Maravilla Tenejapa

Todo empieza al tomar una "terracería" (término que usan aquí en México para referirse a las carreteras no pavimentadas) por la que el GPS nos llevó; solo que en este caso ni siquiera se le puede llamar así. Éste fue uno de los peores caminos por los que hemos ido y, como era de esperar, en algún arreglo terminaríamos.

Creyendo como siempre que todo nos llevaría a resultados no deseados, claro que nos lamentamos. Esta vez una pieza clave estaba destrozada, las ramas de los árboles terminaron de romper el respiradero del refrigerador, la pieza plástica que teníamos antes simplemente ya no estaba y si de pronto llovía, mucho, realmente mucho dentro del Bum Bum Chácata se podía dañar.

Pero no aprendemos la lección. Algunos dirán porque "hay que tener más cuidado", otros dirán que "esos no son lugares para ese tipo de carro", otros más conocedores que "en estos lugares uno no debe confiar tanto en el GPS", algunos incluso puede que hasta argumenten soluciones sin siquiera estar en el sitio o haber emprendido un viaje como éste. Y sí, es verdad, realmente no aprendemos la lección. Aún nos lamentamos cuando pasan cosas como éstas. No aprendemos que debido a estas situaciones que nos cambian los planes, nos obligan a gastar un dinero que no estaba previsto y nos hacen dedicar tiempo y esfuerzo en todo menos en "pasear y disfrutar", lo que siempre pasa es que conocemos a las mejores personas, dejamos inmediatamente de ser simples observadores y nos adentramos en costumbres y formas de hacer las cosas que nos enriquecen de la manera que menos esperamos. Conocemos cómo se resuelve el mismo problema de infinitas formas con solo cambiar de cultura, locación y/o idioma. ¿Para qué habrán inventado tantas herramientas diferentes para cortar la yerba si todos hubiéramos resuelto con el mismo machete?... y lo más interesante es que tanto el tiempo, como el esfuerzo e incluso el dinero empleado terminan siendo una especie de inversión en vivencias, nuevos conocimientos y relaciones que quedan a veces para siempre.

En fin, que vemos que ya se ha repetido en varias ocasiones el mismo patrón: el Bum Bum Chácata recibe un trastazo, necesitamos arreglar lo que se rompió y gracias a eso conocemos personas geniales y tenemos increíbles experiencias.

En cuanto a la dichosa pieza, resulta que ahora está hasta más robusta que la que traía de fábrica y en un rato, gracias a Francisco y su hijo, nuevamente estamos listos para seguir andando 😉👍Leia mais