Latinoamerica

Qué BUENA decisión. Ni bien puse pie en el lugar me di cuenta que tendría que habi estado ahí desde el principio. El lugar tenia una vibra increíble, lo ame 😍.
Ya, llegando a Casa La Aventura me di cuenta que no me sentía tanto mejor como creía. Llegué justo para una reunión y ya me di cuenta que seguía super débil, estaba con la piel en llamas y muy cansada. Tuve la reunión y depsues me fui a almorzar tacos a lo de cami y Santi. Cuando volvi, tipo 4, me di otra ducha fría, para combatir el calor, y me tiré a dormir una siesta. A las 5.45 las ganas de hacer pis me despertaron (estaba tomando mucha agua), así que fui al baño y junté fuerzas para ir a ver el atardecer a la playa, mi plan favorito 🤩. Por suerte lo hice, porque estuvo increíble. Después volvi y segui durmiendo como hasta las 8, me preparé unos fideos medio tristones y me volvi a dormir hasta las 8 am del día siguiente cuando me despertó el ruido del camión de la verduleria.
Y acá viene lo hermoso y mágico de Popoyo y Casa La Aventura. Popoyo no es ni un pueblo, es una playa, y lo único que hay, es una cuadra larga, que recién en la punta tiene un poco de vida. Yo esta a a como 10 min caminando de la punta. Así que todos los días, pasa un camión con verduras, pollo, huevos y queso, y vos lo paras en la puerta del hostal y compras las verduras directo del camión. Asimismo pasa un señor con Yougurt y otro con panes. Los huéspedes del hospedaje estaban casi todos hace más de un mes, y con este servicio, estaban remil instalados. Además, eran varios en la misma, asi que se habia armado un grupo super lindo, e inclusivo, que vivía ahi como si fuera una familia. Ellos eran:
- Gabi, una brasilera de madre inglesa que vivia en Las Canarias
- Jake, de California
- Chloe y Keighley de Londres con su perrito Pumpkin (que K adoptó en Nicaragua)
- Daniel (creo). Un chico Isrealo que estaba tomando 3 hs de español por día para aprender. Un groso
- Gabi, la que administraba el lugar, que era un sol.

El sábado ya durante el día me fui sintiendo mejor, así que a la tarde me la pasé en la playa leyendo tranquila y el domingo también. Comoe enfermé, mi paso por Popoyo fue de descanso, mas que de surf. Pero no me arrepiento de nada, fue increíble.Weiterlesen