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La primera impresión al llegar al río Blackwater es que ahí vive algún monstruo mitológico. El agua, en las partes más profundas, se ve casi negra por los taninos provenientes de las hojas y raíces de la vegetación que le rodea. En las zonas bajas es de un color acaramelado transparente y la arena es blanca y fina como la de cualquier playa paradisíaca, de las que salen en las revistas de viajes.

A pesar de la impresión que da el color del agua, es uno de los ríos más limpios de Estados Unidos porque no hay fuentes contaminantes a su alrededor. El Blackwater nace en el sur de Alabama y desde que entra al estado de Florida discurre por tierras estatales protegidas y atraviesa bosques de pinos.

Este es un río divino para la navegación, ya sea en kayak, paddle board o dejándose llevar apaciblemente por la corriente en algún flotador. Los bancos de arena son ideales para hacer picnic y relajarse. Hay campings con todas las condiciones pero puedes acampar por tu cuenta en muchos lugares (es lo que hicimos nosotros 😉).Baca lagi