Sierra Pico de Loro

La Mesilla, una frontera bien loca.

A todo lo largo del proceso de ingreso a México a través de este puerto fronterizo uno se encuentra sumergido en el escenario menos esperado. Un mar de gente caminando en todas direcciones, puestos de venta, tanto de comida, como de ropas, de equipos electrónicos, calzado... en fin, cualquier cosa se puede encontrar aquí. Los vendedores ambulantes son tantos, que apenas se ven las oficinas por las que uno tiene que pasar para hacer todo el papeleo que requiere el atravesar la frontera. Literalmente hay productos en venta como grandes mantas y telas de infinitos diseños cubriendo los carteles oficiales de ambos gobiernos y hasta el acceso a sus respectivas oficinas; en todo el recorrido uno está tan confundido que es difícil saber cuándo se ha cruzado de un país al otro. Todo eso sin contar con que en la calle bien estrecha por la que teníamos que manejar eran tantos los otros carros, las motos, los ómnibus de transporte público y todo tipo de vehículos tripulados y no tripulados, como carretillas y demás, que estuvimos más tiempo intentando llegar al próximo punto de las gestiones que haciendo las gestiones en sí.

Por suerte no había casi nadie intentando cruzar, al menos de Guatemala a México, y finalmente fue digamos "llevadero" el cruce; posiblemente por tratarse del 24 de diciembre. Sí, escogimos este día por eso mismo, porque aumentaba las probabilidades de que hubiera menos personas viajando de Guatemala a México.

Al final fue bien interesante ver con nuestros propios ojos una frontera tan peculiar. Al menos para nosotros es algo nuevo, aunque no dudamos que casos similares abunden en Latinoamérica.

Por suerte también, cuando uno avanza un poco y sale del bullicio lo que espera más adelante es uno de los paisajes más bonitos de esta región. Ya habíamos conducido a lo largo del cañón de un río realmente impresionante justo antes de llegar a La Mesilla, pero la belleza de los valles y montañas que nos esperaban del otro lado de la frontera harían que se nos olvidara lo atormentador que había sido todo unos minutos atrás.Okumaya devam et