arradoy y iglesia Notre Dame du Bout du pont desde Sant Jean Pierre pie du port" (la ruta ya está subida a Wikiloc y se puede consultar)
Casi nada. 16,5 kilómetros y 600 metros de desnivel.
El inicio de camino fue fácil. Cruzamos algunas calles, hicimos parada en un servicio publico y llegamos al pueblo de Ispoure. Un pueblo irreal. Grandes casonas con unos jardines impresionantes. Vallas de 1 metro de alto y sin puertas. En fin, radicalmente diferente a lo que vemos en Madrid.
Desde allí todo era subir. Primero entre casas, después entre viñedos y un poco más adelante en medio de un bosque de hayas. Cuando ya estábamos hasta el gorro de subir llegamos al inicio de la segunda parte, la subida a la cima. Aquí tuvimos un pequeño problema. El camino nos ofrecía varias posibilidades para ascender, y Wikiloc nos indicaba una. Yo decía que había que seguir la aplicación y Ana que de qué hablaba, que la ruta me la había inventado yo. A está mujer le cuesta entender la INA (inteligencia natural).
La subida a la cima era un bosque de robles increíble, con una buena cuesta. De pronto Ana soltó "ya he calentado, ¿empezamos a subir?"
Debió ver las diferentes tonalidades que adquiría mi cara cuando recordé al hadita subiendo monte a brincos dos días antes mientras yo sentía como me llegaba la extinción cual mamut fuera de su era.
Elegantemente puso cara de "es una broma" y seguimos subiendo a paso humano.
Al final la subida fue facilita.
Al llegar arriba aprovechamos para beber y comer algo. Yo abrí el grifo del sudor y al escurrir la camiseta provoque un charco que las autoridades francesas han denominado "Le lagune de le Ignace", la primera laguna del mundo en una cima.
La bajada fue muy fácil. Hubo que correr un poco para despistar a unos vascogabachos que nos seguían de cerca y así poder evacuar aguas grises, pero en nada llegamos a San Juan. Compramos una provisión de quesos y nos fuimos a comer.
Por una vez seguimos horario francés, o casi. Ellos cenaban y nosotros comíamos.
A eso de las siete, al sonido de música de una trompeta y un teclado ( como cuando de niños venían con la cabra que bailaba) nos dirigimos de nuevo al pueblo. Parecía que hubiera pasado el ángel de la muerte por él. Algunas personas terminando de cerrar y nadie más. Cual ratas en Hamelin en una tarde de otoño buscamos el origen de la música, que continuaba. En la plaza del ayuntamiento había una especie de escenario (remolque de camión con la lona levantada por un lado) y tres personas tocando. Abajo había un grupo de unas 50 personas bailando. No nos sumamos porque nos dijeron que no era para niños.
Volvimos al área y la música seguía. Calculamos que eran como 10 canciones que se repetían en bucle. Cenamos y la música seguía. Nos acostamos y la música seguía.
"Cansine, le bon et bref..."
A las 11 de la noche empezaron los fuegos y por fin la música se terminó. Ya podríamos descansar.Read more










