Calima

Aunque es un embalse creado para la generación de energía, se ha convertido en un espacio turístico muy visitado por nacionales. Las vistas al "lago" son únicas y las montañas que lo rodean, muchas veces coronadas de nubes, hacen que el paisaje sea aún más interesante. Estamos en el mundialmente conocido Valle del Cauca, sí, ese del que a la distancia se oye de todo menos de lo agradable, precioso y placentero que resulta recorrerlo.

Los vientos aquí se sienten como en pocos lugares, dicen que son los más fuertes de América, y muchos entusiastas de los deportes náuticos vienen a practicar windsurf y kitesurf, entre otros. También hay lanchas para paseos más contemplativos, kayaks para rentar y, para los que buscan un poco de acción, hay cuatrimotos, jetski, esquí acuático y hasta excursiones en helicópteros que pasan a toda máquina casi rozando el agua; para capturar estas imágenes volamos el drone fuera de la zona de vuelos de helicópteros y solo por unos pocos instantes; enseguida lo recogimos para que ni de casualidad hubiera un accidente.

Frente al lago pasamos varias noches acampados y durante unas pocas fue que tuvimos compañía de otros campistas. Lo normal era que estuviéramos solos, con excepción de un vigilante que raras veces veíamos a lo lejos. La gente de los kioskos donde venden comidas y bebidas, todos muy amables por cierto, se van al caer la tarde y este lugar se convierte en un verdadero observatorio astronómico con un silencio sepulcral que solo se interrumpe por el viento que crea pequeñas olas en la orilla.

Para las cuestiones logísticas, a un par de kilómetros está el pueblo de Darién - que debe su nombre a la región del norte del país - donde nos abastecíamos de aquello que solo se consigue en el mundo civilizado, el resto del tiempo estábamos algo aislados disfrutando de esta belleza y planeando nuestros próximos pasos.Read more