A 13-day adventure by Daniel Read more
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  • Encuentro con Iciar en Londres

    March 19 in England β‹… ☁️ 13 Β°C

    Acabo un día ajetreado y mientras Icíar coge el vuelo desde Bilbao hacia Londres, me dirijo a mi cita semanal de Volleyball. Cuando acabo, voy hacia casa a terminar de preparar la mochila y cerrar algunas cosillas pendientes mientras espero a que Icíar llegue.

    Llega sobre las 21:00 y nos reencontramos en casa emocionados al atisbar por fin el inicio de nuestro viaje a Sri Lanka a la vuelta de la esquina! Reservamos un par de cosas pendientes, hacemos el Chek-in, pedimos unas pizzas para ponernos al día, y nos vamos a la cama con los deberes hechos.

    Al día siguiente, me voy a trabajar con la mochila al hombro, y dejo a Iciar encargada de dejar la casa en orden, ya que yo no volveré hasta después del viaje.

    El día de trabajo se hace duro, largo y estresante, pero sabiendo que uno se va a Sri Lanka esa misma noche ayuda a sobrellevar los males. Salgo a las 18:00 dirección a Paddington, donde nos encontraremos para ir a Heathrow T4.

    Tras un pequeño lapsus y subirnos al tren equivocado, llegamos por fin a Heathrow, checkeamos las maletas y nos dirigimos a la puerta de embarque, donde nos espera nuestro Airbus 380 de Etihad Airways, dirección a Abu Dhabi. Mientras Icíar se duerme viendo una película, yo acabo de revisar unos planos que, cómo no, me he tenido que traer para acabar mientras estoy de vacaciones. Consigo dormir un par de horas antes de llegar a Abu Dhabi.
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  • Day 2

    Escala en Abu Dhabi

    March 21 in the United Arab Emirates β‹… β˜€οΈ 22 Β°C

    Aterrizamos en Abu Dhabi sobre las 07:00. El aeropuerto está recien estrenado y tanto los azafatos, la megafonía y las revistas a bordo no dejan de repetirnos lo nuevo, avanzado, y orgullosos que están de su nuevo aeropuerto, que toma nombre, Zayed, del presidente que unió a los emiratos arabes bajo el mismo país, Emiratos Árabes Unidos.

    En susodicho aeropuerto, nos acabamos decantando por tomar un café muy rico en % Arabica, y damos una vueltilla por las lujosas tiendas antes de dirigirnos a nuestra puerta de embarque. Nos lavamos los dientes, y mientras hacemos unos estiramientos circulatorios, nos llaman a embarcar.

    Este avión es más "humilde", y tras otra siestita nos plantamos en Colombo, Sri Lanka a las 15:35 hora local. Here we gooo!!
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  • Day 2

    Colombo de noche

    March 21 in Sri Lanka β‹… ☁️ 30 Β°C

    Nada más llegar al aeropuerto, cambiamos dinero para conseguir nuestras primeras Rupias SriLankesas, y compramos una tarjeta Sim por si las moscas. Hacemos contacto con nuestro taxista, y tras un viaje movidito en el que nos vamos haciendo a la idea de lo que nos espera en las carreteras de este país, nos lleva directos hasta nuestra morada de hoy, The Den 23. Iciar sostiene que se llama así por ser un "Oasis, lugar tranquilo" en el número 23 de la calle, pero yo estoy seguro de que es porque tienen un taller DENtal con acceso directo a la recepción, desde donde vemos como 3 o 4 locales trabajan, moldean y lijan prótesis dentales. El olorcillo desde luego, es a Dentista y no a Oasis.

    Nos damos una ducha merecida después de más de 14h desde que salimos de Paddington hacia el aeropuerto. El aire es pegajoso y el agua no sale lo suficientemente fría (que diga yo esto, que me ducho con agua hirviendo, es para alarmarse), pero conseguimos sentirmos mas frescos (y limpios), y ya estamos ready para salir a visitar Colombo.

    No tenemos mucho tiempo y queremos aprovechar, pero una callejuela con ambientillo se pone en nuestro camino y no podemos evitar acercarnos a echar un ojillo. Nos dejamos llevar por lo que de verdad nos apetece, y acabamos dándole una oportunidad a la cerveza local, Lion, qué marida perfectamente con unos tacos de jackfruit y una pizzeta con queso πŸ˜‹

    Tras la paradita a tomar fuerzas, nos dirigimos hacia el templo de Gangaramaya, recomendado por un amigo. Nos descalzamos y paseamos en silencio por las diferentes estancias, todas rodeadas de figuras de buda, frescos, bajorrelieves, y locales rezando, encendiendo incienso y pidiendo a Buda que sus mejores deseos se hagan realidad.

    Una mujer con gesto alegre pero mirada melancólica nos invita a rellenar con aceite unos cuenquitos que, sumergiendo una cuerdita en los mismso, funcionarán a modo de vela durante unas horas. Más tarde descubrimos que esta mujer está embarazada y le vemos rezar junto a familiares y monjes frente a un árbol centenario, sosteniendo todos una misma cuerda que une los une uno a uno en una misma oración. Un pequeño malentendido con un grupo de chicas adolescentes acaba dando lugar a un selfie con ellas, que ilusionadas posan junto a nosotros.

    Paseamos por las estancias laberínticas que nos quedan, y tras sentarnos un rato a vislumbrar la estampa, nos volvemos a poner los zapatos y ponemos rumbo al mismo bar, donde Iciar calma su hambre restante, y yo, mi sed.

    Cogemos nuestro primer TukTuk hasta el hotel en un viajecillo rápido nocturno, y ya en la habitación yo acabo por fin de revisar los planos que me faltaban, y tras sacarles foto y enviarlos, los tiro a la basura con infinito placer. Mañana será un día largo y en descanso brilla por su asuencia así que me apresuro a meterme a la cama y dormir junto a Iciar, que ya lleva un tiempo roncando.
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  • Day 3

    Kandy πŸͺ·πŸ¦·

    March 22 in Sri Lanka β‹… β›… 29 Β°C

    Nos despertamos a las 06:00 😡 para coger el tren a las 07:00. Hacemos las maletas corriendo, dejamos las llaves y agarramos em primer TukTuk que podemos dirección a Fort Station Colombo. En la estación, imprimimos los billetes y buscamos nuestro andén y asiento. Estamos en segunda clase, lo que al menos incluye ventiladores en el techo. Nos ha tocado un trozo pequeño de ventana pero pronto vemos que lo importante es tener acceso a las puertas que hay entre los vagones, que la gente deja abiertas para que el aire entre y de paso, sacar fotos y posar mientras el tren avanza sinuoso entre las montañas dirección a Kandy. Tomamos ejemplo y pasamos parte del trayecto asomados a la puerta sacando fotos y vídeos. El trayecto dura 2h 30' y llegamos a Kandy sobre las 9:30.

    Kandy parece algo más ajetreado y decadente que Colombo. Aquí se encuentra uno de los mayores templos de peregrinación del budismo en cuyo altar está la reliquia del diente de Buda. Buscamos primero un café para saciar nuestras ansias occidentales y encontramos un pequeño café muy cuco con un menú bastante occidental que después de no haber desayunado, agradecemos. Tras el café nos dirigimos al templo del diente de Buda y pasamos el control de seguridad, donde el guarda se encarga de ponerme correctamente un pareo que tape mis rodillas.

    πŸ’‘ En el budismo es irrespetuoso tanto llevar calzado en los templos, como mostrar hombros o rodillas. Tampoco se debe dar la espalda a las estatuas de Buda y mucho menos sacarse fotos haciéndolo.

    El templo es parecido al que visitamos en Colombo, está formado por varios edificios de diferentes épocas y arquitecturas que se van entrelazando con distintos altares, salas de oración y reliquias. Parece que seguimos despertando curiosidad, ya que dos chicas adolescentes nos vuelven a pedir una foto con ellas. También es curioso que al inicio de todas las entradas o escaleras hay una piedra grabada que simboliza la entrada. En una de las salas nuevas aprendemos como Buda llegó a ser Buda y la historia de su diente que acabó en este templo después de pasar por más de seis altares y ser confiscado por los ingleses y posteriormente recuperado por los ciudadanos de Sri Lanka.

    πŸ’‘ Dice la leyenda que quién tenga el diente de Buda en su poder, tendrá derecho a gobernar Sri Lanka. Esto ha generado guerras, traiciones, robos y luchas de poder durante siglos.

    Una vez visitado el templo nos ponemos en marcha hacia la estación de autobuses, donde debemos buscar el que nos lleve a nuestro próximo destino, Nuwara Eliya. Con mucha suerte, encontramos un bus que está a punto de partir en esa dirección, con asientos libres, y ambientillo Sri Lankes. Se avecina un viaje movidito. Otra experiencia local al carro!
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  • Day 3

    Viaje en bus hasta Nuwara Eliya

    March 22 in Sri Lanka β‹… ☁️ 27 Β°C

    Este viaje en autobús va a ser interesante. Subimos cuando el bus está justo en marcha, pensando que lo perderíamos, pero pronto nos damos cuenta que la gente sigue subiendo en mitad de la calle cuando va lento. Las puertas están abiertas y así seguirán todo el viaje.

    Nos instan a dejar nuestras mochilas en la parte de delante, junto al conductor, ya que en las baldas de encima de los asientos no caben. Tenemos nuestros reparos, pero no parece que tengamos opción ni que vaya a pasar nada, así que con algo de recelo, confiamos.

    El bus está bastante lleno y no hay dos asientos juntos libres, por lo que decidimos separarnos. Icíar se quedará en la 3ª fila junto al pasillo, y yo iré al asiento del fondo, donde hay otro asiento libre. El autobús es más estrecho que uno "normal" y además tiene 5 asientos por fila en vez de 4, por lo que el espacio para cada individuo es reducido.

    Poco a poco la gente va subiéndose mientras salimos de la ciudad, hasta que el autobús está completamente lleno, tanto de gente de pie en el diminuto pasillo como apretujados en los asientos. En mi caso comienzo a sentir un poco de agobio por Icíar y las mochilas ya que no tengo mucha movilidad mientras mis hombros están completamente bloqueados entre el señor me mediana edad del asiento de la ventana de mi derecha, y el señor mayor con bigote, dormido y apoyando su cabeza en mi hombro cada vez que el bus gira en mi dirección.

    Han pasado unos 30 minutos desde que comenzó el viaje, y recibo un SMS de Icíar, dándome la contraseña del Wifi de su móvil. Nos ponemos en contacto por WhatsApp. Todo bien, las mochilas están bien y ha hecho un nuevo amigo, un policía retirado, que le repite que todo está bien y que no se preocupe. Me quedo más tranquilo, y mientras la música por los altavoces va subiendo de volumen, me voy dejando llevar. El paisaje es espectacular y el bus serpentea, entre bocinazo y bocinazo, tambaleo y tambaleo, por las humildes carreteras que van hacia las montañas.

    A las 2h de camino, y en medio de una lluvia torrencial (no llovía hace 4 meses) el bus hace una parada y vemos que la mayoría de los pasajeros bajan, pero el bus no continua su camino. Es una parada estratégica para comprar provisiones, y por la ventana vemos a la gente comprar fruta, agua, snacks, y echarse un cigarrito antes de subir de nuevo al autobús.

    El señor que estaba sentado en la ventana también ha bajado, y me ha cedido su asiento, cosa que agradezco con una sonrisa y un intento de gracias en Cingalés. El señor mayor previamente dormido a mi lado, ha vuelto de la tienda y ha comprado agua, pero es incapaz de abrir el tapón. Con un gesto humilde hace ademán de darme la botella mientras hace el gesto de abrirla. Entiendo y procedo a ayudarle. Con una media sonrisa agarra la botella ya abierta de vuelta. Toma un par de tragos, la guarda, y saca de su mochila 2 "limas". Me ofrece una, y hace el gesto de hundir el pulgar en la otra, y tirar por encima del hombro algo invisible. Pronto entiendo que son mandarinas, y procedo a imitarle. Cuando va por la mitad, estira el brazo por delante mío y tira las mondas por la ventana. Es una mandarina de color verde lima, con la piel prieta y el interior muy blanquecino. Tiene unas 15 pipas y un sabor muy ácido, pero está riquísima. Con una sonrisa y media mandarina en la boca, tiro la piel por la ventana y voy escupiendo una a una las pepitas.

    Tras 3h 30' llegamos a nuestro destino. Consigo llegar hasta el asiento de Iciar con dificultad entre curva y curva, pasajero y pasajero. Y justo a tiempo el bus para, cogemos las mochilas y bajamos, despidiéndonos de todos.
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  • Day 3

    Llegada a Nuwara Eliya

    March 22 in Sri Lanka β‹… ☁️ 17 Β°C

    Subimos andando una carretera cochambrosa que nos lleva a nuestro alojamiento de hoy, Cottage San Francesco. Se lo han recomendado a Iciar y la verdad es que han acertado. Está un poco alejado del pueblo, pero la recepcionista (y Oliver, su hijo de 3 años) nos dan una bienvenida esplendida.

    El colchón tiene muy buena pinta, el edredón es espeso y las vistas son espectaculares. Nos aseamos con tranquilidad y para ir hacia el pueblo pedimos un tuk tuk. La verdad es que ya es bastante tarde asi que queremos ir directos a cenar. Habíamos revisado un par de sitios pero el conductor del TukTuk nos recomienda un tercero, que no nos acaba de convencer cuando llegamos. Parece muy "falso" y está lleno de turistas. Le pedimos que nos lleve a uno algo más local. Nos acaba llevando a Remarco, una pastelería/restaurante/take away con gente local en el que pedimos un curry de pollo y otro de ternera, acompañados de un 7up y una Mirinda de naranja. De postre un par de raciones de tarta de chocolate πŸ«πŸ˜‹

    Tenemos aún espacio para una cervecita, y andamos unos metros hacia un pub que hemos visto antes desde el tuk tuk. Tomamos una Lion 🦁 beer y llamamos al tuk tuk de confianza para que nos recoja.

    El señor del TukTuk está siendo bastante majo, y al acabar cada frase, en vez de una pausa dice "madam", refiriéndose a Iciar. Yo recibo un par de "sir" pero está claro quién es su favorita. Nos lleva a casa sanos y salvos y nos vamos a dormir.
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  • Day 4

    Nuwara Eliya y viaje en tren a Ella

    March 23 in Sri Lanka β‹… β˜€οΈ 16 Β°C

    Hemos dejado un poco abierta la cortina a la noche, y el amanecer nos despierta sobre las 06:30. Intento seguir durmiendo pero no hay manera, asi que decido leer un poco y sobre las 07:00 le propongo a Iciar que hagamos yoga. Mi nula flexibilidad no lo hacen nada fácil pero consigo seguir más o menos sus pasos en lo que es su primera "clase" de yoga como profesora. Un poquito más relajados y justo a tiempo, vamos al segundo piso a tomar nuestro desayuno πŸ˜‹. Es copioso pero no tiene pinta de que vayamos a tener un rato para comer hoy, asi que terminamos todo haciendo acopio de energía. Cuando terminamos, preparamos la mochila y nos vamos, dando gracias al dueño por su hospitalidad.

    Nuestro tuktuk nos lleva hasta Pedro Estate Tea Plantation, una fábrica de Té que nos hace una rápida introducción al proceso de recolección, secado y preparado del té, que luego se subastará a las grandes compañías para que lo empaqueten y vendan.

    πŸ’‘ El té se recoge a mano solo por mujeres, durante 8h al día. Cada 2 horas van a descargar su recogida a la fábrica. Los arbustos de té se podan cuando ya no quedan hojas tiernas, y a los 4 meses, cuando ya han vuelto a dar hojas, se vuelve a recolectar.
    El té se seca en unas camas de rejilla reduciendo su humedad hasta un 40%, luego se tritura con unos rodillos de latón y se clasifica por tamaños, mandando de vuelta al rodillo los trozos más grandes. Una vez se consigue una mezcla homogénea, se hace pasar por 4 tamices, uno encima de otro, para clasificar el té final por tamaños. Cuanto más fino el té, más fuerte y amarga quedará la infusión. Una vez separado, se vuelve a secar hasta reducir la humedad a un 2% (un 0% lo quemaría), y se lleva a subastar.

    El tuktuk nos ha estado esperando con las mochilas, y nos lleva hasta Nanu-oya, donde el tren que nos va a llevar a Ella llega tarde y está petado. Un poco agobiante al principio ya que nos toca estar de pie en el pasillo, pero poco a poco la gente se va relajando y la amabilidad comienza a aflorar. Conversaciones aquí y allá, asientos compartidos, ofrecimientos de fotos... Consigo sacarle un par de instantáneas de influencer a Iciar en la ventana del tren, compramos un par de samosas picantes del vendedor ambulante que lleva pasillo a pasillo una caja llena sobre du cabeza, y observamos el paisaje mientras el tren nos balancea de aquí para allá.
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  • Day 4

    Llegada a Ella y clase de Cocina

    March 23 in Sri Lanka β‹… ☁️ 24 Β°C

    Hemos reservado una clase de cocina a las 17:00. Llegamos en tren sobre las 16:30 y nos apresuramos hacia el hotel andando para dejar las mochilas antes de ir a la clase. Saludamos a la familia que nos hospeda, y corremos a dejar las mochilas. Iciar se da una ducha rápida y cuando nos disponemos a salir, la madre nos para para ofrecernos una bebida de bienvenida de papaya, sandía y lima, que agradecemos pero tomamos corriendo para llegar a tiempo a la clase. Hablando de la misma, el padre se ofrece a llevarnos en su TukTuk, lo que nos ahorra unos minutos.

    Cuando llegamos, nos damos cuenta de que solo vamos a ser 4 personas, lo que agradeceremos. Will y Karess, una pareja inglesa de Londres, nos acompañarán en esta experiencia. La cocinera se presenta, y nos va explicando paso por paso e ingrediente por ingrediente cada plato de los que vamos preparando, así como la importancia de las hojas de curry (diferente a la especia) y de pandan. También a cómo preparar nuestra propia especia de curry en casa. Nosotros nos encargamos de cortar y preparar todos los ingredientes, y ella de mezclarlos y mostrarnos qué especias y en qué momento añadirlas, asi cómo de calcular y medir los tiempos de cocción de cada plato.

    πŸ’‘ Cuando se habla de curry, en europa siempre pensamos en lo mismo. Sin embargo todos son diferentes y se preparan con distintos ingredientes. Lo único que tienen todos en común es que llevan la hoja de curry (se encuentra en árboles a lo largo de toda la región) y hoja de pandan (se encuentra en pequeños arbustos, de hoja fina y larga). Algunos de ellos ni siquiera llevan especia de curry (compuesta por una mezcla de otras especias: cardamomo, curcuma, pimienta...). Algunos llevan crema de coco, otros leche fe coco, otros agua... Unos son más secos, con más salsa, más picantes...

    Preparamos curry de patata, curry de pollo, moju de berenjena, curry de judías verdes, y sambol de coco (una especie de tabulé de coco picante). También rotti de coco, que es típico de Sri Lanka. Tras preparar todo, cenamos todos juntos este plato combinado tan rico.

    Cuando acabamos, damos las gracias y nos dirigimos al pueblo a tomar algo con nuestros nuevos amigos. Paramos en un bar cercano a tomar una cerveza Lion, cuál si no, y charlamos hasta que todos decidimos irnos a dormir.

    πŸ’‘ El pueblo de Ella está bastante saturado de turistas, y los locales y tiendas ya comienzan a ser prueba de ello. Todos tienen un aire más occidental y la cantidad de gente por la calle y en estos locales deja ver que la población local ha sido bastante desplazada y/o absorbida por el negocio del turismo. El pueblo como tal no tiene nada salvo los alrededores, por tanto sirve como un hub para turistas que quieren hacer excursiones alrededor.
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  • Day 5

    Ella's Rock y tarde de compras

    March 24 in Sri Lanka β‹… ☁️ 25 Β°C

    Nos despertamos sin ninguna prisa. Estamos haciendo muchas cosas y por tanto descansar también toca, y más aún con estas vistas. Nos traen el desayuno a la terraza, que consiste en rotti con coco y miel, tostadas, fruta, rotti con coco especiado, y 2 pequeños platanitos.

    Hoy hemos decidido ir a Ella's rock, uno de los puntos mas altos alrededor de Ella, cuya caminata nos debería costar 4h ida y vuelta. Vamos primero a la ciudad (cuesta arriba) a tomar un café occidental (café con leche de toda la vida. Hay cosas que son innegociables). Luego volvemos (cuesta abajo) hacia el hotel, ya que nos creemos (yo) muy listos y vemos una ruta en Google que parece mejor que la que todo el mundo toma. Después de bajar y bajar por la carretera, nos vamos dando cuenta de que después habrá que subir y subir hasta Ella's rock.

    En la carretera que según Google lleva al camino, nos cruzamos con unos franceses que dicen haber sido timados al final del camino, tras pagar unas cuantas rupias para subir a una cueva, que según ellos "was shiiitt", y decirles después que el camino que debían tomar era antes de la cueva. Desconfiamos y seguimos hasta el final del camino para descubrir que efectivamente, no lleva a ninguna parte salvo una cueva/santuario con no muy buena pinta. Retrocedemos hasta el cruce donde nos habíamos encontrado con los franceses, y tomamos la carretera cuesta arriba. Parece que por fin estamos en el camino correcto. En el camino vemos unos cuantos monos y monitos jugar, y nos acabamos juntamos a una pareja de Australianos que parecen casi igual de perdidos que nosotros, pero llevan brújula y están siguiendo una ruta específica, por lo que no dudamos en pegarnos a ellos.

    Acaban por acompañarnos toda la subida. Se llaman Heimish y Kirstin, son de Melbourne, y están recién casados. Llegamos por fin al mirador, con unas vistas increíbles sobre el valle, y nos desviamos también hacia un mirador algo más lejos con un curioso altar de Buda debajo de una roca.

    Nada más decidir comenzar la bajada, comienza a chispear. Somos tan ilusos de comentar lo mucho que agradecemos un poco de lluvia que nos refresque, y que no nos vamos a poner ni el chubasquero. El de allí arriba nos debió escuchar, porque comenzó a jarrear de un modo nunca visto. De pronto eramos los únicos bajando la montaña, el camino se convirtió en un río embarrado, y con cuidado y chorreando (esta vez de lluvia y no de sudor) los 4 fuimos poco a poco descendiendo el mismo camino que 2h antes estábamos subiendo quejándonos del calor y de sudar por sitios que nunca habíamos experimentado, como las orejas.

    En este momento descubrimos que con la lluvia las sanguijuelas salen a buscar presa, en este caso, Iciar. Se la consigue quitar de un manotazo mientras jura y perjura, y a partir de ese momento puedo observarla hacer movimientos imposibles, contorsionismos varios y patadas ninja voladoras para no volver a tocar una sola planta el resto de la caminata. Sin mucho éxito, ya que vuelve a encontrarse otra en la mano al poco rato.

    Entre gritos de asco y juramentos en arameo, la lluvia va parando y vamos llegando, esta vez por el camino normal, de vuelta a Ella. El camino típico hacia Ella's Rock va por las vías del tren, que con cautela pero intrigados recorremos hasta llegar a nuestro alojamiento, donde ponemos la ropa a secar, nos duchamos, descansamos un rato y nos vestimos de nuevo para dar un paseo por las tienditas de la zona.

    En una panadería local, un Mr.Bean SriLankés nos sirve un par de samosas, un par de rottis con vegetales, un bollo de miel y otro de coco antes de dirigirnos a las tiendas. Me compro un pantalón y una camisa, dando envidia a Iciar que no encuentra nada que le quede bien, y cenamos algo ligero en un antro super auténtico antes de tomar una cervecita en Chill Café, bar que nos decepciona bastante en comparación con lo leído sobre el mismo.

    Mañana hemos planeado ir a otro monte cercano a Ella llamado Little Adam's Peak a ver el amanecer, lo que significa despertarse a las 4:50 de la mañana 😡. Revisamos el plan para los siguientes dias antes de irnos a descansar, que lo necesitaremos.
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  • Day 6

    Little Adam's Peak y viaje a Arugam Bay

    March 25 in Sri Lanka β‹… β˜€οΈ 21 Β°C

    Nos despertamos y percibimos que afuera ya está amaneciendo y hay luz. Más de la que debería. Resulta que Iciar ha puesto el despertador una hora más tarde sin querer. Por un lado, hemos dormido una hora más. Por otro, nuestro plan se ha ido más o menos al garete πŸ™ƒ. Decidimos subir hasta Little Adam's Peak igualmente, ya que las vistas seguro que siguen mereciendo la pena, y la luz es bonita a estas horas. Nos ponemos en marcha a las 6, y llegamos a la cima sobre las 7. el camino está bastante vacío y la luz se cuela entre las plantaciones de Té, iluminando Ella's rock.

    En la cima, sacamos unas cuantas fotos con esta luz tan bonita y procedemos a bajar por el mismo camino. Al llegar a la carretera principal, nos desviamos para ver el puente de los 9 arcos, muy conocido y de gran interés turístico, ya que crea una estampa muy bonita cuando pasa el tren (solo 7 veces al día). Está lleno de turistas y la verdad no nos entusiasma demasiado, pero es verdad que tiene mucha importancia histórica y los alrededores son increíbles. Con los deberes hechos, volvemos camino a la ciudad, tomamos un café en nuestra cafetería occidental de confianza, y estamos a las 09:00 como un reloj de vuelta en la habitación para tomar un rico desayuno.

    Esta vez nos sirven hoppers, rotti con dahl, zumito de papaya, tostadas, y rottis con coco y miel. Hacemos las mochilas, nos despedimos de la familia que tan hospitalariamente nos ha acogido, y pedimos un Uber para ir hasta Wellawaya, un punto intermedio en nuestro viaje en el que cogeremos un bus para ir hasta Pottuvil, y de ahi un TukTuk a Arugam Bay.

    Nos recoge Ashok, un Sri Lankés en un Suzuki, que ha trabajado 6 años en Corea del Sur arreglando piezas de carrocería y habla Coreano perfectamente. Durante el viaje de 45 minutos, nos cuenta la actualidad política del país y nos hace entender mejor los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos de Sri Lanka. También nos habla de su familia, y de lo muy orgulloso que está de lo bien que le han ido a su hijo en los exámenes. A mitad de viaje, para en mitad de la carretera (literalmente) cuando ve que en el arcén hay plantas de pimienta y de café para enseñarnoslas, y de paso explicarnos cómo se buscan gemas preciosas en Sri Lanka, país también conocido por la calidad de éstas.

    Al llegar a la estación de bus de Wellawaya, cogemos su WhatsApp (todos los taxistas o TukTuks te lo ofrecen por si acaso precisas de sus servicios más adelante) e intentamos buscar el bus que tenemos que coger. Al principio nos estresamos un poco. No se ve ningún otro turista, el lugar es bastante destartalado y un hombre nos pregunta insistentemente a dónde queremos ir para ofrecerse a llevarnos en taxi. Le mandamos a paseo, nos sentamos y nos tranquilizamos. En el puesto de información nos dicen que el bus sale a las 13:30. Son las 12:10. Vamos a un bar cercano a comer algo (rice&curri en mi caso, un hot dog raro en el caso de Iciar), tomar una coca cola e ir al baño. A las 13:35 llega el bus, y todo parece estar enfilado. Nos subimos y ahora sí que conseguimos sitio juntos.

    Este conductor no se anda con chiquitas y el viaje es un vaivén continuo. Frenazos, bandazos, acelerones... Todo bañado en un sinfin de bocinazos, sonidos de líquidos de freno y rugidos de motor. Nos lo tomamos con humor, pero desde luego hay que tener estómago para esto. Podemos oir a dos de los pasajeros no tenerlo. Cuando quedaban 40 minutos de viaje, el revisor comienza a gritar hacia nosotros e indicar con aspavientos que nos acercáramos al frente del bus. No entendemos muy bien lo que pasa hasta que uno de los pasajeros dice "present, present" (regalo). Y cuando llego al frente lo veo a través del parabrisas. Un elefante está cruzando la carretera a 50 metros de nosotros. El autobús para, y el revisor me insta a bajar para sacar fotos. Cuando vuelvo al asiento con Iciar, no nos lo podemos creer. El autobús comienza a avanzar lentamente y saludamos al elefante desde la ventanilla, viendo cómo se hace pequeño en la lejanía. Definitivamente el viaje en autobús ha merecido la pena, y este será para siempre el primer elefante que hemos visto en nuestra vida, desde un bus de línea cutre con tapizado de dragones y estampas amarillas por doquier, que paró a mitad de trayecto para que dos guiris pudiesen sacar fotos a un elefante.

    Llegamos a Pottuvil, agradecemos al revisor y el conductor, nos despedimos de todos y cogemos un TukTuk (al que conseguimos regatear 100 rupias) dirección a Arugam Bay.
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