Milbertshofen

Me tomé el metro por la mañana para el centro de Múnich, no sin cierta reserva porque todos los nombres de las estaciones son parecidos e imposibles de recordar. Llegue bien, camine un rato hasta la Marienplatz, una de las plazas principales. Sobre las 10:45 tenía un tour en español cuyo guía era una andaluza pequeñita pero de gran vozarrón y muy simpática que le daba alegría y colorido a la excursión. Recorrimos la ciudadela a pie durante dos horas y media bajo un calor y un sol abrazador. Patu , que así se llamaba la guía, nos contaba anécdotas e historias muy interesantes, por ejemplo el origen del nombre de la ciudad, Múnich: la ciudad no tenía nombre, se había formado sobre el río y unos monjes habían venido y habían construido un puente sobre el que cobraban peaje para cruzar. Cuando les preguntaban a los habitantes ellos decían vivo ahí cerca de lo de los monjes (bayer munchen) con el tiempo quedó Múnich. Otra anécdota es la estatua de Julieta a la que los hombres le tocan la teta para que les de suerte, y su contrapartida para las mujeres, el cadaver de una mártir santa que se puede ver en una iglesia y es a la que le piden las chicas conseguir novio (incluyo fotos de los dos) y muchas historias más.
El tour terminó en la cervecería más importante de la ciudad, cuyo origen se remonta al 1600, la cervecería real, un edificio con capacidad para más de 3000 tomadores de cerveza. Ya era pasado el mediodía y estaba muerto de sed así que me metí en la cervecería y pedí un jarro de un litro al que me tomé comíendo salchichas con chucrut.
Luego intenté llegar al río, pero una ampolla en un pie, la cerveza tomada y los 34 grados de temperatura me hicieron desistir, así que volví al metro y al airbnb. Un paseo espectacular!
Mañana voy a Lucerne, Suiza. Son unas 5 o 6 horas de auto por los Alpes pasando de Alemania a Austria y de ahí a Suiza.En savoir plus