Kaysersberg

Nos despertamos temprano: alarma a las 07:40, y nos ponemos en marcha. Desayuno una quiche y Lau un pain au chocolat.

Hoy vamos a hacer ruta por 4 pueblos del Haut-Rhin. Empezamos por Ribeauvillé. Es el pueblo más al norte de los 4 que vamos a ver. También es bastante grandecito comparado con otros que vemos, y es muy bonito. No tiene el mismo turismo que el siguiente pueblo que vemos, por lo que nos permite pasear y ver el pueblo sin demasiado ruido y alboroto. El pueblo la verdad que me gusta bastante y lo guardo como un pueblo muy recomendable.

Después fuimos a Riquewihr, un pueblo que supuestamente inspiró la plaza del pueblo de La Bella y La Bestia, aunque la mitad de los pueblos de la Alsacia dicen lo mismo de los suyos propios. Es un pueblo bonito, más pequeño y mucho más turístico = abarrotado. Tuvimos que aparcar lejillos de la cantidad de coches que había. Lo bueno es que su mercado navideño está abierto y podemos comer algo y probar algunas cosas. Nos hemos dado cuenta que algunos pueblos menos turísticos sólo tienen mercado navideño los fines de semana.

Nos vamos del pueblo hacia el siguiente, Kayserberg, un pueblo atravesado por un río y que paseamos varias veces. Me gustó bastante, y no tenía apenas turistas, por lo que se veía muy tranquilamente. El pueblo tiene un castillo que no fuimos a ver por dentro, y también los mercados navideños cerrados, por lo que almorzamos algo en un pequeño restaurante. Tras dar otro paseo decidimos ir a Colmar, aunque no entraba en los planes.

Llegamos a Colmar y logramos aparcar relativamente cerca y sin zona azul ni nada. Llegamos con todavía bastante luz, por lo que decimos ver el pueblo sin pararnos en los mercados para aprovechar las horas de luz. La verdad que nos habían dicho que Colmar tampoco era para tanto, y la realidad es que nos ha gustado mucho. Un pueblo muuucho más grande que los otros (realmente es una ciudad, capital junto con Estrasburgo de Alsacia, pero la zona histórica es como un pueblo), que da para pasearlo por muchas calles y zonas, decoradas como todas con los motivos navideños, y me gustó mucho de ver. Cuando se hizo de noche, empezó a apretar el frío sobre las 18.00, pero no queríamos cenar e irnos tan pronto, por lo que seguimos paseando y viendo calles, ahora oscuras e iluminadas por farolas, y mercados. Sobre las 19.00 ya teníamos hambre y fuimos a comer al Marché Gourmande. Yo me compré una Tarte Flambée, una especie de pizza/crepe y Lau un plato de choucroute con carne. Ya después de cenar, nos fuimos al coche y de vuelta al hotel.

Estamos haciéndonos poco a poco al horario tan nocturno de estas zonas tan al norte de nuestra habitual casa, y con el frío y la oscuridad nos empujan a adelantar el ritmo un poco más temprano.Läs mer