Catania

Estuve un mes en Catania. El primer día, después de varias horas en el aeropuerto, conocí a un chico de couchsurfing. Pasó por mí, pasamos un rato en el centro pero al final decidí quedarme mejor en un hostal. Fue una buena decisión. Al día siguiente subí a la terraza, hay una vista increíble ahí. Se puede ver parte de la piazza y el volcán al fondo.
Al día siguiente llegué al hostal. Conocí a Karma y a las otras voluntarias (Tony y Recka). En los siguientes días conocí a Monia, Diletta y Gabriele.
El trabajo en el hostal era muy sencillo. Llegué a salir en varias ocasiones con algunos chicos, aprendí nuevas palabras en italiano y conocí algunos bares.
Me gustaba salir al mercado, incluso cuando no tenía nada que comprar porque podía escuchar la forma en que los locales hablan.
Disfruté mucho de los momentos con Diletta. Siempre traía algo de comer, pizza, pasta, papas, spianciones...
Nos la pasamos comiendo, platicando, riendo.
Gabriel y Karma fueron igualmente muy buenos. Era muy divertido conversar con ellos. Gabriele es gracioso y Karma se la pasaba riendo de todo y olvidando cosas.
Pasé algún tiempo con Sofía (muy poco) no conectamos mucho. Con Monia platicaba por las mañanas, me la pasaba persiguiéndola por el hostal para poder conversar mientras ella trabajaba.
Al final llegó una voluntaria de Alemania, Isabella. Pasamos sólo unos días. Me agradó. Era alérgica a los catos así que los últimos días tuvimos que cambiar sábanas y cobijas en el cuarto y Eco tuvo que dormir afuera.
El último día tuvimos cena. Gabriel, Karma y Diletta se quedaron y trajeron pizza.
Me sentí por nerviosa y un poco triste por irme.
Ahora en el aeropuerto de Catania estoy cansada y sigo nerviosa. Espero todo salga bien.Read more