Satelliet
Weergeven op kaart
  • Dag 11

    D7🇯🇵: Kyoto

    8 november 2023, Japan ⋅ 🌙 16 °C

    Hoy nos íbamos de Tokyo. Después de 6 noches en la capital nipona, nos movíamos a otra de las ciudad más importantes del país, Kyoto.

    Teníamos reservado un tren que nos llevaba primero a Fuji, el pueblo a los pies del monte homónimo, sagrado para los japoneses y lleno de misticismo 🗻(y además tiene emoji propio). No se puede subir todo el año, y además no teníamos intención tampoco (además a Pablo yo creo que le da un jamacuco como tenga que subir 3.7km de altitud), pero yo quería verlo de cerca. Justo tuvimos la “mala” suerte que se nubló justo el área alrededor del monte, mientras el resto del cielo permanecía azul. Algo parecía querer que no lo viese entero (quizás para tener que volver). Lo vi bastante bien cuando llegábamos con el tren, pero no hice foto, y cuando hice una a la hora y media, cogiendo el siguiente tren, apenas se ve (foto 8). Ya en este último tren nos dirigimos a la estación central de Kyoto para ir a hacer el check in al hotel. Este hotel molaba mucho más que el otro, casi un ryokan (pero no tan molón, ni tan caro 😂). Conforme dejamos las mochilas nos fuimos a comer (foto 2) un Tonkatsu que estaba muy bueno.

    Después de comer Pablo se fue a dormir al hotel, y yo me fui a pasear por las calles de Kyoto (fotos 1,3,7) hasta irme en un tranvía (vídeo) hasta el destino que había decidido ver. El tranvía era súper bonito, antiguo pero cómodo y auténtico, me gustó el paseo entre las calles de Kyoto. Me bajé en la última parada, Arashiyama, una montaña que también cuenta con templos y un camino entre bambúes (fotos 4,5,6). Fue muy bonito lo que fui viendo, aunque cuando llegué a la zona de los bambúes se empezó a hacer de noche muy rápido, y dentro de la parte más cerrada no se veía nada, y acabé tropezándome y doblándome un poco el tobillo por no ver dónde pisaba. La cojera me duró unos segundos, aunque era en la misma pierna que me dolía la rodilla, y al final me acabé haciendo más daño en la rodilla que en el tobillo. Me volví a coger un tren hacia la zona de Pontocho (fotos 9,10), una zona muy animada por la noche, llena de restaurantes y también muchos turistas. El Pontocho Alley era estrecho y prácticamente sólo se podía ir en fila india. Aquí seguía paseando sólo hasta que me volví a encontrar con Pablo para buscar un sitio para cenar.

    Fuimos al Mercado de Nishiki, que ya tenía casi todos sus puestos cerrados, pero probamos una tempura de atún y otra de langostino en uno de los pocos (y caros) puestos abiertos. Al terminar la tempura me empezó a doler mucho la rodilla, y la cojera ya era notable. No quería andar más. Me fui en un metro lo más cerca del hotel para evitar andar y me fui tempranito a la cama.
    Meer informatie