• Dia 6

    31 augustus 2024, Spanje ⋅ ☁️ 25 °C

    Comenzamos el último día del camino alrededor de las 7:30. A esa hora, salimos desde nuestra nueva habitación hacia nuestro primer albergue. Una vez allí, dejamos la mochila de Eva para que la trasladaran a Santiago. Después fuimos a desayunar a una cafetería muy acogedora, donde nos encontramos con el grupo de chicos del segundo albergue.

    Al terminar el desayuno, comenzamos nuestra última jornada de caminata. Aunque durante el trayecto hasta la cafetería Eva había sentido bastante dolor en el pie, al empezar a caminar ya casi no le dolía. El día anterior, en un pequeño altar que habíamos encontrado, Eva se detuvo a rezar, pidiendo que pudiéramos terminar bien el camino, que nos mantuviéramos en buen estado y agradeciendo lo bien que lo habíamos llevado.
    Así que ambos pensamos que en este último día Dios estaría aún más a nuestro lado, ayudándonos a llegar a la meta.

    Vimos un amanecer precioso y caminamos durante bastante tiempo. Nuestra siguiente parada fue una pequeña iglesia, donde sellamos nuestras credenciales por penúltima vez. También había allí un cementerio muy bonito. Descansamos unos 10 minutos y Eva volvió a echarse crema. Solo nos quedaban dos horas y media para llegar a Santiago.

    Continuamos una hora más y paramos en una cafetería a tomar una deliciosa empanada casera. Después de eso, la última hora y media del camino se nos hizo interminable, pero finalmente llegamos a Santiago. Todos los peregrinos estaban eufóricos y contentos; se respiraba un ambiente único. Entramos juntos a la ciudad, todos caminando hacia la catedral.

    Una vez allí, nos sentamos a admirar la catedral junto con los demás peregrinos, provenientes de distintos países y nacionalidades. Nos sacamos algunas fotos y, rápidamente, nos fuimos corriendo a disfrutar de una mariscada. Teníamos varios sitios en mente y uno reservado por si acaso. Primero nos tomamos unos mejillones con una salsa picante especial, llamados "tigres". Luego fuimos a un restaurante excelente, donde, por 30 euros por persona, comimos dos lubinas, dos salmones, mejillones, almejas, gambas, y más.

    Tras la comida, completamente llenos, nos fuimos al hostal a ducharnos. Al terminar, nos pusimos las chanclas y fuimos a recoger la compostelana. Luego, fuimos a un free tour, allí le preguntamos a la guía si nos daría tiempo de asistir a la misa, y nos aconsejó ir pronto, ya que la iglesia se llenaba rápido, y por tanto no podíamos quedarnos en el tour.
    Siguiendo su recomendación, fuimos directamente a la iglesia y esperamos allí alrededor de una hora. Estuvimos muy a gusto durante la espera. La misa duró aproximadamente una hora y cuarto; aunque no fue especialmente espectacular, nos emocionamos bastante.

    Al terminar, intentamos buscar algún sitio para cenar, pero seguíamos llenos de la comida. Finalmente, nos fuimos al hostal a descansar, ya que al día siguiente teníamos que levantarnos temprano para poner rumbo al Santiago Bernabéu.
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