• Day 161

    Mit dem MINIvan nach El Nido

    February 16, 2023 on the Philippines ⋅ 🌬 29 °C

    🇨🇭
    Heute stand bereits die Weiterreise in den Norden von Palawan auf dem Programm. Den Transport mit einem Minivan hatten wir gestern direkt im Hotel gebucht. Eine genaue Abfahrtszeit wurde uns nicht mitgeteilt, sondern lediglich eine Zeitpsanne, natürlich waren wir stets bereit und als das Telefon von der Rezeption klingelte, ging es ans Auschecken. Die Bezahlung des Hotels hatten wir leider noch nicht durchführen können, da das Kartenterminal seit unserer Ankunft nicht funktionierte. Natürlich war dies auch heute morgen noch nicht behoben, weshalb wir die Übernachtung in Bargeld bezahlten. Der bereits sehr gut gefüllte Minivan hatte noch für knapp zwei Personen Platz (Sitzplatz für eigentlich 1.5 Personen) und wie es sein musste, durften wir uns in die hinterste Reihe quetschen, wo die zwei grössten Männer im Van nebeneinandersitzen konnten. Der obligate Essenshalt nach etwa halber Fahrstrecke fiel für uns auch nicht sehr rosig aus, da wir nur unsere mitgebrachten Snacks verschlangen. Das Angebot beim Zwischenhalt machte uns zu diesem Zeitpunkt nicht an. Irgendwann kamen wir zum Glück in El Nido an und waren froh, den MINIvan endlich verlassen zu können.

    Am Busterminal angekommen mussten wir zuerst mit einem Tricycle zu einem mit dem Hotel vereinbarten Abholpunkt fahren, wo kurze Zeit später tatsächlich ein kleiner Pickup mit der Hotelaufschrift vorfuhr (wieso uns der Pickup nicht direkt an der Busstation abholen konnte, verstanden wir zu diesem Zeitpunkt nicht). Anschliessend folgte die bis dahin mit Abstand spannendste Fahrt (siehe Video). Durch eine kleine Gasse ging es nämlich direkt an den Strand, wo der Pickup einige Meter bis zur nächsten Strasse fahren musste. Auch die restliche Fahrt zum Hotel auf den sehr schmalen und holprigen Strassen hinten auf dem Pickup war ein lustiges Erlebnis. In unserer Unterkunft eingecheckt, ging es nochmals nach draussen (diesmal zu Fuss über den Strandweg, welcher am Abend durch die Flut ziemlich geflutet wird) in die Stadt, um uns nun noch richtig zu verpflegen. Beim Rückweg mussten wir dann auch die Turnschuhe (wieso wir Turnschuhe anhatten, wissen wir auch nicht) ausziehen oder bei jeder Welle auf die Mauer springen, um nicht nass zu werden.

    🇪🇸
    «En MINIvan a El Nido»

    Hoy, el viaje al norte de Palawan ya estaba en la agenda. Habíamos reservado el transporte con un minivan ayer en el hotel. No nos dijeron una hora exacta de salida, sólo un marco de tiempo, por supuesto siempre estábamos preparados y cuando sonó el teléfono, era hora de hacer el check out. Aún no habíamos podido pagar al hotel, ya que el terminal de la tarjeta no funcionaba desde nuestra llegada. Por supuesto, esta mañana seguía sin funcionar, así que pagamos la noche en efectivo. El minivan, que ya iba muy lleno, aún tenía sitio para algo menos de dos personas (asientos para 1,5 personas en realidad) y, como tenía que ser, nos dejaron apretujarnos en la fila de atrás, donde los dos hombres más altos de la furgoneta podían sentarse uno al lado del otro. La parada obligatoria para comer después de aproximadamente la mitad del trayecto tampoco fue muy de nuestro gusto, ya que sólo comimos los snacks que habíamos traído. La oferta en la parada no nos gustó en este momento. Por suerte llegamos a El Nido en algún momento y nos alegramos de poder finalmente dejar el MINIvan.

    Al llegar a la terminal de autobuses, primero tuvimos que coger un triciclo hasta un punto de recogida acordado con el hotel, donde poco después llegó una pequeña camioneta con la inscripción del hotel (en ese momento no entendimos por qué la camioneta no podía recogernos directamente en la estación de autobuses). Luego vino el viaje más interesante hasta el momento (ver vídeo). A través de un pequeño callejón fuimos directamente a la playa, donde la camioneta tuvo que conducir unos metros hasta la siguiente calle. El resto del viaje hasta el hotel por carreteras muy estrechas y llenas de baches en la parte trasera de la camioneta también fue una experiencia divertida. Tras registrarnos en el alojamiento, salimos de nuevo (esta vez a pie por el camino de la playa, que se inunda bastante al atardecer por la marea) a la ciudad para comer algo en condiciones. A la vuelta, tuvimos que quitarnos los tenis (no sabemos por qué llevábamos tenis) y saltar al muro en cada ola para no mojarnos.
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