• Agüeros y brujas

    July 23 in Spain ⋅ ⛅ 14 °C

    El área al que habíamos llegado la noche anterior es muy curiosa. Pequeña, junto con un aparcamiento de pago y un chiringuito donde tomar algo o comer. El dueño, super amable, nos contó que rutas hacer por la zona y nos ayudó a buscar en la ruta del agüero (de las aguas, para los incultos como) la mejor aplicación para seguirla. La ruta consiste en un camino de 11 kilómetros que empieza bajando 500 metros de desnivel hasta la carretera de la Hermida y vuelve a subir los 500 otra vez. En el camino encontramos 4 cascadas. La primera absolutamente impresionante. Solo nos faltaba llevar el bañador para habernos metido al agua.
    El camino iba alternando bosques de robles con hayedos, tan tupidos que el Sol no nos molestó.
    En una de las cascadas había un grupo tirándose con cuerdas. Envidia cochina.
    Cuando terminamos los 11 kilómetros enlazamos con otra ruta, la mitológica. Algún grillao había realizado más de 20 figuras de madera a tamaño natural de seres mitológicos de Cantabria y las había colocado en el bosque a lo largo de 4 kilómetros. Como es de imaginar estaba a tope de niños y lo que podríamos denominar domingueros.
    La ruta subía a un mirador, una antigua atalaya. Desde el que las vistas del desfiladero de la Hermida eran espectaculares.
    Bajamos, comimos y partimos camino de Posada de Valdeon. Al día siguiente pretendíamos hacer la ruta estrella de las vacaciones, la subida a Collado Jermoso.
    El viaje era largo, largo, largisimo.
    Pasamos el puerto, que digo puerto, el puertaco de San Glorio. Que pena que te hagan santo, le pongan tu nombre a un puerto y a diario te maldigan cientos de viajantes.
    Después la maravillosa autovía a Posada de Valdeon ( espero que se aprecie el pedazo de sarcasmo), donde la carretera literalmente se cae a partir del puerto de Pandetrave.
    10 kilometros después del puerto llegamos al área y, ¡oh sorpresa! Estaba llena. Llamamos al camping. Lleno, así que nos tocó dormir en un descampado donde aparcan autocares y todos los que como nosotros llegamos tarde.
    -Esto es ilegal. No se puede dormir aquí. - decía Ana una y otra vez.
    - Que solo vamos a estar aparcados. No pasa nada.
    No sirvió de nada. Está noche estaba dispuesta a no dormir.
    Encima los nervios de la subida de mañana. 16 kilómetros de alta montaña más otros 10 para llegar allí. En total unos 26 kilómetros con un desnivel mortal. Se preparaba una noche larga y una puesta en marcha temprana.
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