• Primer día en Granada

    August 17, 2022 in Nicaragua ⋅ ⛅ 24 °C

    En el hostel donde estoy (Oasis) hay más gente trabajando como yo. Es la primera vez que me pasa. Me la pasé todo el día trabajando, pero es super lindo ver que más gente está en la misma, te da un poco menos de fomo.
    A la noche, el hostel organiza clases de salsa en un hostal hermano (de Boca en Boca) así que fui a divertirme un rato. De hecho, los que estabamos tomando la clase pegamos re onda y nos fuimos a pasear, a ver si pintaba algo. En eso fuimos a la calle "de los bares" y entramos a uno, donde algunos se pidieron la cena.y ahí me pasó algo hermos: conoci a Maria.
    Maria es una nena de 11 anos que está a las 11 pm vendiendo pulceras por Granada. Maria se sentó al lado mio a charlar, tiene 4 hermanos: uno de 13, una de 8, uno de 6 y una de 2. Su materia favorita es matemática y de grande quiere ser doctora. Se quedó un ratito sentada al lado nuestro, pero el resto no le daba mucha bola. Asi que en un momento, se nota que se aburrió, me saludó con un abrazo y se fue. Pero al rato volvió a charlar un rato más. Le mostre fotos de cata y muna, y después me preguntó por mamá y papá. Después, antes de irse me regaló una pulcera. Yo no tengo nada de plata y nada para darle, y se lo repito. Pero me mira y me dice: "no, no importa, es un regalo". Nunca tuve mas ganas de poder darle algo.
    Al poco rato lo comento con los chicos con los que estaba, y les dije que me sentía fatal por no tener dinero. Ricardo, un italiano de bologna (maestro de escuela, de español y francés) me dijo que él tenía dinero, que la fueramos a buscar. Salimos del restaurante y ella estaba ahí, se nota que la querrian en el lugar, porque le habían dado un plato de ceviche y ella estaba por empezarlo.
    Entonces fuimos hasta la mesa y agarré la pulcera que ella me había dicho que rta su favorita, la saqué y se la compré (con la plata de Ricardo). Costaba 50 colones (1.5 usd). Luego le dije que como ella me habia regalado una, yo le regalaba otra, y le di la que había comprado. Vio mis pulceras de acero y también le gustaron, así que le regalé la que habia comprado en Granada (España), que ironía ...
    Después nos sacamos una foto, le deseamos que coma rico y volvimos adentro. Cuandos nos fuimos, un poco antes de las 12, ella ya no estaba.
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