Satellite
Show on map
  • Day 2

    Colombo de noche

    March 21 in Sri Lanka ⋅ ☁️ 30 °C

    Nada más llegar al aeropuerto, cambiamos dinero para conseguir nuestras primeras Rupias SriLankesas, y compramos una tarjeta Sim por si las moscas. Hacemos contacto con nuestro taxista, y tras un viaje movidito en el que nos vamos haciendo a la idea de lo que nos espera en las carreteras de este país, nos lleva directos hasta nuestra morada de hoy, The Den 23. Iciar sostiene que se llama así por ser un "Oasis, lugar tranquilo" en el número 23 de la calle, pero yo estoy seguro de que es porque tienen un taller DENtal con acceso directo a la recepción, desde donde vemos como 3 o 4 locales trabajan, moldean y lijan prótesis dentales. El olorcillo desde luego, es a Dentista y no a Oasis.

    Nos damos una ducha merecida después de más de 14h desde que salimos de Paddington hacia el aeropuerto. El aire es pegajoso y el agua no sale lo suficientemente fría (que diga yo esto, que me ducho con agua hirviendo, es para alarmarse), pero conseguimos sentirmos mas frescos (y limpios), y ya estamos ready para salir a visitar Colombo.

    No tenemos mucho tiempo y queremos aprovechar, pero una callejuela con ambientillo se pone en nuestro camino y no podemos evitar acercarnos a echar un ojillo. Nos dejamos llevar por lo que de verdad nos apetece, y acabamos dándole una oportunidad a la cerveza local, Lion, qué marida perfectamente con unos tacos de jackfruit y una pizzeta con queso 😋

    Tras la paradita a tomar fuerzas, nos dirigimos hacia el templo de Gangaramaya, recomendado por un amigo. Nos descalzamos y paseamos en silencio por las diferentes estancias, todas rodeadas de figuras de buda, frescos, bajorrelieves, y locales rezando, encendiendo incienso y pidiendo a Buda que sus mejores deseos se hagan realidad.

    Una mujer con gesto alegre pero mirada melancólica nos invita a rellenar con aceite unos cuenquitos que, sumergiendo una cuerdita en los mismso, funcionarán a modo de vela durante unas horas. Más tarde descubrimos que esta mujer está embarazada y le vemos rezar junto a familiares y monjes frente a un árbol centenario, sosteniendo todos una misma cuerda que une los une uno a uno en una misma oración. Un pequeño malentendido con un grupo de chicas adolescentes acaba dando lugar a un selfie con ellas, que ilusionadas posan junto a nosotros.

    Paseamos por las estancias laberínticas que nos quedan, y tras sentarnos un rato a vislumbrar la estampa, nos volvemos a poner los zapatos y ponemos rumbo al mismo bar, donde Iciar calma su hambre restante, y yo, mi sed.

    Cogemos nuestro primer TukTuk hasta el hotel en un viajecillo rápido nocturno, y ya en la habitación yo acabo por fin de revisar los planos que me faltaban, y tras sacarles foto y enviarlos, los tiro a la basura con infinito placer. Mañana será un día largo y en descanso brilla por su asuencia así que me apresuro a meterme a la cama y dormir junto a Iciar, que ya lleva un tiempo roncando.
    Read more