Adiós Nicaragua

La salida de Nicaragua fue una experiencia desagradable.

Habíamos visitado lugares increíbles: el Cañón de Somoto, Granada, el Parque Nacional Volcán Masaya, el Lago Cocibolca y San Juan del Sur. Las personas que conocimos a lo largo del viaje fueron muy amables y serviciales; las comidas que probamos, deliciosas; el clima, inmejorable; pero llegó el momento de irnos.

Los oficiales de Migración que nos atendieron fueron groseros y prepotentes. Dijeron que además de los 3 USD que cobran por persona para acuñar la salida en el pasaporte y del dólar adicional que cobra la localidad, debíamos pagar 15 USD por la salida de nuestro camper. ¡Menuda sorpresa! Nadie nos había hablado de ello antes, ni lo mencionaban en iOverlander ni en ninguno de los blogs que consultamos. Llegaron a amenazarnos con que no nos iríamos de allí.

La discusión fue larga. Hicimos llamar a los superiores y hasta intentamos contactar a las oficinas centrales en la capital. Leímos las leyes y disposiciones en Internet porque ellos no mostraron ningún documento oficial. La contradicción más grande es que el permiso de entrada del camper es gratuito, ¿entonces por qué este pago a la salida? El mayor indicador de que había algo turbio en toda esta historia fue que al final, sin una explicación coherente, nos dejaron salir.

El resto del proceso fue tan engorroso como el de la entrada. Inspección de aduana y de la policía, con sus respectivos cuños y firmas. Pasar el camper por el escáner y esperar por una segunda inspección policial y de aduanas (más cuños y firmas). Procesar los papeles finales en la oficina. Volver a revisar los papeles en la garita de salida. En total: tres horas y un tremendo trago amargo.Läs mer