Satellit
Visa på kartan
  • Dag 11

    Mission failed

    20 december 2022, Panama ⋅ ⛅ 27 °C

    - - parte español abajo - -

    Die letzten Tage waren etwas verrückt. Die Nacht von Samstag auf Sonntag sind wir mit dem Bus durchgefahren nach Panama City. Dort angekommen sind wir nach kurzer Recherche wie man gut mit Boot über die Grenze nach Kolumbien kommt (es gibt keinen Landweg!), direkt weiter mit dem Bus bis ein kleines Dörfchen namens El Llano. Dort führt die Straße ab zum Hafen Carti, von wo aus wir uns ein Boot Richtung Kolumbien suchen wollten. Nachdem uns ein Auto diese Straße 2h lang mitgenommen hatte und wir am Hafen ankamen, hatten wir einen kurzen Schreck wie klein dieser "Hafen" letztlich war und in was für einem Kaff wir gelandet sind. Auf Kaff waren wir auch maximal schlecht vorbereitet, da wir weder viel Bargeld, noch Essen dabei hatten und unsere Gaskartusche für den Kocher auch leer war. Der Ort bot aber weder Supermarkt noch Bankautomat und überall war auch nur Barzahlung möglich. Außerdem wurde relativ schnell klar, dass uns kein Boot kostenlos mitnehmen würde und die Preise auch sehr hohe Bargeldsummen waren, die wir schlicht nicht hatten. Nachdem wir gefühlt mit dem ganzen Dorf einmal geredet hatten (Übrigens waren fast alle Personen die wir kennengelernt haben, indigener Abstammung) und viel nachgedacht hatten, bot uns die einzige dort lebende Familie an, unsere Kreditkarte mit Bekannten nach Panama City zu schicken, damit diese uns dort Geld abholen könnten und uns am nächsten Morgen wieder bringen würden. Der Gedanke fühlte sich am Anfang sehr gruselig an, aber da wir schon länger mit der Familie geredet hatten und sie uns echt vertrauensvoll vorkamen und wir zudem keine andere Möglichkeit hatten, haben wir es dann tatsächlich gemacht und gehofft dass alles gut gehen würde. Zuvor hatten wir schon fast ein Boot nach Kolumbien gefunden gehabt. Der Kapitän wollte allerdings 75$ pro Person die wir zu dem Zeitpunkt leider noch nicht hatten. Also stellten wir unser Zelt auf und verbrachten die Nacht direkt am Hafen. Am nächsten Morgen wurde uns relativ schnell meine Kreditkarte mit dem vereinbarten Betrag gegeben und wir machten uns auf Bootsuche. Am Tag zuvor war uns gesagt worden,dass an diesem Tag ein Boot bis an die Grenze von Kolumbien fahren würde, was leider nicht stimmte. Dafür sollte heute eins fahren. Somit verbrachten wir die restliche Zeit mit Karten spielen und gingen an den Strand, wo uns mit Machete eine frische Kokosnuss geschenkt und geöffnet wurde. Abends schlugen wir nochmal unser Zelt auf und verbrachten unsere zweite Nacht am Hafen. Außerdem unterhielten wir uns noch mit dem Kapitän von dem Boot was uns mitnehmen sollte und einigten uns auf einen Preis. Das doofe war, dieses Boot würde uns nur knapp an die Grenze nehmen, von wo wir ein weiteres Boot bis an die Grenze nehmen müssten, worauf dann nochmal zwei weitere Boote folgen müssten um endlich nach Kolumbien zu gelangen und mit Bus weiter fahren zu können (also 4 Boote!). Wir wussten jedoch bei keinem der folgenden Boote weder Preis noch wann sie abfahren würden. Die Vorstellung irgendwo im Nirgendwo festzustecken und zu wenig Bargeld zu haben um weiter zu kommen, war zugegebenermaßen etwas gruselig. Im Gespräch mit dem Kapitän kam dann jedoch raus dass er zumindest für den nächsten Hafen sich über die Preise informieren könnte. Später kam er dann mit der Nachricht, dass das folgende Boot nochmal 75$ pro Person kosten würde. Damit würden die ersten beiden Boote 350$ kosten und unser ganzes Bargeld wäre erschöpft und dabei wären wir erst bei der Grenze von Kolumbien, wo noch zwei weitere Boote fehlen würden.
    Somit haben wir uns heute morgen dann entschieden zurück nach Panama City zu fahren und zu fliegen. Wohin wissen wir noch nicht so genau. Alles in allem hat es sich am Ende trotzdem gelohnt nach Puerto Carti zu kommen, auch wenn die Mission nicht zu fliegen wohl gescheitert ist. Wir haben super viele Menschen kennengelernt und hatten sehr interessante Gespräche. Und wir haben zum ersten Mal engeren Kontakt mit Indigenen Menschen gehabt, was in der Vorstellung natürlich krasser klingt als es letztlich ist, da es ja alles auch zivilisierte Menschen sind. War trotzdem spannend :)

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    Los últimos días han sido un poco locos. Pasamos la noche del sábado al domingo en autobús hasta Ciudad de Panamá. Tras una breve investigación sobre cómo cruzar la frontera con Colombia en barco (¡no hay ruta terrestre!), continuamos en autobús hasta un pequeño pueblo llamado El Llano. Allí la carretera lleva al puerto de Carti, desde donde queríamos buscar un barco a Colombia. Después de que un coche nos llevó por esta carretera durante 2 horas y llegamos al puerto, nos sorprendió brevemente lo pequeño que era en realidad este "puerto" y el tipo de vertedero en el que acabamos. Tampoco estábamos bien preparados para un puebloito así, ya que no llevábamos ni mucho dinero ni comida y el cartucho de gas de la cocina estaba vacío. En el lugar no había ni supermercado ni cajero automático, y en todas partes sólo se podía pagar en efectivo. También quedó claro con relativa rapidez que ningún barco nos llevaría gratis y que los precios también eran sumas en efectivo muy altos, de las que sencillamente no disponíamos. Después de haber hablado una vez con casi todo el pueblo (por cierto, casi todas las personas que conocimos eran de ascendencia indígena) y de haber reflexionado mucho, la única familia que vivía allí se ofreció a enviar nuestra tarjeta de crédito a Ciudad de Panamá con unos conocidos para que nos recogieran plata allí y nos trajeran de vuelta a la mañana siguiente. Al principio, la idea nos daba mucho miedo, pero como llevábamos tiempo hablando con la familia y nos parecían muy de fiar y no teníamos otra opción, lo hicimos y esperamos que todo saliera bien. Antes de eso, casi habíamos encontrado un barco a Colombia. Pero el capitán quería 75 $ por persona, que no teníamos en ese momento. Así que montamos la tienda y pasamos la noche directamente en el puerto. A la mañana siguiente, nos dieron mi tarjeta de crédito con el importe acordado con relativa rapidez y partimos en busca de un barco. El día anterior nos habían dicho que habría un barco hasta la frontera colombiana, lo que desgraciadamente no era cierto. Pero se suponía que iba a haber uno hoy. Así que pasamos el resto del tiempo jugando cartas y fuimos a la playa, donde nos dieron un coco fresco con un machete y lo abrimos. Por la tarde, volvimos a montar la tienda y pasamos la segunda noche en el puerto. También hablamos con el capitán del barco que debía llevarnos y acordamos un precio. Lo estúpido era que este barco sólo nos llevaría hasta la frontera, desde donde tendríamos que coger otro barco hasta la frontera, al que seguirían otros dos barcos para llegar finalmente a Colombia y continuar en autobús (¡así que 4 barcos!). Sin embargo, no sabíamos el precio ni la hora de salida de ninguno de los siguientes barcos. La idea de quedarme atrapado en medio de la nada y no tener suficiente dinero para seguir adelante me daba un poco de miedo. En conversación con el capitán, sin embargo, salió que al menos podía informarse de los precios para el próximo puerto. Más tarde volvió con la noticia de que el siguiente barco costaría otros 75 dólares por persona. Así que los dos primeros botes costarían 350 dólares y todo nuestro efectivo estaría agotado, y sólo estaríamos en la frontera de Colombia, donde aún faltarían dos botes más.
    Así que esta mañana decidimos volver a Ciudad de Panamá y volar. Aún no sabemos exactamente adónde ir. Con todo, al final mereció la pena venir a Puerto Carti, aunque fracasara la misión de no volar. Conocimos a mucha gente y mantuvimos conversaciones muy interesantes. Y por primera vez tuvimos un contacto más estrecho con los indígenas, lo que por supuesto suena más burdo en la imaginación de lo que es en realidad, ya que todos son gente civilizada. Pero aún así fue emocionante :)
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