Pont du Gard y Uzés

Nos hemos despertado pronto y el día está cundiendo. Necesitamos un baño, y cerquita de los pueblos anteriores se encuentra Pont du Gard, un acueducto romano del siglo I d.C. que ayudó a conectar un manantial en Uzés con la ciudad romana de Nemausus (Nimes) a lo largo de 50km. Entre 800 y 1000 hombres participaron en su construcción y la inclinación media de todo el trayecto de 50km es de 0,37%, lo que significa que por cada kilómetro solo se descendían 37cm. No se utilizó argamasa la propia estructura estaba diseñada para aguantar los andamios durante su construcción. Una auténtica obra de ingeniería para la época. Aprovechamos a bañarnos (que ya tocaba) en el río Gard, con poca profunidad y muy accesible, y con esta imponente obra a la vista.

Sobre las 19:30 nos ponemos de nuevo en marcha camino de Uzés, con la idea de buscar un buen sitio donde cenar, y un lugar donde dormir. Uzés tiene bastante vida para ser domingo. Se nota que es un lugar vacacional de interior para gente pudiente. Las calles y casas estan limpias y cuidadas, y la plaza, rodeada de soportales bajos, esta llena de vida. No nos apetece nada serio asi que probamos suerte en una pequeña cervecería por la que hemos pasado al venir hacia el centro, acertando de pleno. Una pareja la regenta, y aunque el menú no es extenso, todo es casero o a base de productos locales. Pedimos otra tabla mixta, que en este caso, además de queso comté, roquefort y salchichón de toro al romero, también incluye un par de entrantes caseros. Brindamos con una cerveza de la zona, disfrutamos de la cena, y agradecemos a los dueños su hospitalidad y la calidad de sus productos antes de poner rumbo a la furgoneta para dormir en ella por última vez este viaje.

A la mañana siguiente desayunamos en una bulangerie cercana y cojemos fuerzas para el viaje que viene, 650km hasta San Sebastián.En savoir plus