• Anstrengende Reise nach Adelaide

    28. helmikuuta 2023, Australia ⋅ ☁️ 22 °C

    🇨🇭
    Gestern hiess es Abschied nehmen von Asien. Zum letzten Mal benutzten wir ein Grab-Taxi, welches uns wie gewohnt ohne Probleme zum Flughafen brachte. Dort wurden wir unseren Cash-Bestand an Pesos los und waren bereit für den Flug nach Hongkong. Leider konnte selbiges nicht von unserem Flugzeug behauptet werden, denn dieses kam mit ziemlich grosser Verspätung an und da wir nur etwas mehr als eine Stunde für den Transfer zur Verfügung hatten, wurden wir schon etwas nervös. Irgendwann konnten wir die Maschine dann doch betreten und der Flug von Manila nach Hongkong dauerte nur etwa halb so lange wie ursprünglich geplant. Wir hofften, dass unser Anschlussflug auf uns warten würde, wurden aber kurz nach Verlassen des Flugzeuges enttäuscht. Wir (wie ziemlich viele andere vom Flug aus Manila) wurden nämlich direkt mit neuen Tickets für den Flug nach Sydney ausgestattet. Nicht nur die Wartezeit von rund 2 Stunden in Hongkong, auch die Tatsache, dass wir beim Einchecken in Manila gute Plätze für den ursprünglichen Flug ergattern konnten und nun nicht einmal nebeneinander sitzen sollten, nervte uns ein wenig. Am topmodernen Flughafen von Hongkong konnten wir uns immerhin die Zeit etwas mit interaktiven Spielen vertreiben.

    Bereits beim Boarden des Fluges nach Sydney wurde uns klar, weshalb wir wohl Tickets mit verschiedenen Sitzreihen erhielten. Der Flug war ziemlich ausgebucht, glücklicherweise war ein Herr bereit, den Sitz mit Rocio zu tauschen, sodass wir für den rund 9-stündigen Flug doch nebeneinander sitzen konnten. In Sydney angekommen ging es zuerst einmal durch die sagenumwobene (es war tatsächlich eine Filmcrew für «Border Patrol» im Einsatz) Sicherheitskontrolle, welche sich (in unserem Fall) als ziemlich normale Einwanderung herausstellte. Da hätten wir uns auch den Versand der Medikamente (da maximal eine Dosis für 3 Monate eingeführt werden darf) für rund CHF 70.- von Puerto Princesa aus auch sparen können. Wie der Titel verrät, sollte in Sydney unsere Reise aber noch nicht enden. Wir hatten am Abend noch einen Weiterflug nach Adelaide. Den halben Tag verbrachten wir mit dem Kauf einer SIM-Karte, Essen im Macca’s, einem Terminal-Wechsel, einem Rolltreppenunfall (glücklicherweise kam nur ein kleiner Teil von Rocio’s Schnürsenkel zu Schaden), dem Spenden unserer übrig gebliebenen Baht und Kip, Einchecken und ganz vielem Warten. Leider war auch dieser Flug voll ausgebucht und für diese zwei Stunden sassen wir dann tatsächlich hintereinander. Irgendwann endlich in Adelaide angekommen konnten wir im Subway zum Glück gleich noch vor Schliessung ein Sandwich ergattern, bevor wir ein Uber zu unserer Unterkunft bestellen wollten. Nach einigen Stornierungen willigte dann doch noch ein Fahrer ein, uns zu chauffieren. Erschöpft von einer sehr anstrengenden Reise ging es ab ins letzte normale Bett für eine ziemlich lange Zeit!

    🇪🇸
    «Viaje agotador a Adelaida»

    Ayer llegó el momento de decir adiós a Asia. Por última vez utilizamos un taxi de Grab, que nos llevó al aeropuerto sin problemas, como de costumbre. Allí nos deshicimos de nuestros pesos en efectivo y estuvimos listos para el vuelo a Hong Kong. Desgraciadamente, no se podía decir lo mismo de nuestro avión, ya que llegó bastante tarde y como sólo disponíamos de poco más de una hora para el traslado, nos estábamos poniendo un poco nerviosos. En algún momento pudimos subir al avión y el vuelo de Manila a Hong Kong duró sólo la mitad de lo previsto inicialmente. Esperábamos que nuestro vuelo de conexión estuviera esperándonos, pero nos llevamos una decepción poco después de salir del avión. De hecho, a nosotros (como a muchos otros del vuelo de Manila) nos dieron directamente nuevos billetes para el vuelo a Sydney. No sólo el tiempo de espera de unas 2 horas en Hong Kong, sino también el hecho de que habíamos podido conseguir buenos asientos para el vuelo original cuando facturamos en Manila y ahora ni siquiera debíamos sentarnos uno al lado del otro, nos molestó un poco. Al menos pudimos pasar el tiempo con juegos interactivos en el ultramoderno aeropuerto de Hong Kong.

    Nada más embarcar en el vuelo a Sydney, nos dimos cuenta de por qué nos habían dado billetes con filas de asientos diferentes. El vuelo estaba bastante lleno, pero por suerte un caballero estuvo dispuesto a intercambiar asientos con Rocio, así que pudimos sentarnos uno al lado del otro durante las 9 horas de vuelo. Al llegar a Sydney, pasamos primero por el legendario control de seguridad (de hecho, había un equipo de rodaje de "Border Patrol"), que resultó ser (en nuestro caso) un control de inmigración bastante normal. También podríamos habernos ahorrado tener que enviar los medicamentos (ya que se permite importar un máximo de una dosis para 3 meses) por unos 70 CHF desde Puerto Princesa. Como sugiere el título, nuestro viaje no terminó en Sydney. Por la tarde teníamos otro vuelo a Adelaida. Pasamos medio día comprando una tarjeta SIM, comiendo en Macca's, cambiando de terminal, sufriendo un accidente en las escaleras mecánicas (por suerte, sólo se dañó una pequeña parte del cordón del zapato de Rocio), donando los baht y kip que nos sobraban, facturando y esperando mucho. Por desgracia, este vuelo también estaba completo y durante esas dos horas estuvimos sentados uno detrás del otro. Cuando finalmente llegamos a Adelaida, tuvimos suerte de conseguir un bocadillo en Subway antes de la hora de cierre, antes de querer pedir un Uber hasta nuestro alojamiento. Tras unas cuantas cancelaciones, un conductor accedió finalmente a llevarnos. ¡Agotados por el viaje, nos fuimos a nuestra última cama normal en mucho tiempo!
    Lue lisää