- Show trip
- Add to bucket listRemove from bucket list
- Share
- Day 14
- Sunday, April 27, 2025 at 6:44 PM
- ☁️ 29 °C
- Altitude: 21 m
ThailandKhlong Nin7°31’41” N 99°3’9” E
Dia 14

Hoy tocaba cambiar de isla. Nos levantamos prontito porque teníamos que coger un ferry a las nueve para ir en speedboat hasta Koh Lanta, nuestro segundo destino de islas. Teníamos que estar allí a las ocho y media, así que mientras eva terminaba de hacer la maleta, yo aproveché para dormir un poquito más.
Cuando me desperté, me fui al 7-Eleven, que estaba un pelín lejos, a comprar dos sándwiches y una bolsa de patatas para desayunar por el camino. Luego llegamos corriendo al puerto porque me daba miedo que no nos diera tiempo, ya que ponía que había que estar media hora antes.
Al final, llegamos bien, esperamos un poco, nos subieron las maletas al barco y nos montamos. Al principio hacía un calor que nos moríamos, pero en cuanto arrancó, se estaba súper bien. El trayecto fue largo, unas tres horas, pero la verdad es que no se me hizo pesado.
Cuando llegamos a Koh Lanta, tuvimos un pequeño lío. Yo había escrito al hotel para que nos recogieran, pero me dijeron que tenía que haber avisado con un día de antelación, así que tuvimos que buscar un transporte por nuestra cuenta. Hablamos con el primer hombre que vimos y le enseñé la foto del hotel… pero resulta que le enseñé una foto equivocada: le mostré el Siri Lanta en vez del nuestro, que era el Sri Lanta. Una letra, pero una gran diferencia, porque uno estaba a nueve minutos y el otro a casi cuarenta.
Primero nos pidió 500 bahts para llevarnos al hotel equivocado, que ya era un robo. Entonces apareció un guiri que iba hacia la misma zona y le propusimos compartir tuk-tuk, y el conductor aceptó. No era un tuk-tuk normal: era una moto con una especie de carro lateral donde íbamos montados.
A mitad de camino, el conductor paró en una gasolinera para repostar. Sin darnos cuenta, dejó la mochila del guiri y la mía tiradas allí.
Al rato me di cuenta y le dije que diera la vuelta corriendo. Por suerte, las mochilas seguían allí.
Después de recuperar las mochilas, continuamos el trayecto. Cuando llegamos al hotel que le había enseñado, le dijimos que ese no era, que nos habíamos equivocado. Hubo un poco de lío, pero el conductor, después de dejar primero al guiri, accedió a llevarnos al hotel correcto. Nos pedía 700 bahts, pero regateamos y al final nos cobró 500 por todo.
Llegamos por fin al Sri Lanta Resort. Nos habían dejado en el puerto a las 12, pero no llegamos al hotel hasta casi la una y media. Tuvimos que esperar un poquito porque la habitación no estaba lista hasta las dos, pero a eso de la 1:45 nos la dieron.
Cuando entramos, vimos que la habitación no era como la que habíamos reservado. Bajamos a recepción a reclamar, y nos dijeron que nos habían hecho un “upgrade”, pero no nos convencía porque la que habíamos elegido, aunque era más cara, nos gustaba más.
Llamaron al gerente, se lo explicamos y, después de un rato, nos ofreció una de las mejores habitaciones del hotel. Nos la enseñó, nos encantó, y nos cambiaron todas las cosas.
Con hambre, fuimos a comer al restaurante del hotel. Pedimos dos pad thai de pollo. El mío no me gustó mucho, pero eva decía que el suyo estaba bien.
Después nos fuimos a la playa a darnos un baño y a dar un paseo. El agua estaba increíble y el sitio, precioso. Luego subimos a la piscina del hotel, nos bañamos un rato y hacia las cinco nos subimos a cambiarnos para no perder, esta vez sí, el atardecer.
Salimos pronto, dimos un paseo por la playa, y nos hicimos un montón de fotos con el atardecer de fondo. Nos quedaron bastante chulas.
Ya con el sol casi escondido, subimos a un hotel-restaurante que habíamos visto desde abajo, que tenía unas vistas espectaculares. Era una pasada: la playa, el cielo de colores, todo desde arriba. Cenamos allí: una hamburguesa de carne australiana en pan de pita, con cebolla, que estaba deliciosa.
Después de cenar, bajamos caminando de nuevo a la playa. Estaba todo oscuro, solo la luz de las estrellas y el sonido del mar. Caminamos un buen rato hasta nuestro hotel, nos tumbamos un rato en las hamacas viendo el cielo estrellado, y ya nos subimos a descansarRead more
A pesar del susto de la mochila ....veo q seguís disfrutando [La mama]