Dia 1

Nuestro viaje comenzó por la tarde. A las 13:00 tomamos el autobús desde la estación de autobuses de Murcia rumbo al aeropuerto. Una vez allí, hicimos una pausa para comer un bocadillo antes deBaca selengkapnya
Nuestro viaje comenzó por la tarde. A las 13:00 tomamos el autobús desde la estación de autobuses de Murcia rumbo al aeropuerto. Una vez allí, hicimos una pausa para comer un bocadillo antes de embarca.
Dudamos si mi mochila cumpliría con las medidas permitidas pero por suerte pasó sin problemas.
El vuelo salió a las 18:00 y llegamos a nuestro destino alrededor de las 7-8 de la mañana. Alquilamos un coche de una manera bastante curiosa: a través de una máquina expendedora. Solo tuvimos que introducir un código y nuestra fecha de nacimiento, y automáticamente salió la llave, sin indicarnos siquiera en qué plaza de aparcamiento estaba el vehículo.
Antes de arrancar, grabamos un vídeo del coche para asegurarnos de que todo estuviera en orden y, sin perder tiempo, nos dirigimos directamente al apartamento. Antes de descansar, hicimos una pequeña compra para tener cena y comida para el día siguiente. Finalmente, agotados pero emocionados por lo que nos esperaba, nos fuimos a dormir.Baca selengkapnya
El primer día en Tenerife comenzó con los preparativos para la jornada. Antes de salir, preparamos la comida y nos llevamos un tupper de macarrones para aprovechar el día sin preocuparnos por buscar dónde comer. También hicimos una parada rápida para comprar un balón de fútbol y otro de fútbol americano, listos para echar unas partidas más tarde.
Nuestra primera parada fue Masca, un pueblo espectacular que nos dejó sin palabras. Parecía el Machu Picchu español, con su imponente roca en el centro y un entorno completamente verde y frondoso. La vegetación lo cubría todo, dándole un aire salvaje y casi mágico. Eso sí, las carreteras para llegar eran criminales, llenas de curvas cerradas y desniveles pronunciados. No queríamos ni imaginar cómo debía de ser conducir por ahí en plena temporada alta, porque incluso en invierno, con menos turistas, la zona estaba abarrotada y moverse resultaba complicado.
Tras recorrer Masca, nos tomamos un aperitivo con vistas a la gran roca central, disfrutando del paisaje y de la tranquilidad del lugar. Luego, dimos un pequeño paseo por los alrededores antes de poner rumbo a nuestra siguiente parada: Garachico.
Allí, sacamos nuestro tupper de macarrones y comimos junto al mar, aprovechando el buen tiempo y el ambiente relajado del pueblo. Después de descansar un rato, fuimos a unas pistas a jugar al fútbol. Entre partido y partido, dimos un paseo por la zona y, en medio de un despiste, se nos escapó el balón, que terminó fuera del campo. Tras recuperarlo, hicimos una pausa para tomar un café antes de regresar a casa.
Ya por la noche, después de descansar un poco, salimos a dar una vuelta para ver la ciudad iluminada. El ambiente nocturno tenía su encanto, con las calles tranquilas y una brisa fresca que hacía agradable el paseo. Fue un buen cierre para nuestro primer día en la isla.Baca selengkapnya
El tercer día en Tenerife empezó tarde, sin prisas. Por la mañana, fuimos a la playa de Las Teresitas, un lugar amplio y tranquilo, aunque la arena no era gran cosa. La playa estaba prácticamente vacía, con una enorme montaña a la izquierda y, hacia la derecha, una vista más abierta y atractiva. Nos sorprendió ver una especie de rocas colocadas para cortar el viento, algo bastante curioso. Aunque era una playa nudista y había bastante gente sin ropa, pasamos un buen rato, aunque, en general, no fue de las mejores del viaje.
Al mediodía nos dimos cuenta de que habíamos olvidado los tuppers en casa, así que no nos quedó otra que ir a un McDonald’s a comer. Después de comer, nos fuimos a la playa de Las Américas, que tenía un ambiente completamente distinto. Había mucha más gente, pero la playa era mucho más bonita y tenía una temperatura increíble. Pudimos disfrutar del sol y del buen tiempo, lo que hizo que la experiencia fuera mucho mejor que en la mañana.
Después de la playa, nos quedamos explorando la zona de Las Américas, donde estaban todos los turistas, con restaurantes, bares y un ambiente muy animado. Nos impactó ver tanta gente y tanto movimiento, y hasta nos planteamos salir una noche por allí. Volvimos sobre las seis, compramos la cena y algo de alcohol para la noche, y más tarde nos fuimos a la Sala Bambú. La noche fue increíble, conocimos a mucha gente y lo pasamos genial. Sobre las cuatro de la mañana, volvimos a casa, cerrando un día bastante completo.Baca selengkapnya
El cuarto día en Tenerife comenzó con una mañana tranquila. Nos despertamos relativamente tarde, aunque no demasiado, porque la luz entraba por la ventana y se me olvidó bajarla la noche anterior. Sobre las 10, me puse a hacer las prácticas de matemáticas con Edu, ya que teníamos que entregarlas el domingo y aún no las habíamos terminado. Por la mañana no hicimos gran cosa, simplemente descansamos y avanzamos con los deberes.
Después de comer, nos fuimos a una playa que nos dejó impresionados. Era otro nivel, totalmente diferente a las que habíamos visitado antes. Parecía sacada de Brasil, como si estuviéramos en Río de Janeiro, con un paisaje espectacular. Se llamaba Playa de las Teresitas y tenía una roca enorme justo detrás, una montaña de arena negra muy chula a la izquierda y una bahía preciosa que le daba un toque paradisíaco.
Nada más llegar, nos tomamos unos helados en una furgoneta muy graciosa que tenía musiquita, lo que hizo que el momento fuera aún más especial. Mientras estábamos allí, nos encontramos con una despedida de soltero bastante curiosa, con gente disfrazada del juego del calamar. Además, en la playa había un puesto de la Cruz Roja y una zona llena de chicos jugando al fútbol y voleibol, con música sonando de fondo, creando un ambiente súper animado y divertido. Sin duda, fue una de las mejores playas en las que estuvimos durante el viaje.
Después de pasar la tarde en la playa, volvimos a casa sobre las 8. Descansamos un rato y luego salimos a comprar algunas cosas. Mientras tanto, Campillo fue a recoger a sus amigas, que estudiaban en Tenerife, ya que iban a hacer la previa con nosotros en casa antes de salir de fiesta.
Pasamos la noche en nuestra casa hasta las 12:30 o la 1:00, disfrutando del ambiente entre nosotros. Luego fuimos andando hasta la discoteca Gecko, que quedaba bastante cerca. Había bastante gente dentro, pero hacía muchísimo calor y el sitio no era tan bueno como esperábamos. Entre el calor y que la música o el ambiente no terminaban de convencer, nos empezamos a aburrir un poco. A eso de las 3:30 o 4:00 decidimos volver a casa. A pesar de todo, la noche no estuvo mal y nos lo pasamos bien en general.Baca selengkapnya
Nos acostamos bastante tarde y nos despertamos sobre las 12. Durante toda la semana habían estado anunciando que habría un mercadillo en nuestra calle y que no se podría aparcar, así que decidimos ir a verlo. Al final, resultó ser un mercadillo normal, como el de los jueves en Murcia, nada sorprendente. No hicimos gran cosa por la mañana y, cuando llegó la hora de comer, nos pusimos a buscar un huachinche.
Nos costó bastante decidirnos porque ninguno de los que encontramos nos convencía del todo. Nos sentamos en un sitio, pero al ver la carta nos levantamos al instante: era carísimo. Seguimos buscando hasta que encontramos un lugar que parecía un garaje y que tenía una cola enorme. Tuvimos que esperar unos 20 minutos, pero cuando conseguimos mesa, sobre las 4, mereció totalmente la pena. La comida estaba increíble, probamos platos típicos y, además, salió súper barato.
Después de comer, nos pusimos en marcha en busca de la playa de Los Patos, pero hubo un lío tremendo con los coches. El coche 1—Johnny, Edu, Mario y yo—acabó en otra playa que estaba justo al lado, la playa del Bollullo. Nos habían dicho que las indicaciones eran confusas y, efectivamente, nos equivocamos de sitio. Mientras tanto, el coche 2, que había salido antes, sí había llegado a Los Patos.
La entrada a la playa del Bollullo fue un caos, el acceso era horrible y nos costaba bastante bajar. Cuando por fin llegamos, nos dimos cuenta de que, aunque era una playa muy chula, había más turistas y menos ambiente local. Después de pensarlo, Johnny, Edu, Mario y yo decidimos irnos a la otra playa. Salimos del parking, que encima nos costó 5 euros, y nos dirigimos a la playa de Los Patos.
Menos mal que lo hicimos, porque la playa era espectacular. Arena negra, rocas enormes, un acantilado impresionante detrás y piedras rojizas y negras que le daban un toque increíble. El agua cristalina reflejaba los colores del atardecer, creando un paisaje precioso. Nos quedamos allí disfrutando del lugar y, cuando cayó la noche, volvimos directamente a casa, cerrando el día con una de las mejores playas del viaje.Baca selengkapnya
Hoy era un día muy esperado: íbamos a visitar el Teide. Teníamos muchas ganas de ver con nuestros propios ojos el pico más alto de España, así que madrugamos bastante. Desde el principio hubo dudas sobre si subir o no hasta los 3.000 metros en teleférico, porque el billete costaba 40 euros. Decidimos dejarlo en manos del destino y ver si quedaban entradas cuando llegáramos.
Para nuestra sorpresa—aunque no tanta—cuando llegamos, los tickets estaban agotados. Julián y yo queríamos subir, pero el último teleférico era a las 4, y al final nos tocó hacer otra ruta alternativa. La ruta de los Roques de García, de casi cuatro kilómetros, nos permitió recorrer los alrededores del Teide con vistas espectaculares. Tuvimos suerte con el tiempo: el cielo estaba completamente despejado, sin nubes, y la montaña se veía increíble.
Después de la ruta, comimos por la zona y nos dirigimos a otro punto que nos llamaba la atención: el mirador de Chipeque. Teníamos muchas expectativas, pero el cielo estaba tan espejado que no pudimos ver lo que lo hacía famoso, ya que debajo del mirador todo estaba cubierto de nubes.
Para compensar, fuimos a otro mirador que había buscado y que me encantó: el mirador de Cruz del Carmen, en Anaga. Nos hicimos unas fotos increíbles y disfrutamos mucho del paisaje.
Después de eso, dimos por terminado el día y volvimos directamente a casa. Hicimos la compra y nos fuimos a dormir, cerrando así otro día espectacular en Tenerife.Baca selengkapnya
Aunque hubo algunas dudas en el grupo sobre si ir o no, principalmente por los 42€ de la entrada, al final decidimos hacerlo, y fue una de las mejores decisiones del viaje. Madrugamos para salir temprano, ya que el parque estaba a una hora de casa, y llegamos justo a las 10, cuando abrían. Compramos los tickets en la oficina por 42€, además de pagar 5€ por la taquilla.
Desde el primer momento, no paramos ni un segundo. Fue increíble, de los mejores parques acuáticos en los que he estado. Bueno, en realidad, está calificado como el mejor parque acuático del mundo, y la verdad es que se nota. Nos pasamos el día entero subiendo y bajando toboganes sin parar, con una única pausa de media hora para comer. Nos habíamos llevado de casa unos bocadillos de atún y mayonesa con barra de pan entera, y después de tanta actividad, nos supieron a gloria. Teníamos un hambre brutal.
El parque cerraba relativamente pronto, y ya empezaba a hacer bastante frío, así que al salir decidimos visitar los acantilados de Los Gigantes. Me sorprendieron muchísimo: eran enormes, con unas formaciones rocosas impresionantes. Además, el puerto y la ciudad costera que había allí tenían un ambiente muy chulo.
Después de disfrutar del paisaje, volvimos directamente a casa, cerrando así otro día increíble en Tenerife.Baca selengkapnya
Este fue, sin duda, uno de los días más difíciles de aguantar. A pesar de que en todo el viaje casi no habíamos discutido, lo cual es sorprendente considerando que éramos ocho personas compartiendo un solo baño, hoy parecía que la paciencia de todos estaba al límite.
Intentamos aprovechar la casa hasta el último momento, ya que teníamos que dejarla antes de las 12, recoger todo y entregar las llaves. Luego, nos dividimos en los coches para ir al centro de Tenerife. Sin embargo, mientras que uno de los coches consiguió aparcar y sus ocupantes empezaron a recorrer el centro, el otro tuvo que dar más vueltas para encontrar sitio. Nosotros, mientras tanto, hicimos algo de turismo rápido, aunque sin demasiadas ganas, porque el cansancio acumulado del viaje ya empezaba a pesar.
En medio de todo esto, nos enteramos de que la madre de Campillo no podría recogernos porque tenía que ir con su hermana, lo que generó un poco de caos. Afortunadamente, Mario Lucas consiguió convencer a su padre para que nos recogiera en el aeropuerto, solucionando el problema.
A la hora de comer, hicimos un pequeño picoteo en un supermercado para aguantar un poco el hambre, pero lo mejor vino después: sobre las 3:30-4:00 fuimos a un guachinche increíble, el mejor restaurante del viaje sin duda. Era súper barato, la comida estaba buenísima y todos los platos eran súper típicos. Probamos ropa vieja, mojo picón, queso fresco y una especie de pasta gris que no recordamos cómo se llamaba, pero que estaba buenísima.
Después de la comida, pasamos a echar gasolina y devolvimos el coche en Gold Car, al lado del aeropuerto, sobre las 5:15. Ya en el aeropuerto, nos encontramos con el equipo de baloncesto del Tenerife, que venía de haber ganado a UCAM Murcia en la Copa del Rey por un punto y con un robo en los últimos segundos. Johnny se animó a pedirles una foto.
Para hacer tiempo antes del vuelo, nos pusimos a jugar al Risk en la terminal, y la verdad es que nos lo pasamos bastante bien. A esas alturas, ya tenía unas ganas inmensas de llegar a casa, como todos.
El vuelo duró unas tres horas, y al aterrizar nos estaba esperando la madre de Campillo. El viaje de vuelta en coche fue una mezcla de risas y caos: Julián y yo no parábamos de reírnos, Campillo estaba cabreado con su madre, y la situación en general fue de lo más graciosa. Así terminó nuestra aventura en Tenerife, cerrando un viaje increíble con muchas anécdotas para recordar.Baca selengkapnya