• Alfonso vilaseca navas
ago – set 2024

Camino santiago

Un’avventura di 7 giorni di Alfonso Leggi altro
  • Inizio del viaggio
    26 agosto 2024

    Dia 1

    27 agosto 2024, Spagna ⋅ ☀️ 26 °C

    Nos levantamos a las 8 y terminamos de preparar los últimos detalles. Durante la mañana, llamaron a Eva para decirle que en el primer hostal no nos podían abrir a las 21:30 (que era la hora a la que llegábamos), pero que ella se encargaría de buscarnos otro sitio. A las 9:30, mi madre nos llevó en coche a la estación de tren, y a las 10:32 cogimos el tren en dirección a Madrid Chamartín. Después de un viaje de casi cinco horas, con poca cobertura, durante el cual intentamos solucionar la vuelta en autobús para poder ir a ver el partido Madrid-Betis en el Bernabéu, llegamos a la estación de Madrid a las 14:00. El siguiente tren hacia Ourense salía a las 14:40.

    En el tren Madrid-Ourense, nos llamó la chica y nos informó sobre el nuevo albergue donde nos había hecho una reserva. Al buscarlo, descubrimos que los comentarios eran horribles y, además, mencionaban que había chinches. Una vez en Ourense, decidimos visitar la ciudad, ya que teníamos más de dos horas de espera para el siguiente bus hacia Sarria. Comenzamos nuestro recorrido por Ourense paseando junto al río. En el camino, encontramos un puente chulísimo con unas escaleras gigantescas que llevaban a un mirador de la ciudad. Eva se negaba a seguir caminando sin subir, así que decidimos subir. Tras subir unos 200 escalones, llegamos arriba y nos dimos cuenta de que no valía tanto la pena. Bajamos de nuevo y seguimos nuestra ruta hacia la catedral.

    Casi al llegar a la plaza de la catedral, encontramos una heladería y nos pedimos un yogur helado riquísimo; necesitábamos reponer fuerzas porque solo habíamos comido dos sándwiches y ya eran las 19:00. Cuando llegamos a la catedral, nos decepcionó un poco: era un edificio románico muy sobrio. Después, de camino a la estación, pasamos por los jardines y las termas que había al lado. Para finalizar, vimos el puente romano.

    El trayecto a Sarria fue en bus, y se nos hizo muy rápido. Eva estuvo a puntito de dormirse. Llegamos a Sarria sobre las 21:25 y fuimos a un sitio que el hermano de Eva había recomendado para cenar. Nos dimos cuenta de que el nuevo albergue en el que íbamos a pasar la noche estaba a un minuto en la misma calle que este bar, así que decidimos ir a dejar la mochila y recoger las credenciales. Para nuestra sorpresa, al llegar nos dijeron que teníamos que estar allí a las 22:00, así que no nos daba tiempo a extendernos mucho en la cena. Decidimos ir al sitio recomendado por el hermano de Eva y pedir unos bocatas de ternera. Se nos olvidaron las credenciales, así que volvimos a por ellas mientras nos preparaban los bocatas para poder sellar allí. Nos llevamos los bocatas a la habitación para terminar de cenar y nos pusimos cómodos para dormir, aunque ya estábamos en tensión pensando en lo que habíamos leído sobre los chinches. Fue una noche un poco mala, y Eva estaba congelada y muy agobiada con la idea de los chinches.
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  • Dia 2

    27 agosto 2024, Spagna ⋅ ☀️ 26 °C

    Nos levantamos a las 6:00 después de una noche muy dura en la que casi no dormimos y pasamos mucho frío. Paramos a desayunar un súper desayuno por 4 euros, que nos sentó genial para empezar a caminar. Al comenzar a andar, nos sorprendió lo oscuro que estaba y lo extraño que era el camino: había una cuesta gigantesca que pasaba al lado de un cementerio.

    Después de aproximadamente dos horas caminando, nos encontramos con una señora muy mayor, súper adorable, que vendía bocadillos y agua en medio del camino. Además, también tenía un sello, así que aprovechamos para sellar allí.

    Durante el resto del trayecto, nos cruzamos con mucha gente, y era divertido intentar adivinar de dónde eran o cuántos días creíamos que llevaban haciendo el camino. Hablamos mucho, reímos y nos quejamos un poco también de las cuestas, pero finalmente llegamos a Portomarín. Eran las 11:30 y decidimos ir a tomar algo, aunque fue imposible; después de buscar en varios sitios y que nos dijeran que la cocina estaba cerrada, nos quedamos en un lugar donde tomamos una Coca-Cola y decidimos dónde ir a comer.

    Elegimos un sitio perfecto. El menú nos costó 13 euros e incluía pasta fresca, un filetón de ternera y un postre. Yo comí flan y Eva, tarta de Santiago. Después de eso, fuimos al hostal, nos duchamos y descansamos un poco.

    Cuando nos levantamos sobre las 17:20, fuimos a dar un paseo por el pueblo, ver la iglesia y comprar algo de fruta. Luego, cogimos el bañador y nos bañamos en la piscina municipal. Por último, fuimos a cenar a un sitio increíble, donde probamos el pulpo, que llevábamos esperando desde que llegamos. Sobre las 22:15, regresamos a nuestro hostal y vimos un poco de *Star Wars* hasta que nos quedamos dormidos.
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  • Dia 3

    28 agosto 2024, Spagna ⋅ ☁️ 13 °C

    Este segundo día de camino nos hemos levantado a las 5:30 con ruidos. He mirado a Eva y, entre los dos, hemos decidido que no podíamos dormir más y que era momento de levantarnos. Nos hemos aseado rápidamente y enseguida hemos salido. No había ningún bar abierto a las 6, por lo que hemos iniciado nuestra ruta comiendo un plátano y unas tortitas de maíz que habíamos comprado el día anterior.

    Al inicio, hemos coincidido con un grupo en el que iban una pareja joven y una familia; los padres y tres hijos: dos chicos y una chica, de unos 25/30 años. La pareja de alicantinos se ha quedado atrás y nosotros hemos hecho unas dos horas de camino con la familia. Ha sido un camino súper ameno en el que nos hemos reído mucho, nos han contado anécdotas de su familia, hemos hablado sobre Murcia y sobre las novias de los hijos, que, casualmente, habían tenido tres novias y todas se llamaban Paloma.

    Tras eso, hemos aumentado el ritmo, y cerca de las 10:30 Eva ha empezado a ponerse un poquito pálida y hemos parado a desayunar. Enseguida hemos recargado energías con unos súper bocatas y hemos continuado nuestro camino. Al haber parado, nos ha costado un poquito arrancar porque estábamos más fríos, pero enseguida hemos vuelto a coger el ritmo. Desde ahí hemos ido un poquito más lento pero disfrutando; nos hemos cruzado con una mujer que iba corriendo y nos hemos quedado alucinados, hemos visto vacas, hemos puesto canciones un rato y cantado mientras íbamos por un bosquecito precioso.

    Al llegar al pueblo, hemos ido directos a dejar la mochila en nuestro albergue; sin embargo, cuando estábamos en la puerta nos hemos dado cuenta de que aún no había abierto. Hemos llamado y nos han dicho que abría a las 2, por lo que hemos ido al bar de al lado a tomarnos una Coca-Cola. Allí hemos pensado dónde comer y hemos elegido un sitio que estaba muy cerca y con un menú casi igual que el de ayer. Al terminar, hemos vuelto a nuestro albergue y nos hemos duchado.

    Tras la ducha, nos hemos echado Reflex en la espalda para el dolor y nos ha empezado a arder. Ha sido terrible, parecía que estábamos a fuego vivo y hemos tenido que echarnos agua congelada para ver si se pasaba, pero no había suerte. Después de un rato, hemos conseguido que se calmara el ardor y hemos descansado hasta las 6 o así. A esa hora, hemos ido a comprar al Covirán algo de frutos secos y barritas para mañana. Luego, hemos pasado por la iglesia del pueblo a verla y poner el sello, pero estaban en misa, así que no hemos podido ponerlo. Hemos dado un paseíto y enseguida hemos buscado dónde cenar. Hemos tenido que esperar una hora, en la que hemos visto un poquito *Star Wars*. Al parecer, era el mejor sitio, y efectivamente, el pulpo y todo estaba increíble. Pedimos media ración de raxo, media de tabla de quesos y otra media de tortilla, y el pulpito, que estaba que nos moríamos de rico. A las 22:30 hemos acabado y por fin hemos venido a descansar. Hoy toca habitación privada, así que seguro que dormimos genial.
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  • Dia 4

    29 agosto 2024, Spagna ⋅ ⛅ 18 °C

    Hoy hemos descansado bastante porque teníamos habitación privada. Aunque la alarma sonó a las 7, no nos levantamos hasta las 7:30. Nos arreglamos rápido y bajamos a desayunar. Por suerte, el hotel tenía un bar, así que no tuvimos que pensar a dónde ir o si había algo abierto.

    Después de desayunar, empezamos a caminar. No llevábamos mucho cuando tuvimos que parar porque a Eva le dolía mucho el pie izquierdo. Se echó crema y seguimos. La primera parte del camino fue entretenida porque íbamos escuchando a dos chicos y una chica que decía que llevaba 30 días en el Camino. Más tarde nos enteramos de que ella terminó la etapa de hoy en taxi. Después, la chica paró en un bar y nos quedamos hablando un buen rato con los dos chicos sobre varias cosas. Uno trabajaba en Murcia, aunque era de Madrid.

    Nos separamos de ellos cuando pararon en un bar, y nosotros seguimos un poco más. Pero al cabo de media hora tuvimos que parar otra vez porque el pie de Eva no aguantaba más. Encontramos una tiendecita muy mona frente a un banco y decidimos parar. Mientras Eva se ponía más réflex, yo compré unas conchas y nos estampé un sello de cera que estaba muy chulo.

    Seguimos caminando y a pocos metros nos encontramos con una pequeña ermita. Decidimos entrar a poner nuestro sello, pero no llevábamos monedas para el donativo. Justo cuando nos íbamos a ir, una chica se giró y le ofreció a Eva unas moneditas. Muy buena onda.

    Continuamos hasta llegar a Melide, que es como la mitad del camino y donde todos paran a comer pulpo. Nos costó llegar, pero valió la pena por las zamburiñas y el pulpo que nos comimos.

    Después, hablamos con unas brasileñas, pero no mucho rato porque ellas se pararon a comprarse una cerveza. Un poco más adelante, tuvimos que parar en un puente muy mono donde había bastante gente descansando. Ahí nos juntamos con un grupito majo y estuvimos un rato mientras Eva se echaba más réflex.

    No pasó mucho hasta que tuvimos que parar de nuevo en otro banco porque Eva ya no podía ni andar del dolor en su pie. Un sevillano se acercó y nos empezó a hablar del Betis por la camiseta de Eva; pensaba que éramos de Sevilla.

    Después de esa parada, no paramos hasta llegar al Bar Manuel, donde tenían una empanada casera buenísima. Ahí estuvimos como media hora recuperando fuerzas porque hoy no habíamos comido bien, solo el pulpo como aperitivo.

    Al salir, nos encontramos con una pareja de médicos jóvenes que casualmente también eran de Murcia. Caminamos con ellos una hora más hasta llegar a Arzúa.

    Al llegar al pueblo, nos cruzamos con los dos chicos de Madrid, ya duchados y cambiados. Se sorprendieron de que llegáramos tan tarde.

    Finalmente, fuimos directos a nuestro albergue, nos duchamos, nos cambiamos y salimos a la farmacia y luego a cenar en un sitio muy chulo del pueblo. Y para cerrar el día, nos fuimos a la cama y vimos un poco de Star Wars antes de dormir.
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  • Dia 5

    30 agosto 2024, Spagna ⋅ ☁️ 20 °C

    Hoy nos levantamos en un albergue que estaba genial, Después de prepararnos, fuimos a desayunar a un bar que estaba un poco lejos de la plaza. Las tostadas estaban buenísimas.

    Al empezar a caminar, an Eva le molestaba un poco del pie, pero poco a poco se fue sintiendo mejor después de tomarse un enantyum y echarse un poco de ibuprofeno en gel y réflex.

    Los paisajes de esta etapa eran impresionantes, mucho más bonitos que los de cualquier otra hasta ahora. Como salimos más tarde, nos cruzamos con gente nueva en el camino, pero la mayoría eran mayores y caminaban a su ritmo, así que no hablamos mucho.

    Después de un buen rato andando, paramos en unos banquitos para tomar una barrita y recargar energías. Mientras descansábamos, vimos pasar a unos caballos preciosos y también nos encontramos con un grupo de chicos que habíamos visto en otro albergue.

    Seguimos caminando, pero al cabo de una hora, el pie de Eva volvió a molestarle, así que nos detuvimos en un bar que encontramos por el camino. El lugar era ideal, y compartimos un bocata gallego que estaba increíble, con sardinas, kikos, salsa y pimientos. Con el estómago lleno, continuamos hasta llegar a O Pedrouzo sobre la una de la tarde.

    Al llegar al pueblo, fuimos directos al albergue a dejar las mochilas. No nos duchamos porque había cola, así que decidimos buscar dónde comer antes de que cerraran las cocinas. En el primer sitio al que fuimos, la cocina ya estaba cerrada, así que seguimos buscando. En el segundo lugar, después de esperar unos 20 minutos, nos dijeron lo mismo. Por suerte, justo cuando pensábamos que nos quedaríamos sin comer, la cocinera nos dijo que nos prepararía algo. Al final, comimos súper bien y luego volvimos al albergue a descansar.

    Ya en el albergue, nos duchamos y nos echamos un rato, pero no pudimos descansar bien porque había un señor que roncaba tanto que el hombre de la litera de arriba le daba con el bastón para que se callara. Nos preocupamos porque vimos que no íbamos a poder dormir y que estaban peleándose entre ellos, así que salimos a buscar otra opción para pasar la noche. Llamamos a varios sitios, y al final, una chica nos dijo que tenía una habitación libre para dos personas.

    Cuando nos dio la clave para entrar por teléfono confió ciegamente en nosotros, ya que nos dijo que ella no estaba ahí y que podíamos pagarle con bizum. Dejamos las cosas, descansamos unos 30 minutos y ya sobre las 20:30 salimos hacia el "Kilómetro 19", un sitio que el hermano de Eva nos había recomendado. Al llegar, estaba lleno de gente joven y el ambiente era espectacular. Aunque tuvimos que hacer una cola larga para conseguir mesa y bebida, la espera valió la pena. Nos encontramos con gente que habíamos conocido en el camino y lo pasamos genial, jugando a las cartas y hablando mientras tomábamos unas hamburguesas.

    Finalmente, ya bastante cansados, nos fuimos a descansar a nuestra nueva habitación.
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  • Dia 6

    31 agosto 2024, Spagna ⋅ ☁️ 25 °C

    Comenzamos el último día del camino alrededor de las 7:30. A esa hora, salimos desde nuestra nueva habitación hacia nuestro primer albergue. Una vez allí, dejamos la mochila de Eva para que la trasladaran a Santiago. Después fuimos a desayunar a una cafetería muy acogedora, donde nos encontramos con el grupo de chicos del segundo albergue.

    Al terminar el desayuno, comenzamos nuestra última jornada de caminata. Aunque durante el trayecto hasta la cafetería Eva había sentido bastante dolor en el pie, al empezar a caminar ya casi no le dolía. El día anterior, en un pequeño altar que habíamos encontrado, Eva se detuvo a rezar, pidiendo que pudiéramos terminar bien el camino, que nos mantuviéramos en buen estado y agradeciendo lo bien que lo habíamos llevado.
    Así que ambos pensamos que en este último día Dios estaría aún más a nuestro lado, ayudándonos a llegar a la meta.

    Vimos un amanecer precioso y caminamos durante bastante tiempo. Nuestra siguiente parada fue una pequeña iglesia, donde sellamos nuestras credenciales por penúltima vez. También había allí un cementerio muy bonito. Descansamos unos 10 minutos y Eva volvió a echarse crema. Solo nos quedaban dos horas y media para llegar a Santiago.

    Continuamos una hora más y paramos en una cafetería a tomar una deliciosa empanada casera. Después de eso, la última hora y media del camino se nos hizo interminable, pero finalmente llegamos a Santiago. Todos los peregrinos estaban eufóricos y contentos; se respiraba un ambiente único. Entramos juntos a la ciudad, todos caminando hacia la catedral.

    Una vez allí, nos sentamos a admirar la catedral junto con los demás peregrinos, provenientes de distintos países y nacionalidades. Nos sacamos algunas fotos y, rápidamente, nos fuimos corriendo a disfrutar de una mariscada. Teníamos varios sitios en mente y uno reservado por si acaso. Primero nos tomamos unos mejillones con una salsa picante especial, llamados "tigres". Luego fuimos a un restaurante excelente, donde, por 30 euros por persona, comimos dos lubinas, dos salmones, mejillones, almejas, gambas, y más.

    Tras la comida, completamente llenos, nos fuimos al hostal a ducharnos. Al terminar, nos pusimos las chanclas y fuimos a recoger la compostelana. Luego, fuimos a un free tour, allí le preguntamos a la guía si nos daría tiempo de asistir a la misa, y nos aconsejó ir pronto, ya que la iglesia se llenaba rápido, y por tanto no podíamos quedarnos en el tour.
    Siguiendo su recomendación, fuimos directamente a la iglesia y esperamos allí alrededor de una hora. Estuvimos muy a gusto durante la espera. La misa duró aproximadamente una hora y cuarto; aunque no fue especialmente espectacular, nos emocionamos bastante.

    Al terminar, intentamos buscar algún sitio para cenar, pero seguíamos llenos de la comida. Finalmente, nos fuimos al hostal a descansar, ya que al día siguiente teníamos que levantarnos temprano para poner rumbo al Santiago Bernabéu.
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  • Dia 7

    1 settembre 2024, Spagna ⋅ 🌙 26 °C

    Hoy era nuestro último día. Nos levantamos a las 6:30 y fuimos directamente a la estación de autobuses de Santiago, que estaba a 15 minutos caminando desde nuestro albergue. Llegamos alrededor de las 7:15, y nuestro bus hacia León salía a las 8:00.

    Durante la espera, fui a comprar unos croissants para desayunar, que estaban espectaculares. Justo al lado se nos sentó una jubilada alemana que llevaba dos meses haciendo el Camino. Me puse a hablar con ella en alemán; aunque la entendía muy bien, me costaba un poco hablar, pero lo que no sabía lo expresaba en inglés.

    A las 8:00 nos subimos al autobús, y el viaje duró unas seis horas. Al llegar a León, nos tomamos un bocadillo y Eva se dio cuenta de que habíamos perdido las credenciales, ya que había dejado su bolsita negra en el autobús.

    Después de una hora, cogimos el siguiente autobús hacia Madrid, que duró solo tres horas. Llegamos a Moncloa a las 7:00, y desde allí tomamos rápidamente un Bolt hacia la casa del tío Juan, donde él y Lucas, que había venido de Murcia, nos estaban esperando.

    Eva y yo nos duchamos mientras Lucas bajaba a comprar la cena con mi dinero. Cenamos y, sin perder tiempo, nos fuimos al autobús con dirección al estadio. El trayecto se hizo un poco largo, y cuando estábamos a una parada de llegar, de repente Eva dijo que se estaba mareando y que necesitaba sentarse. Una chica se dio cuenta y avisó al conductor, quien nos abrió las puertas. Sentamos a Eva en un banco mientras Lucas fue a comprarle agua.

    Cuando se sintió mejor, entramos al estadio. ¡Era increíblemente bonito! El partido estuvo genial. El Madrid ganó, aunque le costó, y terminó 2-0 con dos goles de Mbappé, quien debutaba como goleador en el Bernabéu.

    Al acabar el partido, nos fuimos directamente a casa. Caminamos un poco y luego tomamos el metro. Por último, agotados, nos dormimos enseguida, ya que al día siguiente a las 8:00 teníamos que coger el autobús para Murcia.
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    Fine del viaggio
    1 settembre 2024