alláVAN

Como si fuera poco todo el trabajo de preparar el BumBumChácata para su viaje en barco hacia Colombia, para colmos se nos rompe el refrigerador; así de imprevisto simplemente dejó de funcionar. Luego de investigar mucho, preguntarle a todo aquel familiar y amigo, buscar bastante en internet y examinarlo por todos lados, no nos quedó otra alternativa que desmontarlo de su lugar.

Lo que más temíamos era que la mezcla de amoniaco, agua y algún que otro químico más se hubiera fugado, pues sería lo más complicado y costoso de reparar; además de que cabía la posibilidad de que resultara imposible una reparación por tratarse de un sistema que tiene ya más de 20 años. Si esa era la razón, también nos exponíamos a que cualquier reparación fuera en vano, porque eso implicaba que la tubería ya estaba lo suficientemente vieja como para que un poco más adelante volviéramos a tener el mismo problema. Sustituir todo el sistema de enfriamiento (que ya vendría con los químicos incluídos) era de todo lo más costoso y además podía demorar demasiado. Especialmente con los trabajos que estamos haciendo estos días, lo último que podíamos era darnos el lujo de dejar todo a un lado para encargarnos de este asunto. Por otra parte también teníamos que almacenar alimentos que ya habíamos comprado y que podían echarse a perder.

Por suerte, y una vez más, la ayuda de Dasley y Diana ahí estaba incondicional como siempre. Fueron a buscar un refrigerador que ellos habían prestado y ahí enseguida teníamos donde guardar nuestra comida. La solución temporal ya estaba, pero seguíamos con el problema.

No fue hasta que desmontamos todo y abrimos parte del sistema, que nos dimos cuenta de lo peor. Efectivamente había habido una fuga, así que solo tocaba una cosa, salir por toda la ciudad a encontrar en las tiendas de electrodomésticos algún refrigerador que cumpliera con algunas condiciones claves: Debía ser lo suficientemente pequeño como para que cupiera dentro del espacio que teníamos ahora disponible. Debía ser lo suficientemente grande como para que fuera práctico y nos sirviera para seguir viajando. Como la fuente de energía iba a ser el sistema de paneles solares que ya tenemos instalado, el consumo era algo muy importante a considerar y debía al menos ser "aceptable", de lo contrario comprar un refrigerador nuevo iba a ser por gusto. En fin, que recorrimos toda la ciudad buscando el aparato ideal en tiempo record y con un montón de trabajo, reguero, herramientas y materiales esperando por nosotros para seguir acondicionando el camper.

Cuando ya se nos estaban empezando a caer las alas porque ningún refrigerador cumplía con tan estrictas exigencias, de milagro damos con uno que era justo el último que quedaba; era precisamente el que quedaba en exhibición.

No lo pensamos dos veces, solo cargamos con nuestro pesado banco de baterías para dentro de la tienda con el fin de cerciorarnos que el consumo era aceptable, y así fue. Ya cayendo la noche lo compramos, lo montamos en el camper como pudimos y regresamos a nuestro campamento improvisado. Allí empotramos el nuevo aparato en el cuerpo del anterior, que ya habíamos "descuartizado" con anterioridad. Usamos el aislante del refrigerador viejo como sostén para el refrigerador nuevo, llenamos los espacios vacíos con spray de espuma de goma y luego abrimos cavidades que sirvan para evacuar el aire caliente hacia la chimenea que hay en la parte superior del BumBumChácata. Finalmente usamos materiales de plástico y aluminio para cubrir todo el borde sobrante entre las puertas del nuevo refrigerador y el mueble de madera que forma parte de la cocina, los estantes y gavetas que trae el carro originalmente.

Que se nos rompiera el refrigerador para nosotros fue un verdadero desastre, especialmente durante estos días en que tenemos otro desastre más grande en todo el van. El espacio ya casi que es nulo, y hasta hemos tenido que dejar cosas afuera porque literalmente no caben dentro. Indiscutiblemente ésta es una experiencia por la que no queremos volver a pasar, pero como todo lo que nos ha sucedido, al final queda una enseñanza, nos convencemos cada vez más de que por muy lejos que estemos nunca estamos solos y hasta quedan historias interesantes para contar e imágenes para mostrar 😊Weiterlesen